domingo, 24 de julio de 2011

Diario de congreso (I)

Lo que sigue a continuación es una recopilación de anotaciones tomadas durante el transcurso de un congreso internacional en la localidad de Baden (Viena, Austria) centrado en el fascinante tema de las Fosfatasas. Aunque escrupulosamente basadas en hechos reales, algunas anécdotas han sido sutilmente alteradas con fines dramáticos y algunos nombres reales han sido sustituidos por pseudónimos.

jueves, 14 de julio de 2011

El niño y los insectos

El escarabajo seguía vivo, a pesar de todo. Después de caer de una altura que para él debía de ser considerable, rebotar en varias piedras y terminar completamente boca arriba y bajo los rayos de un sol abrasador, al cabo de cierto tiempo desplegó sus diminutas patitas y comenzó a menearlas, nerviosamente, acariciando el aire sin resultado aparente. El niño observaba, atónito, cómo poco a poco el insecto se balanceaba cada vez más, y de repente, con un golpe brusco se dio la vuelta. Su duro caparazón - de un color verde brillante, lleno de matices y que cambiaba con cada variación de la luz que reflejaba - se abrió para descubrir las poderosas alas que vibraron, levantaron el peso del animal y le permitieron alejarse rápidamente. Los ojos del niño le siguieron hasta que la silueta del pequeño insecto se desdibujó contra la luminosidad de la mañana, y tuvo que cerrar los ojos ante el resplandor. Se encontraba tan fascinado como intrigado, pues la observación de tal cantidad de curiosas propiedades del insignificantemente pequeño ser le sugería un sinfín de preguntas sin respuesta. 

Preguntas muy similares le vendrían a la mente años después, cuando durante sus viajes por sudamérica fue asediado por legiones de insectos de todas clases, llegando a ser picado por muchos de ellos, sufriendo toda variedad de síntomas a cual más doloroso. Nunca volvería a encontrarse totalmente sano, y jamás descubriría qué era realmente lo que había enturbiado su salud. Por más que quisiese pensar sobre ello, era imposible que conociese el papel que insectos como aquellas chinches tuvieron en propagar la enfermedad que jamás le abandonaría. Y por muchos años que dedicase a meditar acerca de cuán evidente era que el escarabajo que observaba embelesado en su tierna infancia y la chinche que le infectó con un organismo parásito del que ni siquiera tenía conciencia, estaban de alguna manera emparentados. Aun así, no dejó nunca de hacerse estas preguntas, y a falta de encontrar respuestas, decidió seguir recopilando información como aquélla mientras le durasen las fuerzas. 

Y así lo hizo, fiel a su curiosidad; y muchos años después aquel niño intrigado por los insectos se hallaba en una tranquila casa en la campiña inglesa, mesándose la frondosa barba blanca, evocando recuerdos de infancia y dándose cuenta de que, al fin y al cabo y después de años de observación y análisis, seguía teniendo más preguntas que respuestas.



Este post participa en la primera parte del Biocarnaval de verano, hospedada en Marimarus blog.


lunes, 11 de julio de 2011

¡Comienza el biocarnaval... de verano!

¡Atención, damas y caballeros, niños y niñas, biopirados y demás fauna de la blogocosa! 
 ¡Prepárense todos para asistir al macroevento más esperado desde el descubrimiento de la doble hélice! Da comienzo el...


Y se preguntarán los despistados... ¿qué es eso del "biocarnaval"? Y yo les contestaré: pues es una actividad lúdico-científica consistente en recopilar distintas entradas acerca de un campo de la ciencia en particular, durante un tiempo concreto, y ocupándose un blog anfitrión de señalar el comienzo y final, recopilando todas las entradas y pasando el testigo a un nuevo blog que hará la siguiente vez de anfitrión. Para aquellos que os pille de nuevas, podéis ir siguiendo la pista a las diferentes ediciones de los distintos carnavales en que hemos participado siguiendo esta etiqueta, para haceros una idea de cómo funciona la cosa.

Pero, ¿qué diferencia a este carnaval de los demás?

En primer lugar: es en verano. En segundo lugar, es un esfuerzo conjunto, organizado por cuatro sitios distintos (entre los que tenemos el honor de contarnos). Os presento un cronoesquema del evento y los lugares desde donde seguirlo:
 

11 de julio a 15 de septiembre:


11 de julio a 1 de agosto:

- Edición clásica del carnaval, a cargo de @Tiwanacu en el blog Marimaru's blog. Temática sugerida: "Nuestros queridos artrópodos"

2 de agosto a 15 de septiembre:

- Edición veraniega (sensu stricto) del carnaval, a cargo de servidor de ustedes, en ¡Jindetrés, sal!. Temática sugerida:  "La biología del verano"


Os recomiendo que os paséis por los demás blogs para ver el detalle de cada una de sus propuestas, que habrán publicado hoy mismo. En nuestro caso, como habréis leído más arriba, hasta el mes de agosto no empezará oficialmente nuestra correspondiente parte, así que tenéis tiempo para pensaros el tema de vuestro post. Probablemente os habréis quedado un poco locos al leer la temática propuesta para esta última parte; mas no temáis, llegado el momento explicaremos los detalles de la convocatoria publicando un nuevo post recordatorio, y posteriormente empezaremos a publicar algunas entradas de ejemplo, de nuestra propia cosecha (ya he embaucado a banchsinger y Pablunchu para que se pongan manos a la obra).

