viernes, 7 de noviembre de 2014

Buscar respuestas... haciendo preguntas

Esta entrada participa en la I Edición del Carnaval de Neurociencias



¿Qué es un recuerdo? ¿Cómo podemos ver imágenes cuando sólo percibimos la luz reflejada del sol? ¿Por qué no necesito pensar en respirar para seguir haciéndolo?

¿Qué tienen de especial las células nerviosas que las hace capaces de crear pensamientos? ¿Se puede recuperar la memoria perdida? ¿Cuánto falta para que podamos reconstruir o incluso reconfigurar nuestros circuitos neuronales?

¿Piensan los animales? ¿Podremos algún día leer sus mentes y comunicarnos con ellos? ¿Es la realidad muy diferente de lo que percibimos a través de nuestros sentidos? ¿Qué relación hay entre los impulsos eléctricos y los sentimientos? ¿Avanzará la tecnología hasta el punto de permitirnos almacenar físicamente nuestras memorias? ¿Se puede mejorar la enseñanza atendiendo a las necesidades particulares de cada cerebro? 

¿Por qué no recuerda mi nombre el abuelito? ¿De verdad nadie puede devolver la movilidad a mi cuerpo? ¿Cómo puedes dejar que la necesidad de beber te controle? ¿De dónde salen esas imágenes que sólo yo soy capaz de ver? ¿Quién habla dentro de la cabeza del tío? ¿Desde cuándo dormir demasiado es una enfermedad? ¿Quién eres de verdad, el que me abraza ahora o el que acaba de lanzarme contra la pared? ¿Cuándo una manía se convierte en una patología? ¿Existe cura para la infelicidad? ¿Cómo puede doler tanto cuando no estás a mi lado? 

No importa la causa que origina la necesidad de buscar respuestas. Ya sea por descubrir cómo funciona cuanto nos rodea, por descifrar los misterios de la naturaleza, por ayudar a un ser querido, por sanar una enfermedad, por desarrollar un trabajo emocionante y novedoso, por jugar a los detectives, por resolver cuestiones vitales, por mera curiosidad… siempre que la pregunta se pueda formular de manera científica, la única respuesta posible estará formada, a su vez, por nuevas preguntas.

¿Para qué sirven las neurociencias? Para seguir haciendo preguntas. Para cambiar el mundo que nos rodea, y el que escondemos dentro de nosotros mismos.

Y con un poco de suerte, después de un tiempo lo suficientemente largo y de un número de preguntas aún mayor… para llegar a comprendernos.

3 comentarios:

  1. Ole, ole y ole .
    Ves como si se puede?
    Esta perfecta.

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  2. Pienso en la noticia de hace un par de semanas, el hombre que vuelve a caminar gracias a un cultivo de sus propias celulas. Y pienso que lo más especial es que esa noticia no es una respuesta (aunque en parte le es) sino la puerta a cien preguntas nuevas. Lo mejor de la ciencia es que es inagotable

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  3. Gracias por vuestros comentarios, siento no haber respondido antes.

    Moli, me alegro de haber superado la prueba ;D

    José Antonio, totalmente de acuerdo. Cuando era más joven imaginaba un futuro estanco, con la Humanidad viviendo cómodamente sin problemas que resolver, pero ahora tengo claro que eso nunca sucederá. Cada puerta cerrada abre de golpe otras tantas (en realidad no creo que ninguna se llegue a cerrar del todo)

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Como dijo Ortega y Gasset, "Ciencia es aquello sobre lo cual cabe siempre discusión"...

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