Recién salido del horno del Maestro Hornero Quique Royuela (@eroyuela) y sus acólitos nos llega este nuevo número de la revista de divulgación online, gratuita y en castellano Journal of Feelsynapsis. Una vez más, cargada de artículos multidisciplinares, variados en tono, profundidad y temática, para disfrute y deleite de personas de ciencias, de letras, de números y de símbolos. Genética, vulcanismo, virus, biografías de mujeres de ciencia, astronomía, divulgación en las aulas, ciencia en el Renacimiento, productos naturales y medicina, neurobiología, biología molecular y filosofía, y las secciones habituales JoF en las aulas y Las letras de Galiana. ¡Hasta muertos vivientes! Y si todo esto no les incita a lanzarse como locos a su lectura, muchos no podrán resistirse a su sugerente portada en la que se nos muestra un gigantesco PEZÓN:
Servidor de ustedes ha contribuido con un sencillo artículo sobre neurociencia, desde una perspectiva global, un repaso a los retos que todavía quedan en la comprensión de nuestro sistema nervioso junto con algunos logros que ya se han conseguido, todo de forma muy general y en absoluto técnica ni específica. Se titula "Metrópolis celulares: neurociencia en la era de la información", y aquí pueden leerlo.
Aún no he leído el resto del trabajo, lo haré en breve; no quería que se me acumulasen las reseñas como en la anterior ocasión. Pero mirando por encima me he topado con las alucinantes imágenes tomadas en vivo y en directo (y bajo el agua) por Rafa Medina (@copepodo), y casi me he caído de culo del impacto (una suerte que normalmente me suelo sentar cuando blogueo). También he visto que el amigo @Banchsinger, colaborador de esta casa y reciente adquisición de plantilla en JoF, nos trae un artículo colaborativo donde habla nada menos que de antropología; la curiosidad me pica, y mucho.
Y permítanme, con permiso del resto de autores, que me centre ahora en lo único que he leído por el momento: un conciso artículo de opinión que inaugura una nueva sección llamada La columna, en la que el compañero y tocayo Carlos Ocaña (@Newilluminatus) lanza una reflexión en mi opinión muy lúcida y necesaria al respecto de la responsabilidad de los que trabajamos en ciencia. Lo cual me ha calado hondo, y por mucho que desde hace ya años tengo claro que parte de mi trabajo debe consistir en hablar de ciencia y contribuir a su difusión, este artículo en particular me ha hecho reflexionar acerca de lo poco que hablo en esta casa que yo mismo he amueblado, ¡Jindetrés, sal!, al respecto de mi trabajo como investigador. Decidí en cierto momento dedicar mis esfuerzos divulgativos más ortodoxos a proyectos como Hablando de Ciencia, Mapping Ignorance o el mismo JoF que nos ocupa; de hecho, mi primera contribución a la revista fue precisamente un extenso artículo dedicado al tema de mi trabajo durante los últimos cinco años. Pero pienso ahora que no hay un mismo público para cada uno de esos proyectos, y que tal vez a los lectores de Jindetrés les gustaría saber un poco más a qué dedicamos el tiempo libre cuando no estamos blogueando, en qué tipo de investigaciones se invierten sus impuestos, si realmente es tan crucial el trabajo que hacemos los que investigamos en biomedicina, o qué hay de cierto en los tópicos sobre la investigación y todo lo que le concierne. Para salir de dudas agradecería se utilizasen los comentarios, aunque inevitablemente si me ha picado este gusanillo es más que probable que tarde o temprano acabe lanzándome, al menos con unos pocos posts o una serie concreta, ya que precisamente este es el año de las enfermedades raras. En fin, no me extenderé más a este respecto, espero sus opiniones, queridos amigos.
Ahí les dejo con esta magna recopilación de buena ciencia, buena prosa, imágenes sobrecogedoras y conocimientos sin parangón. Que la disfruten, y sobre todo compártanla con sus conocidos.
P.D.: por si algún purista puntilloso se extraña de que a veces hable a los lectores de tú y otras de usted, conste en acta que esto es un acto semiconsciente que nace de una mezcla entre mi estado de ánimo del momento o el tipo de escrito que tenga entre manos. Me gusta hacer las reseñas joferas de este modo, como si me dirigiese a un gran público potencial, tal como se haría en un programa televisivo de los de toda la vida.
Y para los blogopuristas, aduciré también la máxima razón que está siempre por encima de todas: es mi blog y en él escribo como quiero.
La he ojeado toda y veo que hay mucha variedad, calidad y cantidad.
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