¡Atención, atención! Se hace saber que queda inaugurada oficialmente la semana de festejos por el segundo aniversario de ¡Jindetrés, Sal!. Así que durante los próximos días deben estar especialmente atentos ya que cada día se publicará un post recogiendo las impresiones de cada uno de los colaboradores del blog.
Cuando llegó el momento de realizar la distribución de turnos, el Dr. Litos convino en que estaría bien, ya que el blog está dedicado a la ciencia, recuperar una de las figuras tradicionales de este bello arte: el becario. Bajo este término se encuentra una de las figuras clave del progreso científico, pues es el equivalente al esclavo que construía las pirámides en el antiguo Egipto: todas las grandes obras de la ciencia llevan impreso su esfuerzo en forma de sudor, dedos artríticos de vortexear hasta altas horas de la noche y espaldas doloridas de cargar con fotocopias y apuntes. Dado que soy la más nueva y joven aportación al blog, convinimos que mío era el meritorio puesto de becario, y con el la responsabilidad de dar inicio a este aniversario.
Así que, sin más dilación, mi aportación al evento: Tengo que admitir que nunca esperé pertenecer a un blog en el que se me admitiera como redactor. Cuando el Dr. me hizo su proposición (para redactor, ojo las mentes calenturientas de tanto usar el internet para... bueno ustedes ya saben, para cosas que no tienen nada que ver con este blog (para desgracia suya)); como venía diciendo, cuando me propuso subirme a este barco de locura y desenfreno mental, lo que me convenció de dar el paso hacia el compromiso (respecto al cual debo declararme alérgico en todas sus formas, es estar escribiendo sobre él y comienzo a sentir una especie de cosquilleo en la espalda... ah no, es que me he dejado la ventana abierta). Bueno, por tercera vez, lo que me convenció fue el hecho de que me prometiera que por muchas horas de mi esfuerzo y trabajo que dedicara a la redacción en el blog no afectaría negativamente a mi sueldo. Debí recordar que no me pagan. Pero antes de esto creo que debería explicar como conocí al Dr., (verdadero homenajeado en este día, pues por mucho que el no quiera admitirlo, él es la esencia del blog, aunque de vez en cuando vengamos Banchsinger y yo a compartir nuestras locuras). Era una bonita mañana de verano cuando yo, en plenas vacaciones, sin preocupaciones ni deberes decidí complicarme la vida realizando prácticas en un laboratorio; quiso la suerte que fuera en el suyo. En mi estancia con el Dr. Litos he visto muchas cosas: la
criatura de la cámara fría,
levaduras rosas, el rostro de Batablanca, las señoritas del 4º piso... Debéis comprender que mi posición reacia era debida a que mi experiencia previa en materia bloguera era prácticamente inexistente, con lo cual ni siquiera me había planteado si me merecían una opinión positiva o negativa (qué queréis que os diga, se supone que las personas adultas y maduras están ocupadas con cosas más importantes. Siempre he pensado que la gente considera los entretenimientos de internet como cosas para niños, pero en el tiempo que llevo aquí metido he comprendido que los blogs son hoy en día lo más similar a pequeños periódicos independientes, cada uno con su ideología y su forma de enfocar la realidad). Bueno, con todas mis dudas decidí aventurarme a explorar este espacio de misterio y leyenda del que tanto había oído hablar en el laboratorio. Comencé con posts como “
Soy materia” o “
Atención pregunta: ¿Debería la ciencia avanzar más despacio?”. Al instante vi que aquí se guisaba una mezcla de lo más interesante (vaya, parece que se me está pegando el vocabulario de
Juan “San” ), un pequeño rincón en el que hay hueco desde el humor absurdo, a las reflexiones científicas y existenciales, pasando por la novela negra y el cómic. Siempre he creído que es algo que se está descuidando mucho en nuestra época, nadie nos enseña a escribir, a pensar por nosotros mismos, a debatir, a reflexionar... y hay que ver cuan satisfactorio es cuando escribes algo personal y la gente lo lee, lo comenta y te felicita; no tiene precio. En fin, al final me parece que este post va a reflejar bien la esencia del blog (si se me permite el atrevimiento, Doc): pasar del humor hilarante a las reflexiones intelectuales, ciencia, literatura, ficción. Todos se dan la mano en el espacio creado por el Dr. Litos para darnos a las mentes inquietas un sitio de liberación y descanso, como una especie de pequeño club a través de la red en el que reunirnos para debatir y aprender, y del que salir enriquecidos y animados.
Como esta última parte me ha quedado tan sentimental que parece la recogida de un premio después de toda una vida de sacrificio, creo que lo mejor será despedirme dándole las gracias al Dr. Litos (obviamente) por la oportunidad, a mi madre por haberme parido, y a “ella”, gracias a la cual las cuatro frases que tenía escritas hasta ahora se han convertido en un post hecho y derecho en menos de media hora. Espero que este sea el primero de muchos aniversarios, y yo esté aquí para compartirlos con todos vosotros (lectores y redactores).
Mis mejores deseos...
Pablunchu
P.D: Sé que muchos lectores se estarán preguntando: ¿y bien? ¿Cómo es el rostro de Batablanca? Solo puedo deciros lo mismo que le dije a él en su momento: “Nunca olvido una cara; pero en su caso estaré encantado de hacer una excepción”. Feliz aniversario (moc moc!)... y también dos huevos duros.