Este verano, aprovechando que no me he movido demasiado, me he hinchado de ver películas, algunas de ellas vistas ya mil veces (nunca está de más revisionar joyas como El guateque, que te alegra el día). Una de las revisiones más nostálgicas fue la de Jasón y los Argonautas, una joyita para cualquier aficionado a los FX tradicionales, la mitología griega o el cine de aventuras en general. Está claro que haberla visto en la tierna infancia hace que las deficiencias palpables del film pasen desapercibidas, dejando lugar para poco más que la fascinación que produce presenciar batallas imposibles entre humanos y gigantes de bronce, arpías voladoras o los famosísimos ejércitos esqueléticos. Aparte de que verla a fecha actual puede desmerecer sus artesanos (aunque algo ingenuos) efectos visuales obra del genio Ray Harryhausen, el apresurado final y algunas torpezas del guión la alejan de ser una obra maestra, lo cual tampoco le resta valor como entretenimiento.
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En la película, Jasón es un desterrado heredero al trono de Tesalia que regresa con la intención de derrocar al tirano Pelías y recuperar el puesto que le pertenece. Para ello, contará (como buena historia mitológica) con la ayuda de los dioses del Olimpo, que le guiarán hasta el confín del mundo (un sitio muy concreto y localizado, a deducir por cómo lo presentan en la peli) en búsqueda de un maravilloso objeto denominado "el vellocino de oro" (básicamente, una piel de cordero fabricada con espumillón de navidad).
Sí, de oro; del que cagó el moro. |
Pero dejemos aquí la película para pasar a contestar la pregunta que todo lector se está haciendo: ¿qué tendrá que ver esto con el tema de las proteínas? Pues bien, la explicación es muy sencilla: descubrí recientemente que existen unas proteínas llamadas Argonautas. Inmediatamente, me pregunté si el nombre de las proteínas se debía a una función que tuviera que ver algo con la historia de los argonautas que acompañaban a Jasón, o simplemente el becario que la caracterízó en su día tuvo la genial osadía de utilizar sus referencias culturales para homenajear a su película favorita. Este hábito, no poco común en ciencia, da lugar a nombres de genes o proteínas tan curiosos como Groucho o Smaug, pero a su vez provoca que muchas veces uno se encuentre con elementos nombrados de una manera que poco o nada dicen de su posible función (servidor, para una vez que caracterizó un grupo de proteínas, no tuvo los bemoles de dar rienda suelta a su frikismo, y parió un nombre tan horrible como AtPFA-DSPs. Imaginense pronunciar esto cada dos por tres (6) durante la defensa de la tesis, o en un seminario en inglés. Hubiera preferido llamarlas proteíans Batablanca, o Spiderman).
Pero me estoy saliendo del tema. Vayamos por partes: en primer lugar, ¿porqué los argonautas de la película se llamaban así? Muy sencillo: el navío en que viajaban se llamaba el Argos, bautizado en honor a su constructor (que casualmente se llamaba también Argos). Por lo tanto, el término viene a decir sencillamente "navegantes del Argos". Quedémonos con ésto, y veamos qué hacen las proteínas argonautas para comprobar si existe alguna relación.
Para entender estas proteínas debemos conocer un proceso denominado "interferencia de ARN". Un mecanismo de regulación de la expresión génica consistente en eliminar la expresión de determinados genes mediante la degradación de su ARN mensajero. Recordemos que los genes codificados en el ADN sufren un "calco" en forma de ARN mensajero, antes de que lleguen los simpáticos ribosomas y se pongan manos a la obra para fabricar proteínas. Bien, pues el sistema de interferencia consiste en que un RNA de pequeño tamaño, complementario al ARN del gen en cuestión, recluta una serie de proteínas que a su vez son dirigidas hacia el mensajero y se encargan de degradarlo. De este modo se produce la inhibición de la expresión génica; es decir, se impide que llegue a formarse el producto del gen (la proteína). Este mecanismo, que funciona en determinadas situaciones fisiológicas, es utilizado hoy en día como herramienta de ingeniería genética y nos permite analizar el efecto de suprimir determinado producto génico de manera controlada. Entre las proteínas que forman el complejo de unión a ARNs de pequeño tamaño, se encuentran las argonautas: su función concreta, al parecer, es "engancharse" al ARN de pequeño tamaño, reclutando a su vez a otros miembros del complejo, y dirigiéndolos hacia el ARN mensajero diana para que sea degradado. Una función crucial, pero que poco tiene que ver con la navegación o cualquiera de las aventuras de Jasón. El origen del nombre hay que buscarlo en otro lugar.
