Como os adelanté en este post, hace una semana tuvo lugar un evento encaminado a potenciar el papel de la investigación y de la divulgación científica, alojado en la Facultad de Medicina y Odonotología de la Universitat de València. Ya os dije que había sido un éxito aun antes de que empezasen, y no me equivoqué: no sólo han constituido un empuje importante para acercar el mundo universitario a la investigación y la divulgación, sino que han supuesto una iniciativa sin precedentes a la hora de aproximar la investigación básica y la clínica, una distinción que debería no existir pero que lamentablemente está más que establecida y asumida por toda la sociedad.
lunes, 25 de febrero de 2013
Reflexiones post-jornadas de investigación y divulgación
por
Dr. Litos
sábado, 23 de febrero de 2013
Y fin de la primera parte: No me retracto.
por
banchsinger
Sí, este es un título críptico para llamar la
atención (o no). Ahora si queréis
saber a que viene podéis leer este tochazo infumable. Además, para mas información y situación contextual os recomiendo este otro del colega Scientia,
bastante más fumable, con un análisis mas profundo, reciente y mejor
estructurado, con mas chicha, vamos.
Balance final: 1056 días, 1 artículo y una
patente en tramitación (que no aceptada). Esto es lo que han dado de si tres años menos cuarenta
días de postdoc en teutonia por parte un científico de la "masacrítica" como diría el amigo Eulez. No se me confundan, esto no va de tirar flores o
tomates, esto va de análisis de datos. Esto va de hacer balance final, esta vez con
cifras, aderezando datos lo ya dicho en los enlaces del primer párrafo, por
supuesto desde un punto de vista muy personal.
domingo, 17 de febrero de 2013
¡Cumpletesis!
por
Dr. Litos
Pasada la resaca de las Jornadas de Investigación que os presenté hace poco, y de las cuales todavía estoy recapacitando y extrayendo conclusiones que pueden dar lugar a interesantes y muy necesarios debates (os adelanto: puede decirse que fueron un éxito, nos divertimos mogollón, y además aprendí muchísimo en muchos sentidos), me dispongo a poner por escrito mis impresiones. Pero antes, para revitalizar un poco al amigo Jindetrés, aprovecharé que hoy es un día especial para publicar una emotiva chorrada.
Se trata de... ¡mi cumpletesis! Sí amigos, hoy justo hace ya 4 añazos estaba yo pegándome un merecido fiestón tras un día lleno de emociones. Ya hemos hablado muchas veces de lo pesados que nos ponemos los dostores con la lectura de la tesis, la cual se celebra como un bodorrio y de la que se recuerdan los años que duró como antaño se recordaban las anécdotas de la mili. El caso es que este año mi intención era hablar de mi trabajo de tesis un poco en serio, inspirado por un muy recomendable post de Copépodo, pero una vez más el tiempo ha jugado en mi contra y bueno, aunque intentaré no dejar que lo que iba a escribir se pierda en el limbo de los posts, no prometo nada; así que para no dejar pasar la fecha como me pasó el año pasado, os comentaré un par de detallitos graciosos de mi tesis que a los más comiqueros seguramente os harán gracia.
lunes, 11 de febrero de 2013
Jornadas de Investigación 2012/2013: agradecimientos especiales
por
Dr. Litos
He hablado en más de una ocasión del importante salto que implica, cualitativamente, salir de la pantalla del ordenador y dar la cara, a la hora de divulgar. El conocer en persona a otros blogueros interesados por la ciencia, y participar en actividades que tengan por objetivo llevar la ciencia a la calle, ha sido una sorprendente y enriquecedora experiencia (por cierto que por falta de tiempo no llegué a reseñar mi última aventura en el Jardín Botánico de la Universitat de València, pero podéis leer sobre dicha actividad incluso ver en diferido la charla que di, en este enlace).