Para dar ejemplo, en unos días publicaré un post para participar en la parte de Marimaru's blog; respecto a las demás, presento oficialmente mi dibujillo del Darwin vacacional al concurso organizado en Feelsynapsis, y a la vuelta de mis periplos veraniegos espero tener alguna foto impactante que aportar a Micro Gaia. Os animo a todos, blogueros y no blogueros, a participar en la parte del carnaval que más os atraiga, si no en todas (no diréis que hay un poco para cada vena artístico-biológica): además en algunos de ellos... ¡¡dan premios!! 

Como ya habréis dejado de leer nada más ver la palabra "premios" y constatar que de eso aquí no vais a encontrar nada, me despido. Ale, todos a biopintar, biofotografiar y bioescribir paridas.

P.D.: por si no fuera lo bastante emocionante todo este tinglado, encima coincide la inauguración con el aniversario de nacimiento del Homo sapiens representado por mi pixelada faz. Vamos, que por ahora, mi único regalo de cumpleaños es... ¡faena extra!

domingo, 10 de julio de 2011

La llegada de los radicales

Durante el transcurso de muchos ciclos, la vida en la célula había sido bastante tranquila.Todas las funciones estaban bajo un finísimo control, que se veía rara vez alterado: y cuando así era, sólo duraba poco tiempo, el suficiente para que los programas génicos adecuados se pusieran en marcha para recuperar de nuevo el equilibrio. Las proteínas necesarias en cada momento eran sintetizadas en la cantidad necesaria, y cuando ya no se necesitaban eran debidamente degradadas. Era éste un proceso natural y en absoluto dramático. Todas las proteínas conocían su función, el orgánulo en el que debían realizarla y el tiempo exacto que debía durar su actuación. Desde el núcleo, los factores de transcripción, ribosomas e histonas se ocupaban de que la expresión génica no se viese alterada, y ponían en práctica las órdenes que llegaban desde el mismísimo exterior, activaban los receptores de la membrana plasmática y ponían en marcha las legiones de quinasas y demás efectores. En resumidas cuentas, nadie se salía del esquema definido.

Hasta que llegaron los radicales.


domingo, 3 de julio de 2011

Dejad que los Magufos se acerquen a mi...

¿Porqué somos tan altivos los científicos? 


Esta es una pregunta que tiene difícil respuesta, y que me surge de nuestra incapacidad. Porque (como ya ha apuntado Dr. Litos o Eulez) también es nuestra la culpa de que la sociedad en que vivimos, por lo menos en nuestro país, no solo nos haga el mínimo caso, sino que además, sus dirigentes se pasan por el forro las políticas y presupuestos para I+D, que se parecen más a una limosna que a una inversión adecuada a un país que aspira (aspiraba, quería decir) a ser una potencia europea. 

Sí, señores nuestra es la culpa de no explicarle al "profano", con precisión y sin sensacionalismo, en qué consiste la ciencia, cómo funciona la ciencia, qué se hace en ciencia, y cuál es el método científico. Bien es cierto que desde hace muchos años unos pocos se han dedicado a la divulgación de la ciencia y últimamente han proliferando miles de blogs y páginas de divulgación de la ciencia (como éste, amén de las chorradas y gilipolleces)... pero no es suficiente, es más, si la divulgación científica se ha expandido, el esoterismo y la paraciencia no lo han hecho menos.

jueves, 30 de junio de 2011

Ana Cuervo y el "autozampamiento" celular


 El salón de actos está lleno hasta los topes. El tema de la charla es muy interesante: autofagia, neurodegeneración y envejecimiento. Pero cuando un salón de actos que acoge seminarios cada semana de repente aparece especialmente abarrotado, no es sólo porque el título tenga gancho o el tema sea de gran actualidad. Hay otro factor clave: la persona que lo imparte. Cuando un investigador de prestigio que es un referente internacional en su campo presenta su trabajo, nadie quiere perderse su exposición; pero si además se corre la voz de que la persona en cuestión es especialmente hábil dando a conocer sus resultados, la ocasión es muy especial. Ana María Cuervo es una de esas personas.


 Así da la bienvenida la página web del laboratorio de esta investigadora, en New york.

martes, 21 de junio de 2011

De genomas y genes (II): construyendo seres vivos

Una vez repasados los conceptos de genes, genomas y códigos genéticos, estamos en disposición de profundizar un poco. Porque si por algo se caracteriza la naturaleza amigos, es por llegar a niveles de complejidad asombrosos partiendo siempre de esquemas sencillísimos.