Proteína argonauta. Cualquier parecido con un griego marinero es pura coincidencia. |
Y llegamos al tercer "reservorio" de nombres de proteínas, tras la analogía de funciones y la imaginación personal del investigador: el fenotipo observado en un organismo modelo tras una alteración en el gen de estudio. En el caso que nos ocupa, unos mutantes de la planta Arabidopsis thaliana (el organismo modelo del reino Plantae más estudiado hasta la fecha) que mostraban un crecimiento anormal, con los tallos y flores alterados, formando una especie de espiral retorcida. Esta forma le resultó curiosa a sus descubridores, y le vieron parecido con (atención, entra aquí el factor subjetivo)... ¡un calamar! Sí amigos, una especie particular de cefalópodos conocidos como...¡efectivamente! ¡Argonautas!
Caracterización del fenotipo del mutante AGO1 por Bohmert et al. (Ref.3). En la parte (D) se observa una plantita normal (izquierda) y la esmirriada mutante (derecha). |
Pues sí, he aquí al pulpo (Argonauta argo). Clavadito a la foto de antes, vamos (más información e imágenes chulas pinchando aquí) |
Queda pues resuelto el misterio: estas proteínas no se llaman así por la mitología griega, ni por haber sido descubiertas por un investigador maño. Resulta que le deben su fantástico nombre a un mugriento calamar (vale, es un pulpo, pero el nombre de "calamar" me resulta más gracioso, qué pasa). El último cabo que queda por atar es porqué narices este bicho goza de tan ostentoso nombre: al parecer, en un nuevo alarde de subjetividad y lirismo científico, los definidores de esta especie imaginaban que utilizaba las membranas de sus tentáculos para "navegar" por la superficie de los mares, de ahí la relación con los argonautas mitológicos.
Espero que hayáis disfrutado de esta particular investigación bilbiográfico-wikipédico-anecdótica tanto como yo, pues al empezar a escribir el post no tenía ni idea de qué eran las proteínas argonautas ni de que existía un bicho con semejante nombre.
Sorpresas que da la vida.
Referencias:
Y una mención especial y agradecimientos a la compañera Carmen por descubrirme estas proteínas de pomposo nombre.
Se ve que las pelas que te gustan son buenas, vere una que mencionas en este artículo.
ResponderEliminarjaja, me encanto la entrada, es que no hay como empezar a investigar algún concepto y llevarse estas sorpresas, agradecido la hayas relatado tan meticulosamente, ha sido genial.
ResponderEliminarComentaba un amigo que le habia encantado el remake de furia de titanes, que sacrilegio por dios, en un articulo que hice algún tiempo, comentaba que daba muchísimo mas miedo la medusa de Ray Harryhausen de la clásica película que la moderna y es que este hombre era un genio de los efectos especiales y nos dio escenas increíbles como la que bien relatas de Jason y los esqueletos.
El elegante y maravilloso argonauta ¿mugriento calamar? Me ha encantado el post, pero ese calificativo no te lo perdono.
ResponderEliminar¡Ey, qué grande "El guateque"!, a mí también me gusta mucho.
Dr. Litos, mis orejas aplauden, que Grande Eres!
ResponderEliminarQuizá un día, en un futuro lejano perdido en los confines del tiempo... donde la ciencia ni siquiera se recuerde, donde sea un espejismo del pasado como la magnifica Atlantis, Uno de sus habitantes sumido en la oscuridad entre sus vestiduras "griego-like" descubra tu tesis doctoral, y, sin entender no papa... llame ha su monstruo mitológico: "AtPFA-DSPs". Y este nombre provocará mas pavor, miedo y desprecio que esos que inventaron esos griegos aficionadetes.
