... aquello estaba asqueroso, era de lo peor que había probado en su vida o, al menos, eso le parecía.
Sabedor de que la memoria, su tipo al menos, engaña con frecuencia, se convenció de que no podía ser para tanto. Recordó entonces lo que infinidad de veces había oído de boca de su bisabuela: "el que come escapa". Recordó a aquel pequeño, amable y paciente ser contando historias de tiempos arcanos mientras lo alimentaba. Recordó el final de la era dorada de los obsoletos propulsores Trium de ciclo combinado iónico-Nuclear-Bussard, recordó la proeza de las estaciones geotermales de Encélado, recordó las catástrofes de las esferas Dyson de Centauri, recordó los tiempos del primer contacto, recordó cosas que acontecieron varios sextantes de unidades C antes de que él se hiciese materia y energía consciente de sí misma...