Y la verdad, tenía ganas de repetir. La oportunidad me la han brindado los estudiantes de la Facultad de Medicina y Odontología de la Universitat de València, quienes el año pasado me invitaron a dar una charla en unas discretas Jornadas de Investigación que pretendían acercar el mundillo a la Facultad. Este año he acudido yo a ellos, y no me preguntéis cómo, he terminado organizando un sarao divulgador como pocas veces se ha hecho en Valencia, si no me equivoco. Para que os hagáis una idea, podéis leer este extenso artículo que he escrito detallando todo el acto y que se publicó, gracias a la intercesión del bloguero y colega JM Mulet, en la web de divulgación científica Naukas.com.
Así que no voy a extenderme en contar de nuevo lo mismo: podéis encontrar todos los detalles de las jornadas en su página web, la página de facebook o seguir los avances por er tuiter. Sólo deciros que empiezan este miércoles, y que el día gordo de la divulgación es el viernes.
En materia de artwork, servidor sólo ha diseñado este logo; ¡pero a que mola!
lunes, 4 de febrero de 2013
A. R. Wallace y la Ciencia como esfuerzo colectivo
por
Dr. Litos
Este 2013 se cumplen 100 años de la muerte de Alfred Rusell Wallace, naturalista británico cuyo trabajo fue de una gran relevancia para el mundo de la biología en particular y de la Ciencia en general. Es muy probable que muchos lectores no hayan oído hablar nunca de él; y para los que sí han oído, su nombre anda siempre invariablemente asociado al de otro gran naturalista, este sí, presumiblemente más conocido para el lector (especialmente si es lector asiduo de esta bitácora): nada menos que nuestro entrañanble amigo Charles Robert Darwin. Pero, ¿quién era Wallace, y por qué se asocia su nombre al de nuestro evolucionado amigo? Tal vez el siguiente video, obra de nuestro amigo Oscar H. R. y estrenado en su blog Leet Mi Explain a modo de inauguración de un "Año wallace" no oficial, sea una buena introducción:
Como veis, el video constituye toda una respuesta a nuestro Celebrities de Darwin, además de un merecido homenaje a este investigador algo
descuidado por la historia. Pero dejemos el humor a un lado, y hablemos
un poco de qué hubo realmente entre Wallace y Darwin.
jueves, 31 de enero de 2013
Naciste demasiado pronto
por
Dr. Litos
Nadie en la historia de la Humanidad ha sido capaz de asimilar con facilidad el hecho de que, tarde o temprano, morimos. Desde que el primer ser humano se enfrentó a la primera muerte de su entorno, uno tras otro nos hemos preguntado por qué, cómo, con qué sentido… y en última instancia, qué hacer para evitarlo. Estas preguntas nos han llevado a buscar por todos los medios una forma de burlar este macabro destino. Tal vez todo el desarrollo científico y tecnológico de nuestra especie haya sido alimentado, en última instancia, por esta idea que subyace a todas las demás preguntas. No queremos morir, no queremos dejar este mundo; pero sobretodo, no queremos que nuestros seres queridos mueran. Esta obsesión ha dado lugar también a todo tipo de creaciones y fabulaciones escapistas: desde las religiones mayoritarias hasta la superstición más ridícula y personal, todas se han desarrollado en torno a la idea de comprender y conseguir superar el drama de la no-existencia.
Generalmente intento afrontar la vida desde un punto de vista racional. No siempre lo he hecho así, pero poco a poco y sobre todo durante los últimos años, he ido acercándome a esta postura. Cuando he tenido que aplicar esta visión al tema de la muerte, me he sentido muy cómodo con las conclusiones a las que he llegado: cuando dejamos de existir, dejamos de existir, tan sencillo como eso. Nuestra mente se apaga, y nuestro cuerpo vuelve, más rápido o más lentamente, a descomponerse en sus elementos básicos, que pasan a formar parte del mismo universo de donde salieron. Entiendo este proceso como algo bello, que me da la misma paz que a otras personas les proporciona imaginar un mundo postrero, lleno de luz, desde el que se puede contemplar a aquellos que dejamos atrás. La reunión con el universo a nivel de átomos, y el saber que lo único que queda de nosotros es el recuerdo que dejamos detrás en las personas que amamos y nos aman, me bastan y sobran para entender la muerte.
