DÍA 3
7:30 – Me levanto temprano, nervioso ante la inminencia de mi exposición. Se repite la rutina del día anterior en términos desayuniles (es decir, más pan de pipas).
8:30 - Entrego mi charla para ser proyectada en el momento adecuado: ya no hay vuelta atrás. Me siento a esperar mi turno y a escuchar las charlas de mis colegas, mas no estoy prestando atención. Estoy observando a esa figura, ese ser ataviado con chaqueta de chándal, pantalones cortísimos y cabeza aguileña coronada por una gorra de color rojo. Sí, rojo. En una sala de conferencias cerrada. Esa figura (el lector avispado habrá caído en que se trata del experto en fosfatasas y preguntador oficial de todos los congresos, Len Need) que se levanta cada vez que cesan los aplausos, ajusta el micro y se regodea con la cara de tensión de su víctima antes de empezar su discurso con una de las siguientes opciones: