viernes, 31 de agosto de 2012

¡Esto no es una cueva!

- Bueno, parece que hemos despistado a esos cazas imperiales. Será mejor que bajemos a comprobar los daños que ha sufrido la nave. Anda Chewie, pásame una mascarilla de oxígeno…

- ¡Pero Capitán Solo! ¡Estamos en un asteroide! 

- Jolines con el estirado dorado éste... a ver, ¿qué pasa?

- Pues que con una mascarilla de oxígeno no bastaría, piense en la ausencia de atmósfera y el vacío espacial, su cuerpo sufriría una descompresión terrible, y aun teniendo la suerte de regular su respiración como para evitar que se colapsen sus pulmones, perdería la consciencia en apenas 15 segundos, y en tan sólo un minuto su corazón se pararía y...

- Vale vale... oye, una cosa, tú no tienes corazón, pulmones ni líquidos internos, ¿no?

- Eh… no, bueno, un poco de lubricante.

- ¿Así que aguantarías bastante bien la ausencia de atmósfera?

- Bueno, ciertamente mucho más que un humano, sí, aunque al poco tiempo mis circuitos...

- Perfecto; entonces, apáñatelas para darte prisa. Bajas tú.

- ¿YO?

- Sí, tú, porque bajaría gustoso a desmayarme ahí fuera si eso supusiera dejar de oír tus continuas quejas, pero pensándolo mejor pudiendo encargarte a ti la tarea, matamos dos pájaros de un tiro.

- Bueno, verá señor, un androide de protocolo como yo…

- Chewie, sácalo.

- ¡GRRROAAAAAAR!

- ¡Oh! ¡¡Ten más cuidado, felpudo con patas!!

Campo de asteroides, un sitio ideal para despitar a los cazas imperiales (fuente)


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viernes, 24 de agosto de 2012

Journal of Feelsynapsis, number five!


Se retrasó un poco más de lo previsto, pero por fin tienen a su disposición el flamante número imageveraniego de Journal of Feelsynapsis, la revista científica de divulgación online gratuita favorita de chicos y grandes.

En esta ocasión, un simpático virus nos invita a adentrarnos en un número lleno de temas fascinantes, y para todos los gustos: desde las terribles fiebre hemorrágicas que nos vaticina la mencionada portada, hasta los falsos peligros que suscita la tecnología de los organismos modificados genéticamente, pasando por las reacciones cutáneas frente a la luz solar, las falsas promesas de las dietas milagro, la biografía del premio Nobel de Química William S. Knowles, un repaso a la vida y obra de Copérnico, el funcionamiento del código genético, o la utilización de las modernas tablets como herramienta en la enseñanza. Sin olvidarnos por supuesto de secciones fijas como Mujeres de Ciencia, los relatos de Las letras de Galiana, la galería fotográfica de los lectores (donde, recuerdo, todo el mundo está invitado a mandar sus aportaciones) y la sección para jóvenes divulgadores JoF en las aulas. Y finalmente, pero no menos importante, artículos de opinión y reseñas de obras de divulgación. Y para los amantes de los virus que no tengan bastante con la portada y el artículo de las fiebres hemorrágicas, encontrarán también una curiosa tabla periódica donde se recogen todos los virus conocidos en la actualidad. Sí amigos, son cosas que sólo se pueden encontrar en JoF.

En las imágenes podéis echar un vistazo al índice para conocer de primera mano los autores y la localización de los artículos que he enumerado:



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Normalmente no me gusta destacar en  estas reseñas algunos artículos sobre otros, pero en este caso no he podido  resistirme a recomendaros la lectura del apabullante relato que nuestro compañero Rafa Medina ha hecho narrando su viaje a Madagascar. En primera persona y en una prosa digna de las mejores crónicas naturalistas, descubriremos un país fascinante, su flora y fauna, en un recorrido apasionante en busca de los lémures. No os perdáis las fotografías que acompañan el texto, obra también del autor; el resultado final es un auténtico teletransporte a esa tierra mágica.

Y tal vez os preguntéis (tal vez no, los lectores de blogs son gente muy particular) qué narices he hecho yo en esta ocasión; pues bien, por cuestiones de tiempo no pude ni elaborar un artículo gordote como a mi me gustan, ni una viñeta de Batamán  (estoy trabajando en un arco argumental bastante ambicioso, ya veremos qué sale); así que tras enterarme de que recientemente había fallecido Ray Bradbury, un autor al que idolatro (recordaréis que le dediqué un post a su obra “Crónicas Marcianas”), escribí una especie de relato-homenaje. Homenaje tanto por el estilo en que está escrito como por las ideas que sugiere. Porque si algo me parece grande de Bradbury es que pertenecía a esa clase de escritores que consiguen que nos hagamos preguntas, algo imprescindible para el avance científico y para el conocimiento humano. Con una prosa sencilla, a veces casi poética, las palabras de Bradbury se introducen en tu mente y te trasladan a futuros distópicos o planetas distantes consiguiendo que por el camino te rías, sueñes, y sobretodo, te hagas preguntas.
Espero que tras leer mi relato (solo son dos paginillas, venga animaos), os entren ganas de conocer aún mejor a este magnífico autor. Un gran ejemplo de la importancia que la literatura, y no sólo la de ciencia ficción “dura”, tiene para el avance científico y tecnológico, para el desarrollo de una sociedad equilibrada y para conocernos mejor como especie.

Con esta invitación os dejo para que os lancéis a devorar esta colección de buena ciencia. Y por si alguien aún se pregunta el porqué del título del post en inglés, de todas las posibles razones la auténtica es la más triste: efectivamente, era para evitar la rima fácil.

ENLACES:

- Enlace a la revista (versión online)
- Descarga directa en pdf de alta calidad
- Descarga directa en pdf para dispositivos móviles


lunes, 20 de agosto de 2012

Saber Antiguo (II): El Escudo de Hierro


Saber Antiguo (I): Los módulos de Scire.

 

 

No se despertó, no había llegado a dormirse. Llevaba varios ciclos sin dormir y eso era extraño en ellos. Era una de las primeras cosas que les enseñaban de pequeños: “sois capaces de regular a voluntad vuestro propio ciclo circadiano dentro de un margen muy amplio, pero se os recomienda no exceder el estándar”, y así lo hacían. Solo una vez superó el estándar y fue junto con los demás y durante doce ciclos. Pero esta vez estaba nervioso e inquieto, como cuando, ya hace mucho tiempo, esperaba la hora de que su bisabuela lo alimentara.

File:Biological clock human.svg

 Ciclo circadiano normal (fuente)

miércoles, 15 de agosto de 2012

Aquí hay monstruos

Todos están muy excitados tras la última exploración del planeta. Al parecer han encontrado un lugar idóneo para los requerimientos geológicos de un descenso de gran magnitud. Es cuestión de tiempo que hagamos contacto, y la excitación es palpable en el ambiente. Es increíble cómo se comportan, como niños ansiosos ante un juguete nuevo con el que pronto van a poder jugar. Yo al principio también actuaba de modo parecido. El mero hecho de constatar la existencia de vida alienígena es suficiente para enaltecer las ansias de descubrimiento de cualquier investigador espacial… pero a pesar de ello nadie está preparado para lo que supone encontrarnos con una civilización tecnológicamente avanzada. Muchos creen que sí… pero se equivocan.

viernes, 10 de agosto de 2012

Haz lo que puedas, con lo que tengas, estés donde estés


Haz lo que puedas, con lo que tengas, estés donde estés. Eso hace la Química de la vida. La evolución es una prueba de ello, que las reacciones bioquímicas no se salten las leyes de la química es otra buena prueba de ello. El jaleo cósmico que esquematiza todas las rutas metabólicas de ese ser unicelular es casi una sentencia. ¡Por el amor del creador! Ciclos fútiles, reacciones redundantes, gradientes desacoplados, genes de sobra, casi la totalidad de su genoma no codificante. Por Dios, es como si te compras un bolígrafo y te dan las instrucciones en un libro gordo como una biblia donde solo la primera frase te habla de tu nueva máquina de escribir.  La química de la vida me recuerda a cuando de pequeño, junto con mis amigos, construía esos artilugios para lanzarnos por las cuestas. Cualquier cosa era "usable", eso sí, lo difícil era encontrar ruedas, pero ¡¡ay!! como las encontrases... solo te paraba una pared y , a veces,  ni eso....

lunes, 6 de agosto de 2012

Diario de un viajero en el tiempo (III): Cretácico Superior, ciudad de vacaciones.

Pese a que este relato puede leerse de manera totalmente independiente, continúa acontecimientos narrados en la primera y segunda partes, las cuales forman un único arco argumental.

Por si no llegan al final de la historieta, valga decir que este post participa en la XV Edición del Carnaval de Biología, hospedada por nuestros compañeros de la plataforma de divulgación científica Hablando de Ciencia.



- Marina D'Or, Ciudad de Vacaciones, ¿dígame?

- Buenos días señor director, perdone que le moleste pero hay algo que debería ver.

- ¿Y no me lo puede contar por teléfono?

- Verá, señor, se trata de algo que han encontrado en los solares de ampliación de los bloques de apartamentos del ala este…

- ¿Algo? ¿Qué quiere decir? No me venga con misterios hombre, que hace calor y estoy cansado... ¡no serán más restos arqueológicos de esos! Se lo tengo dicho: cemento a manta, y si te he visto no me acuerdo.

- Pues... más o menos señor... sólo que en este caso es algo distinto, al parecer han topado con unos estratos sedimentarios poco comunes,muy antiguos. Lo raro es que han desenterrado una especie de cápsula claramente… cómo decir… moderna.

- ¿Una cápsula? Pero cómo, ¿como las de Nespresso? Se le habrá caído a alguien…

- (suspiro) Mire, se lo resumo: la excavadora ha quebrado una estructura metálica, que al despejar el sitio ha resultado ser una especie de vehículo… tras registrarlo minuciosamente, hemos encontrado un receptáculo hermético con unos papeles que explican mayormente el misterio. Creo que debería venir y leerlos, porque si se lo cuento por teléfono me va a colgar.

- Mire, lo que querría es despedirlos a todos por perder el tiempo con estas estupideces en vez de echar cemento fresco y seguir a la faena. Pero bueno, le echaré un vistazo mientras vuelven al trabajo y se deshacen de toda esa morralla. Además, no están los tiempos para despidos precisamente.

- Gracias, señor director.

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