martes, 5 de marzo de 2013

Sobre postdocs, estancias y demás panderetadas

Vale, ha llegado el momento. Hoy voy a poner por escrito mi opinión respecto a un tema del que hemos hablado últimamente mucho, por tuiter y en distintos blogs, incluyendo este mismo. Ya que se ha dicho tanto sobre el tema, y además bastante bien dicho, me limitaré a contar mi experiencia personal y algunas de mis opiniones, y a enlazar y resumir lo que se ha hablado en otros lugares para que todas las posturas queden claras. Y por supuesto, ahí están los comentarios para ampliar o corregir esta labor recopilatoria.


Figura 1. La ambición personal y los intereses en la vida son tremendamente mutables: el consejo de nuestro post de hoy sería no encasillarse en lo que se espera de uno ni en lo que "está establecido", sino elegir libremente el destino más acorde con los sentimientos y necesidades propios en cada momento. Toma ya (sacado de el siempre genial PhDComics).


En esta época convulsa de situaciones límite y recursos infinitesimales, el debate irse/quedarse se plantea en todas las profesiones de nuestro país, o al menos en muchas de ellas. Pero en el campo de la investigación científica, el debate adquiere un matiz peculiar. Esto se debe a que la "carrera científica", si es que tal cosa existe, ha requerido siempre, casi por consenso generalizado, que después de realizar el doctorado el investigador realizase unos años de estancia postdoctoral en el extranjero. Así, como suena: en el extranjero. Fuera del país. Durante muchos años, la generación correspondiente a nuestros actuales jefes (más o menos) vio recompensado su exilio, casi independientemente del resultado científico de éste, con una vuelta en la que se les ofertaba un puesto fijo y un laboratorio donde engendrar un grupo propio en la mayoría de los casos. En el caso de los "pioneros", esto estaba más que justificado pues realmente en este país de pandereta nuestro no había recursos comparables a los de los Estados Unidos o la Inglaterra de la época. Con el tiempo, este sistema se fue viciando (como todo lo que dura en España) de modo que (casi) cualquier joven doctor que se fuese al extranjero, daba igual que fuese a Harvard o a Libertonia, era considerado válido para iniciar su propio grupo de investigación. Se estandarizó un círculo vicioso en el que, si no te ibas al extranjero, no podías aspirar a progresar en materia científica (esa es otra: para vivir de la ciencia, se te obliga a formar tu grupo, es decir, convertirte en jefe: te guste, valgas, o no); y por otro lado, aunque fueses un poco taruguete, mientras te fueses fuera podías contar con montarte el chiringuito y vivir de tu mediocridad.

¿En qué punto estamos ahora? Hace unos años, según terminaba la tesis y me planteaba si era una locura decidir quedarme (porque prácticamente, tenía decidido no irme), acudí a mi jefe de aquel entonces, hombre sabio y sincero donde los haya. Me vino a decir aproximadamente lo siguiente: que realmente antes era imprescindible largarse, pero que ahora, no. Eso sí, quedarse implica que se cierren algunas puertas, y tener que currárselo más. "Me vale" - pensé en aquel momento, así que me arremangué la camisa, me apreté el cinturón y aquí estoy ahora, en la misma ciudad cuatro años (casi cinco) después. Hace escasos meses planteé esta misma pregunta a mi actual jefe, que afortunadamente también es un tío cabal y sensato, y su respuesta fue: "Sobre el papel, eso de irse fuera ya no cuenta; ahora bien, en la práctica, sigue siendo importantísimo". Es decir, que las convocatorias no lo pondrán como punto imprescindible, pero en la evaluación final se puntuará muchísimo, y no digamos ya a nivel personal. A este comentario de Banchsinger me remito.

Puede que todo esto parezca un poco exagerado, pero a grandes rasgos todos los que estamos metidos en esta profesión sabemos que más o menos es lo que se cuece. Ahora bien, no seamos extremistas e intentemos sacar una serie de conclusiones concretas y lo más objetivas posibles:

¿Es imprescindible a día de hoy hacer un postdoc en el extranjero para seguir trabajando en ciencia en nuestro país?

NO, no lo es. Eso sí, prepárate para sudar sangre y ten la toalla preparada para ser arrojada.

¿Es mejor?

Sí, por supuesto.

¿Irse fuera, por tanto, te garantiza una vuelta feliz y asegurada para seguir trabajando en ciencia en buenas condiciones?

Lamentablemente, no. Y ahora, menos que nunca.