Efectivamente, una vez entendido el problema gracias a la simplificación (recordad, el "manual de instrucciones" y todo eso), debemos confesar que hay muchos más detalles que complican el asunto. Aunque la base sigue siendo simple (secuencias que codifican otras secuencias, todas basadas en repeticiones de elementos mínimos), el genoma es algo mucho más complejo que una serie de "páginas" seguidas; la forma en que el ADN se organiza va más allá de una secuencia lineal de nucleótidos (recordad, las "letras": A, G, C y T): existen deformaciones de la molécula que impiden o facilitan su lectura (el ADN superenrrollado, y no es porque sea un tío chachi); tramos enteros de ADN que no codifican ninguna proteína (el ¿mal llamado? ADN basura; tema muy debatido en la actualidad y del que todavía se desconoce mucho); otros tramos donde se deben unir factores determinados para regular la expresión de los genes (amplificadores, operones)... es decir, que no todos los tramos de secuencia constituyen  estrictamente una instrucción para construir proteínas; muchos se encuentran simplemente a la espera de que se unan o no determinadas proteínas, "enchufando" o "desenchufando" los genes a los que preceden: así se controla que a pesar de tener el mismo contenido genético, las células de un mismo organismo tengan aspecto y funcionalidad radicalmente distinto. Y esta afirmación merece un parrafito aparte.


 Todas las células representadas en este dibujo poseen exactamente la misma información genética 
(siendo puntillosos, las células reproductivas o gametos poseen exactamente la mitad; pero de eso hablaremos otro día).

viernes, 10 de junio de 2011

De genomas y genes (I): leer y descifrar

Hola amigos. Como si de un capítulo barriosesámico se tratase, hoy vamos a aprender la diferencia entre leer y descifrar. Y lo haremos con la ayuda de dos términos que a menudo acompañan erróneamente a dichos verbos: ni más ni menos que el genoma y el código genético. Vamos a explicarlo para todos los públicos, empezando por definir algunos conceptos y terminando con ejemplos (alguno muy reciente) de cómo a menudo se produce confusión entre ellos. 
 



domingo, 5 de junio de 2011

La pregunta maldita

- Bien, creo que lo mejor será empezar de nuevo, desde el principio. Quiero que me cuentes exactamente lo que viste y oíste desde que llegaste al laboratorio hasta que te encontró el coche patrulla gritando como un poseso, ¿de acuerdo? – dijo el agente, con una voz que denotaba tanto cansancio como irritación. Ni siquiera pudo evitar sonar amenazante, despectivo… le daba igual; llevaban en esa habitación más de una hora, y todavía necesitaba bastante información para poder entender algo de aquél asqueroso asunto. Así que si el chaval se ofendía, le importaba un pimiento.

El chico tragó saliva. Alargó la mano hacia el vaso de agua y dio un largo trago. Tras intentar sin éxito empezar a hablar de un tirón sin tartamudear, finalmente consiguió articular una serie de frases:

- Y-yo, eh, pues… bueno, pues como decía… sí, a ver…  bueno pues yo tenía que ir al laboratorio a cambiar unos medios…

El policía le interrumpió.

- A ver, chaval, te lo digo por última vez a ver si te queda clarito: ahórrame cualquier palabreja por la que tenga que preguntarte el significado, ¿de acuerdo? A no ser que sea absolutamente imprescindible para entender lo concerniente al altercado. Venga, los científicos tenéis que saber explicaros muy bien, ¿no? Pues ala, a tirar de sinónimos y no me vuelvas a hablar de medios, de enteros, ni de su puta madre.

martes, 31 de mayo de 2011

Un equipo científico de primera

Cuando entró en la sala, ya estaba todo el mundo allí. Libreta de notas en mano, en absoluto silencio. Eso le tranquilizó en buena medida; demostraba una vez más que la gente con la que trataba eran tan responsables como profesionales. Respiró hondo, sonrió, y saludó a los presentes mientras subía al estrado. Se tomó unos segundos para observarlos desde allí arriba. Hombres y mujeres con diferentes orígenes, intereses diversos, pero unidos por la ciencia. Se podía leer en sus caras la emoción, las ganas de avanzar en sus investigaciones, el deseo de probar sus hipótesis y contribuir con un trabajo digno a sus respectivos campos de conocimiento. Ahora, todas esas caras le miraban a él, con la esperanza de que pudiera sacarles del bache común al que se enfrentaban, asolados no sólo por la precariedad de los fondos en sus respectivos países y por la dura competencia internacional, sino por algún factor desconocido e implacable que les había condenado a un desprestigio tan inmerecido como inexplicable. Así que había llegado la hora de buscar una solución a su problema común.

Carraspeó un par de veces, comprobó el micrófono, y comenzó su discurso: