El tema de los regalitos en fechas navideñas es controvertido. En nuestro propio país existe una duplicidad de regaladores, un conflicto entre nuestra tradición más religiosa, representada por los Reyes Magos, y la importación americanizada de los mitos nórdicos, personificados por Papá Noel. Sin embargo, en otros países la tradición difiere: por increíble que parezca (porque claro, camellos y renos voladores es algo perfectamente creíble) en los Países Bajos, Bélgica y aledaños es San Nicolás quien trae regalos pero ojo, montado en un barco de vapor que viene nada más y nada menos que de España. Me temo que este año, los pobres niños de aquellos países lo van a tener chungo, porque como no consiga el tal Nicolás empaquetar sol y playas, no sé yo qué es lo que les va a llevar de aquí, que no está el horno para bollos...
Pero no nos salgamos del tema: puestos a ir matizando cada gremio sus preferencias, sabemos a fecha de hoy que los físicos celebran la Newtondad, pero, ¿qué hay de los biólogos? ¿quién trae los regalos a quienes pasan sus días estudiando los misterios de la vida?
Sí amigos, la respuesta puede ser evidente y seguramente la habréis adivinado: por tercera vez consecutiva, nuestro venerado amigo vuelve a casa por Navidad para traer una felicitación navideña y añonovense a todos los lectores que hayan llegado hasta nosotros procedentes de cualquier rincón de las geo/blogosferas. Pero es especialmente recomendado para los biolocos, #biopirados y gente de semejante calaña, para qué nos vamos a engañar.
Así que sin más preámbulos les dejo con este impresionante material recientemente desclasificado, que constituye un documento histórico:
Tanto rollo para un documento de minuto y medio, ¿verdad? Bueno, dense todos por felicitados, disfruten de la juerga de fin de año, o de la comodidad de sus sábanas si pasan de esas cosas, y nos leemos el año que viene.
¡ FELIZ 2012 !
Gracias a la familia Litos al completo por su colaboración en el corto pero intenso rodaje; y en especial debo agradecer la siempre eficaz labor fotográfica de Consuela, que en este caso también se ha colocado detrás de la cámara de video, y por si fuera poco realizando labores de atrezzo y maquillaje.
Una mención especial para Tapas, cuya primera incursión en el mundo del cine será largamente recordada. Si conseguimos hacerle vomitar el abrigo de Darwin, el año que viene habrá otra felicitación, no lo duden.