Como veis, queridos seguidores de ¡Jindetrés, sal!, en verano no todo es vacación. Quisimos cumplir con nuestras obligaciones como reporteros y salimos al mundo dispuestos a dar a conocer la página que a todos nos une. Cuál fue nuestra sorpresa cuando todo aquel que pasaba quería ser fotografiado junto con nuestra bandera, ¿conocían ya a Batablanca? ¿Es ¡Jindetrés, sal! mundialmente conocido? ¡Ellos afirmaban que Batablanca había pasado por allí! Quizás Dr. Litos pueda sacarnos de dudas en su próximo capitulo....
¡Pardiez! ¡Qué inmenso placer comprobar que Jindetrés traspasa fronteras continentales! Pocos blogs pueden presumir de tener semejantes embajadores, audaces e incansables. Qué gran orgullo. Que se quiten los callejeros, españoles en el mundo y demás monsergas; intrépidos reporteros de ¡ Jindetrés, sal!, os felicito.
ResponderEliminarAhora, me dedicaré a indagar (como buen investigador) en la posible relación entre los negocios de los capos del hampa asiática con los matones que pueblan los eppendorfs donde Batablanca persigue a Jindetrés sin tregua... desde luego, la sonrisa de los de la foto es turbadora...