ANTERIORMENTE EN DISTURBIOS CELULARES: Antes de pertenecer al Servicio de Transfecciones Celulares y mucho antes de establecerse por su cuenta como Investigador Celular, el intrépido investigador Batablanca vivió una primera misión en la que debía infiltrarse en un equipo de antidisturbios para obtener información de primera mano acerca de peligrosos agitadores celulares. Tras vestirse con el equipo de protección antidisturbios, todo el grupo es transfectado a la célula en discordia (1) . Una vez allí, el novato Batablanca presencia cómo en el interior celular las proteínas defectuosas son degradadas de forma contundente. El pelotón se dirige hacia el epicentro de los disturbios (2).
Intentaba borrar de mi mente la terrible escena de degradación proteica cuando el jefe del pelotón nos hizo una seña para detenernos. Comenzó a vociferar una serie de instrucciones que no dejaban lugar a dudas: ya estábamos metidos de lleno en los disturbios. Nuestra misión comenzaba de forma explosiva.
- ¡Pelotón! Estoy viendo justo ahí delante un agregado de proteínas no autorizado. Quiero que forméis dos grupos: en uno quiero a cualquiera que vaya equipado con dominios de unión a grupos fosfato; en el otro, los que llevéis barriles de hojas beta para interacción con proteínas. Mientras los primeros se unen a los aminoácidos foforilados de los agitadores, los segundos intentarán reclutar a los miembros del equipo de conjugación de ubicuitinas más cercano. Quiero una maniobra rápida y directa: nada de preguntas, nada de concesiones. Cualquiera que esté fosforilado será degradado. Ya tenéis las órdenes, ¡adelante, vamos vamos!