Después de salir del aislamiento de mis primeros días de vacaciones, que aún me quedan, he podido ver que vuestras conciencias siguen agitándose como un flan de huevo casero. Tengo que agradecer a Fer el juego que da, y lo que piensa… jodio… ¿tú no tienes vacaciones o qué?¿tienes on y off?...
Bueno a lo que iba… después de leer tus últimas dos reflexiones, Fer, he llegado a la conclusión de que la condición humana se vende en Mercadona. Se vende en garrafas de agua de 5 litros. Pero… no todas se compran, o mejor dicho, no siempre se dan las condiciones para comprarlas. Algunas se venden rápidas y baratas, como las de aquellos que hacen informes “científicos” segados a favor o en contra de X, es la mala ciencia de pago… donde el bífidus te da la vida eterna. Pero otras muchas sólo se venden en época de sequía y muy caras. Es cierto y triste lo de que algunos de los mayores avances de la humanidad se han producido durante o inmediatamente después de grandes guerras y que los científicos contribuyen a ello haciendo un uso letal de la ciencia… es lamentable, tan lamentable como el uso que hicieron el cocinero de su cuchillo o el herrero de su martillo cuando fueron llamados a filas. Señores lo triste lo lamentable es la guerra y lo que el poder y el dinero mueve. Probablemente el cocinero y el herrero fueron a la guerra gratis, muchas veces sin patriotismo ni “altos ideales”, fueron solamente por no ver masacrados a sus seres queridos. Lo mismo creo que pasa con los científicos, no creo que los que inventaron la bomba atómica lo hiciesen por dinero, porque no fueron ni uno ni dos, muchos trabajaron con Julius Robert Oppenheimer y Enrico Fermi en el Proyecto Manhattan y no creo que todos fuesen entes inmundos sedientos de poder y dinero que desdeñaban la vida de seres inocentes. Buena muestra de ello es el derrotero que sus carreras posteriores siguieron. No dudo que habrá algún ser mezquino, siempre y en todo lugar los ha habido, que ponga su fuerza o intelecto al servicio del dinero y el poder sin importarle lo demás. Pero estoy seguro de que por lamentable que sea, el avance de la ciencia en periodos de guerra NO se ha debido a la triste condición humana de los científicos que se han dejado pagar sumas ingentes de dinero. Sino más bien, a la triste condición humana de matar o morir. Aun cuando la cosa no ha sido tan evidente, no debemos olvidar que: el camino al inferno está empedrado de buenas intenciones.
Respecto de la triste condición humana de las garrafas dde 5 litros baratas: La ciencia se ha convertido en un negocio, cada vez más, pero… ¿beneficia a todos?. Es probable que muchos de nosotros terminen por formar parte de ese negocio, como en todo negocio la cuestión es hacerse rico…unos hacen buena ciencia privada y otros dudosa ciencia privada. Pero, y sin ánimo de excusar a nadie, Igual que un vendedor de coches vende un carro diciendo que es la pera limonera, sin serlo, y no mata a nadie, estoy seguro de que los nueve de cada diez que recomiendan el cepillo X también llenan la saca y tampoco matan a nadie. Al final lo que hace falta es educación, curiosidad, y ganas de aprender, si todo el mundo adquiriese el juicio critico después de informarse adecuadamente y contrastar fuentes (bien por Fer, que no solo mira tetas en internet) daría igual lo que la mala ciencia de pago dijese, al final la charlatanería afecta al “analfabeto” que cree lo que le cuentan a la primera y sin asegurarse. En resumen, yo diría que la ciencia beneficia a todos, la charlatanería no, que más que perjudicar, toma el pelo al “analfabeto” y beneficia la saca del charlatán, que vende su conciencia barata al intentar engañar al prójimo. Penosa la condición humana (la del charlatán y la del engañado, si te engañan dos veces la culpa es tuya).
Respecto de la triste condición humana de las garrafas de 5 litros caras: Tampoco yo esconderé mi mano. En un periodo de guerra, y con la amenaza sobre mi cabeza y la de los míos y sin poder huir. Igual que el cualquier otro ser humano (científico o no), pondría mi capacidad y mis medios para proteger lo que quiero y lo haría gratis. Este gratis en dinero es un caro, muy caro, porque la mayoría de las personas no venderían a los que quieren ni por todas las riquezas del mundo, así pues estarían actuando por el mayor de los salarios existentes. Visto así, no sé si la condición humana es tan lamentable, pero además de humanos somos animales, y aun no quedan tan lejos los días donde nos ceñíamos a la ley de la selva…Así es la condición humana. ¿Penosa la condición humana?
Tomaaaa toma, pedazo post post-vacacional (valga la rebuznancia) que se ha marcado el compañero Banchsinger! Me alegra ver que las entradas gentilmente contribuidas por Fer han removido conciencias y han despertado el afán comentador de alguno.
ResponderEliminarParece claro que el debate por la naturaleza de la financiación científica, así como de sus aplicaciones, se reduce en todos los casos a la triste o no tan triste condición humana de los implicados. Como siempre, nuestra especie destaca por sentirse cómoda en un mundo de grises, donde el bien y el mal no son tan fácilmente distinguibles, y si bien nos vamos alejando de la leyes de la selva, no son pocos los que siguen aferrados a la ley del ojo por ojo, supervivencia del más apto, y otras legislaturas similares.
Disfrutad lo que queda del verano, y alejáos del camino del infierno, que con el PlanE lo están dejando de un pavimentado fino y estiloso que no me veas.
Muy bueno tu artículo y gracias por tus referencias a mi humilde persona. No pretendía ser pesimista, suelo pecar más de optimista en todo. Pero al reflexionar sobre ciertos aspectos nos sale la vena sensiblera y criticona. Sigue así y publica más. Un saludo.
ResponderEliminarGenial las reflexiones de Banchsinger, totalmente de acuerdo
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