Calistor, precisamente este fin de semana vi la de Furia de Titanes (nueva) y pensé exactamente lo mismo: la Medusa acongojaba mil veces más. Parece mentira que con tanto CGI a su disposición no se den cuent de que un bicho de tres metors de alto con forma de serpiente, cuya SOLA MIRADA convierte en piedra, no necesita casi ni mostrarse para generar pavor. En la antigua el juego de los reflejos en los escudos quedaba elegantísimo e ingenioso, en la nueva es una escena de acción sin gracia ni originalidad alguna. Me alegro que te haya gustado el post.
ResponderEliminarCopepodo, siento haber ofendido a tan magnífico cefalópodo, pero reconóceme que el insulto era requerido para enfatizar la sorpresa y el estupor que uno sufre al descubrir el origen del nombre de estas proteínas, tan rebuscado.
Cualquier día me lío a hablar de pelis de Blake Edwards o de Billy Wilder, por el mero placer de recordarlas, aunque no tengan nada que ver con la ciencia. Porque dan alegría, que no es poco.
Banchsinger, menuda escena has pintado: ni en los relatos más locos de Asimov! Gracias por la idea, ahora me siento algo más contento con ese absurdo nombre lleno de molestas siglas. Encima con la de dibujitos que tiene mi tesis, iban a flipar los del futuro...
Gracias a todos por los comentarios, a ver si me lanzo más a mezclar cine y ciencia que da para mucho.
Buaaah!!! Me ha encantado la entrada!!! Me alegro de haberte dado una pequeña idea para que pudieses hacer una gran entrada (no sólo en extensión, jeje) y haber contribuido un poquito al blog! Ya sabes...seguiré desde la distancia las actualizaciones ;)
ResponderEliminarCarmen
me flipa esta peli!! es una de las joyitas con las que me crié, ademas de con Freddy Krueger, los critters, y un monton de peliculas que no deberia ver con 5 años jaja
ResponderEliminarPues ni idea de cefalópodos y proteínas pero la película que comentas es un clasicazo con efectos que ponen en evidencia los batiburrillos de píxels actuales. Efectivamente las "argonauticas" deben su nombre a la obra de Apolonio de Rodas.
ResponderEliminarUn saludo!
¡Hombre Dr., qué alegría leerle por aquí!
ResponderEliminarPues si le ha gustado no se pierda la inminente publicación donde se comentará una de esas pelis tan pixeladas; por si fuera poco, comparándola con un clásico de la ciencia ficción de los años 70.
Así me aseguro que se pase de vez en cuando... un saludo y vuelva pronto!
Bueno, bueno, qué disfrute de post, y qué gracioso...
ResponderEliminarResulta que esta peli me encanta (bueno, en general Jarryjausen es mi debidad), pero cualquier parecido con el bichejo Argonauta argo es eso, pura coincidencia, como en las películas...
Aunque sea antiguo... ¡qué bien te ha salido este post!
Saludetes
Buenas Chicos, ya voy por aquí y debo de decir varias cosas.
ResponderEliminarLa primera es que mi tiempo se repliega ciertamente cada vez que tecleo "Jindetres" en mi ordenador. ayer sin darme cuenta me dieron las 4 de la mañana (y eso que tengo muy buenos libros entre medias como "El reloj de Mr. Darwin").
La segunda, que mi novia os odia. Dice que solo tengo tiempo para mi amado batablanca y mis cosas de ciencia jejeje
Enhorabuena chicos. Habéis creado casi un mundo Blogosferico muy bueno.
Por cierto, cuando acabe de leer hasta la ultima entrada (a este ritmo dentro de muy poco) quizás me anime a aportaros una pequeña entrada a propósito de Darwin... no se si será del agrado de todos y más siendo Mr. Charles quien es, pero bueno. En ciencia todo es crítico y criticable...y hasta aquí puedo escribir.
Me encantó! Primera vez que leo uno de sus análisis bibliográfico-wikipédico-anecdótico. Llegué aquí por pura casualidad y por pura curiosidad me quedo.
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