O al menos, eso creía.
Porque cuando alguien a nuestro alrededor termina sus días, todo se trastoca. Multitud de pensamientos afloran, y de nuevo esas dudas primigenias resurgen con más fuerza. Las preguntas, la búsqueda de un sentido a todo ese dolor. Entonces toda la ciencia del mundo se muestra obsoleta, inútil, se queda corta.
Gracias a la necesidad de entender cómo funcionan nuestras vidas, qué mueve nuestros cuerpos, qué engranajes rotan dentro de nuestras cabezas, hemos podido burlar la muerte en muchas ocasiones. Y cada vez más a menudo. Lo que hace unos cientos de años era una inevitabilidad, se convierte hoy día en una nimiedad; la esperanza de vida aumenta, y aunque con ella surgen nuevos problemas, seguimos empeñados en solucionarlos, y lo conseguimos muchas veces. La muerte accidental seguirá azotándonos sin ninguna duda, pillándonos desprevenidos y sin poder hacer nada para evitarla. Pero los avances en la ciencia médica hacen cada vez más difícil que morir de enfermedades sea considerado algo “accidental”, imprevisto y súbito. Al menos, en algunos casos. Algunos de nosotros tendremos la suerte de haber nacido en una época, en algún lugar, donde apenas unos años antes no hubiésemos sobrevivido.
Pero otros no han tenido tanta suerte. Han nacido demasiado pronto, y el mal que les ha tocado ha ganado la batalla. En estos momentos, mi visión racionalista y científica, mi trabajo ligado a los últimos avances de la biología y la medicina, me han resultado una broma de mal gusto, una ironía del destino. Soy más consciente que mucha gente de cómo la ciencia nos ha ayudado para evitar la muerte y la enfermedad. Día a día aparecen nuevos y prometedores avances, promesas de futuro que nos hablan de un mundo sin enfermedad, nada de ciencia ficción ni de palabrería sin fundamento: la infección por VIH se ha tornado en un mal crónico y tratable; muchos tumores son detectados y destruidos antes de que se conviertan en un cáncer sin solución. Es cuestión de tiempo que se entienda qué promueve la metástasis y cómo evitarla. Desgraciadamente, seguimos perdiendo a los que nacieron demasiado pronto para ello.
En otros casos estamos mucho más atrasados. Nuestro cerebro esconde todavía los mayores misterios, y estamos aún muy lejos de comprenderlos. Maldigo la época que me ha tocado vivir, y no puedo sino lamentar el pensar que lo que hoy me ha privado de tu compañía, ese enemigo tan terrible como desconocido su funcionamiento, en un futuro tal vez no muy lejano será historia. Pero hoy por hoy sigue siendo una plaga, un enemigo silencioso y mortal, un asesino despiadado que no atiende a razones. Nuestros remedios contra él son fútiles, casi prehistóricos. Basados en evidencias ambiguas y experiencias incompletas. En poquísimo casos conseguirán como mucho paliar el mal; en la mayoría no hacen sino acrecentar la desdicha de los que lo padecen.
Y así, con esta frustración y esta impotencia, con todos estos artículos sobre neurobiología sobre mi mesa, no puedo sino pensar: “naciste demasiado pronto”. Pensar que de haber vivido en otra época aún estarías con nosotros, nos reiríamos viendo videos en youtube, disfrutaríamos de una comida en el indo-pakistaní, te pondrías doble ración de salsa y te fumarías un cigarrito que “sienta de puta madre”. Y aunque no te viera todos los días sabría que estarías planeando tu vuelta al mundo, visitando todos esos lugares que tanto ansiabas pisar, contemplando las siete maravillas y conociendo gentes a las que llamarías amigos, como llamabas amigo a todo aquél que compartiera contigo la más mínima experiencia: mas no gratuitamente, sino dispuesto a estar ahí para lo que hiciera falta. Un auténtico amigo, como los hay pocos.
