sábado, 19 de julio de 2014

Solicitud para un proyecto de investigación en neurociencia

Dada la reciente política del Ministerio en materia de convocatorias de financiación de proyectos de investigación - especialmente en lo tocante a los requerimientos, criterios de evaluación y aprobación de solicitudes - nuestro grupo ha decidido en esta ocasión alejarse de los cauces formales habituales y realizar la solicitud de la presente convocatoria de manera independiente del modelo oficial. En concreto, hemos decidido explicar, en un lenguaje lo más común posible, el objeto de estudio de nuestra línea de investigación, con la esperanza de que su relevancia e interés hablen por sí mismos sin necesidad de entrar en detalles científico-técnicos complejos ni de adjuntar las ingentes cantidades de documentación e informaciones complementarias que se suelen exigir en estos casos. A tal fin, hemos escogido un ejemplo de neurociencia básica consistente en la reacción de los músculos de las extremidades superiores ante un estímulo externo. Esperamos que el ejemplo sea lo bastante sencillo, si bien hemos tenido que dar por sentados una serie de conocimientos básicos por parte del evaluador y/o personal burocrático encargado de evaluar esta solicitud; por ejemplo, asumimos que el lector no sólo tiene cerebro sino que sabe, aunque sea vagamente, cómo funciona un cerebro y para qué se requiere.

Aclarados estos puntos, comenzamos con la explicación.

domingo, 6 de julio de 2014

Diario de curso de experimentación animal: algunas conclusiones

Tenía pendiente desde hace tiempo terminar esta saga de entradas satírico-epistolares basadas escrupulosamente en hechos reales (otros célebres ejemplos fueron el Diario de congreso o el Diario de un viajero en el tiempo). De hecho había pasado tanto tiempo, que dudaba si tenía mucho sentido seguir con la saga. Pero resulta que en los últimos tiempos el tema de la experimentación animal ha salido a la palestra a raíz de algunas declaraciones y de sus correspondientes respuestas y recontrarespuestas, y por si esto fuera poco el compañero Banchsinger nos dejó hace unos días, en esta Santa Casa, una interesante reflexión al respecto; así que no aprovechar la oportunidad de terminar lo empezado, estando el tema relativamente activo, sería absurdo. Lo que sí voy a hacer es aparcar un poquito el humor y el tono de las primeras entregas (aquí la primera y aquí la segunda) para simplemente contar qué conclusiones extraje de aquel curso, y cómo ha cambiado mi visión de la experimentación animal desde que, en virtud de la titulación que me otorgó dicho curso, he trabajado en este tema.