Queridos lectores, lectoras y lectoros, hoy es una edición muy especial de Reporteros ¡Jindetrés, sal! por un par de razones. Lamento que ese par de razones no sean las que tal vez prometía el título; el cual, por otra parte, reconozco haber utilizado deliberadamente buscando la visita masiva de esa clásica gente que todavía utiliza internet y los blogs para lo que realmente se inventaron: ver tetas y culos. Tampoco se me puede tachar de mentiroso, pues aunque sea en segundo plano se puede observar que la sobrecogedora instantánea de que disfrutaremos hoy ostenta la presencia de cuerpos serranos mostrando sus suizas carnes en paños menores.
El primer motivo por el que esta edición es especial es porque realmente es la primera ocasión en que un visitante asiduo del blog, sin ningún tipo de parentesco o relación amistoso-laboral con el que suscribe, ha tenido la amabilidad de retratarse para la ocasión. Nada más y nada menos que la caca azul más cascarrabias, floydiana, bicicrítica e indignada de la egoblofecalidad. Y del atleti. Se trata de @eulez, regente del muy recomendable blog Las Historias Eulerianas, colaborador de la mítica revista Quanto, dibujante-chorra y uno de los primeros inquilinos de la sección de comentarios de esta lúdica casa. Aquí tenéis la prueba del delito, en la playa de St. Sulpice en Lausanne, Suiza:
Pinchando la foto se podrá apreciar, gracias al aumento de tamaño, los prometidos cuerpos esculturales y detrás de ellos los Alpes franceses, nada menos.
La foto es obra de la también colega virtual @juliacgs, traductora, bloguera y fotógrafa que tiene la suerte o la desgracia de acompañar a nuestra azulada caca en sus viajes. Por si el detalle de la foto no fuese bastante de agradecer, el amigo eulez se ha currado además un "cartel tipo" listo para imprimir y me lo ha obsequiado amablemente para que lo cuelgue en la página resumen de la sección, posibilitando que cualquier lector viajero tenga la posibilidad de hacer una cómoda y rápida impresión y así contribuir a esta ya clásica, mítica, internacional iniciativa que lleva a nuestro blog más allá de las fronteras de la mediocridad y estulticia imperantes en la red.
El cartelito de marras. Pinchad aquí para descargarlo en pdf, listo para llevar e imprimir.
No me queda sino agradecer la elaborada contribución de nuestros últimos corresponsales, e instar a la ciudadanía a seguir su ejemplo. Hombre ya.
jajaja, lástima no haberlo tenido antes. Pese a todas las críticas lo hubiera sacado cuando en el proyecto fin de carrera de Leticia Olábarri (también asidua de este blog) le preguntó un miembro del Tribunal por las digestiones y Jindetres (¡tenías que haber visto el bote que pegué en el asiento!), jaja
ResponderEliminarObjetivo conseguido, ¡trastornar a la mitad de la comunidad científica! XD
EliminarYo siento mucho fastidiarte la ilusión, pero los que estaban detrás de la caca azul bañándose son más españoles que nosotros si cabe. Era difícil escuchar hablar francés, ¡todo estaba tomao por los españolitos! (supongo que eso es mala señal, así que es mejor no analizarlo demasiado...).
ResponderEliminar¡Me alegra que te gustara la fotillo! A la próxima, me pongo yo de modelo, hala.
¡Te tomo la palabra! Que aquí el amigo azul, ya ves, se planta en medio con el cartelico y se lleva todos los laureles. Así me aseguro otra contribución, mira tú qué bien.
EliminarMuchas gracias compañera, si no hubieses plantado tu objetivo con tanta gracia, ni alpes, ni bañistas de la nacionalidad que sea, ni ná de ná!
Sólo a un español se le ocurre irse a Suiza a jugar a las palas, jajaja. A eso y a ver que tal va el dinero negro que tienen allí. La verdad es que me corroe la envidia por no viajar.
ResponderEliminar¡Pues mándame una afoto, aunque sea desde 7 aguas!
Eliminar¡Éramos todos guiris! Y sí, los de detrás eran españoles XD Nos quedó la duda al irnos de si los suizos existen. No está nada claro...
ResponderEliminarY más que llegarán, viendo cómo está el patio... por aquí alguna compañera ha mencionado ya algo de ir a una entrevista a Suiza...
EliminarGracias por posar con tanto salero, y por peinarte un poco para salir bien aseadete.