Habrías formado una familia, habrías conocido a tu sobrino y los últimos años no habrían sido una sucesión de experiencias horribles, pesadillas delirantes, entradas y salidas de siniestras salas de hospitales, efectos secundarios y memorias perdidas, de risas ahogadas, de dolor y remordimientos. Y para que todo eso se acabase para ti, para los demás ha de suponer un dolor que ya no acabará nunca. Un dolor para el que toda la ciencia del mundo no sirve para nada. Y da igual que piense en el Más Allá, en el universo subatómico o en la reencarnación, porque todo eso son ideas que no valen nada cuando la ausencia lo llena todo. Nada de eso importa, nada de eso vale, y por más consuelo que encontremos en cualquiera de estas abstracciones, la única realidad es la que es: has dejado de ser, por culpa de una enfermedad que podría no existir en el futuro. Todo porque naciste demasiado pronto.
Por un lado, siento rabia. De qué sirve conocer todo esto, neurotransmisores, hipotálamos, hemisferios cerebrales, dendritas y axones, receptores dopaminérgicos, antipsicóticos, antidepresivos, estimulantes, células madre en el cerebro adulto. Para qué, si es imposible racionalizar la pérdida, qué me importa el porqué, dónde está el consuelo de conocer las enfermedades y su funcionamiento, si lo único que queremos es verte de nuevo, saber que estás cerca, abrazarte. A la mierda el Más Allá, el retorno de las moléculas al universo que las creó, y la inevitabilidad de las mutaciones genéticas. No me importa nada de eso, la dimensión de estos consuelos es infinitesimal al lado del dolor que presiona en mi pecho sólo con escribir estas palabras.
Quiero pensar que esto no es razón para dejar de luchar por la supervivencia de la ciencia, ni por la transmisión del importante mensaje subyacente: algún día, nuestros descendientes y herederos de este pedazo de roca podrán evitar estos horrores. Que nadie más sufra lo que nosotros hemos sufrido es la mejor razón para seguir luchando por algo. Tal vez el conocimiento en sí mismo no nos proporcione consuelo; pero es el único camino hacia el día en que la enfermedad pueda dejar de existir. No basta con comprender el dolor ni con asumirlo: si está en nuestra mano, habrá que evitarlo.
Pero mientras tanto, no queda nada más que podamos hacer. Sólo recordarte, pensar en ti, en lo que nos diste y en lo que te dimos. Recordarlo, y despedirnos.
Lamento que nacieras demasiado pronto. Pero me alegro de haberte conocido.
Adiós, amigo.
Adiós, hermano.
lunes, 31 de diciembre de 2012
Mensaje de Navidad de C. R. Darwin
por
Dr. Litos
Queridos amigos, es un honor para mí anunciar que, un año más, hemos sido elegidos por su excelentísima eminencia don Charles Robert Darwin como medio de difusión para su mensaje de paz y amor hacia todos los científicos del mundo.En nuestras primeras navidades sólo tuvimos un anticipo de lo que el año siguiente sería una película documental, un biopic con tintes de Celebrities que sobrepasó todas las expectativas; el año pasado lo que descubrimos fue quién trae los reglaos a los científicos de todo el mundo.
Pues este año, amigos, este año hemos recibido nada más y nada menos que todo un mensaje de fin de año en el que nuestro evolucionado amigo se moja hasta las barbas en la actualidad más recortadora y precaria, lanzando un mensaje de ánimo para los investigadores y, ya puestos, un pequeño rapapolvos para los gestores de la inversión en I+D de este país.
Para nosotros ha sido un honor participar en la grabación de dicho mensaje, en su edición y ahora, con este post, difusión para que el mundo de la ciencia y toda la sociedad disfrute de la sabiduría de este hombre entre los hombres, este estandarte de la ciencia y de su historia.
Es de recibo agradecer tanto la profesionalidad de los colaboradores de rodaje Lujancio, Vértebras, Consuela y MissPiasy, como al resto de la familia Litos (Sra. Litos, MamaLitos, PapaLitos y las mascotas Cañas y Tapas) por su infinita paciencia durante el duro rodaje.
Espero que os haya gustado tanto como a nosotros. Y si os ha sabido a poco, os adelanto que entre bastidores el amigo Charles nos anticipó que próximamente en JoF podréis leer una entrevista exclusiva a su persona. Ya fue toda una sorpresa para nosotros descubrir que Darwin seguía vivo y se había dejado crecer las melenas tanto como la barba; pero que haya decidido estos últimos años convertirse en figura pública y en activista pro-derechos de los científicos, es ya un notición en toda regla. Desde ¡Jindetrés, sal!, seguiremos apoyándole y prestándole toda la ayuda posible para difundir su mensaje.
Mientras tanto, ha llegado a la redacción la noticia de que se avecina una posible réplica por parte de otro gran científico y barbudo evolucionista; una consecuencia más de este resurgir de la figura de Darwin, que puede llegar a traer quién sabe cuántos documentos de una calidad científico-lúdica sorprendente. Estaremos atentos.
Mientras tanto, ha llegado a la redacción la noticia de que se avecina una posible réplica por parte de otro gran científico y barbudo evolucionista; una consecuencia más de este resurgir de la figura de Darwin, que puede llegar a traer quién sabe cuántos documentos de una calidad científico-lúdica sorprendente. Estaremos atentos.
Y así cerramos este año 2012, lleno de acontecimientos asombrosos que ya recapitularemos como habitualmente en nuestro próximo post de cumpleaños. No nos resta más que desearos:
¡FELIZ 2013!
Y que la Evolución os acompañe...
ACTUALIZACIÓN: Esta entrada ha sido lanzada a Menéame, por si queréis votarla, a ver si el mensaje de Darwin llega hasta la portada. Pinchando aquí.
sábado, 29 de diciembre de 2012
Reporteros ¡Jindetrés, sal! (21): De la arena africana al arenal de Burriana
por
Dr. Litos
Despedimos el año reportero con unas instantáneas de archivo que, si bien no son las más antiguas, creo que es adecuado publicarlas en este momento por varias razones. Pero básicamente, porque me apetece, así que poco más hay que explicar.
Muchos no reconoceréis a esots intrépidos reporteros por sus jetas; seguid leyendo.
jueves, 20 de diciembre de 2012
No es una fuga, es un secuestro; reflexiones #porlaCiencia19D
por
Dr. Litos
Esta entrada nace con la intención de romper lo que en mi humilde opinión son unos tópicos que se han ido convirtiendo en estandarte de las reivindicaciones a favor de la investigación, y que si bien en un principio tenían mucho sentido, su uso y abuso por parte tanto de los propios investigadores como de los medios de comunicación, ha terminado por resultar contraproducente. Estoy hablando de dos conceptos que seguramente reconoceréis: “fuga de cerebros” y “jóvenes investigadores”. Tras la reciente jornada de protesta acaecida el 19 de diciembre en gran parte de España*, es momento de reflexionar y creo que uno de los debates que deben empezar a plantearse son estos, así que ahí van unas cuantas ideas.
lunes, 17 de diciembre de 2012
Star Activity
por
banchsinger
Las endonucleasas de restricción, los Jedi de la genética molecular, cuerpo de élite preciso y quirúrgico, sabios en la localización de su diana e implacables en la ejecución de su tarea, cortar allí y solo allí. Elegidos por la vida y entrenados por la evolución, infalibles en su cometido hasta que surge el miedo que conduce a la ira y la ira a la degradación del ADN.
Ilustración de Dr. Litos (confeccionada utilizando esta imagen para el fondo)
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