Luego ya podemos discutir los beneficios de la estancia postdoctoral en el extranjero, que son muchos y variados y nadie los puede negar. A nivel profesional sobretodo: aprender otros idiomas, conocer gente, vivir otra cultura, descubrir cómo se hacen las cosas en otros laboratorios, aprender a pensar como otras personas lo hacen, disfrutar tal vez de tecnología distinta o incluso inalcanzable en nuestro país... podríamos seguir y seguir. Personalmente, la mejor decisión que tomé durante mi formación predoctoral fue realizar una estancia predoctoral en otro país: una experiencia enriquecedora como pocas en mi vida, de la que guardo buenísimos recuerdos y en la que conocí a grandes amigos y colaboradores, y a la que debo seguramente el que mi trabajo encontrara la dirección necesaria para encauzarse y por qué no decirlo, publicarse. Pero si os fijáis, muchas de las ventajas que estamos comentando se van reduciendo día tras día según mejoran las comunicaciones, los vuelos baratos, y el nivel tecnológico de los países se va igualando. Pero bueno, a muchos niveles, todo son ventajas. Lo cual no quita otro punto que normalmente es menospreciado y que para mí es crucial:

Como todo son ventajas, ¿es lo mejor, para cualquiera, irse fuera?

Entramos ya en el terreno de lo personal. Y por muy estimulante que sea vivir en oro país, puede haber quien no quiera ni planteárselo. O quien no pueda planteárselo. O quien considere su vida sentimental más importante que su vida profesional. O quien aprecie demasiado a su familia o amigos. O quien tenga un familiar cercano dependiente del que no puede alejarse. O quien tenga miedo patológico al frío polar. Y así, muchos "Os" más.

Entonces podría uno decir "Pues bien, es una lástima, pero o no tienes arrestos suficientes para hacer los sacrificios necesarios por la Ciencia, o no puedes permitírtelo; te toca jorobarte".

En realidad, lo que a lo mejor no puedes es ganar un premio Nobel, o trabajar con los mejores del mundo, o curar el cáncer. Pero estas cosas no significan no poder vivir de la ciencia, no poder hacer grandes contribuciones ni no merecer una oportunidad de desarrollar un trabajo profesional de calidad y que contribuya a aumentar la riqueza económica e intelectual de tu país. O al menos, no debería.

Si supeditamos la carrera científica a un patrón, una escala de pasos y objetivos estricta y en absoluto flexible, que además está basada NO en criterios de productividad científica sino en cumplimiento de una serie de escalafones preestablecidos, nunca seremos competitivos. La investigación depende de una heterogeneidad no sólo de niveles profesionales (técnicos, doctorandos, postdocs, investigadores principales) sino de una amalgama de personalidades, diferentes motivaciones, niveles de formación. No hace falta vivir y dormir en el laboratorio para conseguir grandes cosas, pero tampoco pasa nada si te apetece hacerlo.

Y para terminar, un apunte relacionado con la productividad. Se ha discutido en posts como este de Scientia o en los propios comentarios del post de Banchsinger, acerca de la diferente productividad en etapa pre- y post-doctoral. También acabo de leer en tuiter que @moigaren y @pakozoic discutían sobre esto. Aquí va mi opinión:


Figura 2. Así se ven unos a otros los que trabajan en ciencia. Para los efectos del presente texto, nótese el cambio de percepción entre predoctoral (PhD student) y postdoctoral (postdoc). 


Aunque hay rasgos definitorios de cada etapa, básicamente se pueden concretar en una obviedad que tira de espaldas: cuando haces la tesis eres un pipiolo, un recién llegado que no sabe nada de la vida. Cuando eres postdoc... bueno, pues aunque sigues siendo bastante más cateto de lo que te esperarías, al menos llevas ya un rodaje y te sabes sacar las castañas del fuego más fácilmente (ver Figura 2). Independientemente de esto, el volumen de publicaciones, comunicaciones a congresos, docencia impartida, y otros parámetros que se siguen utilizando como baremo de productividad, dependen tanto del sitio donde desarrolles del trabajo, como de la aptitud/ineptitud de tu director de tesis o proyecto postdoctoral, o del campo de estudio en que trabajes en cada una de las etapas (a veces se cambia drásticamente de campo). Un proyecto recién empezado, sea cual sea el punto en el que tú te encuentres cuando te incorporas, tarda más en dar lugar a publicaciones que uno ya rodado donde entras a ocupar el puesto de otro postdoctoral que se marcha, sin ir más lejos. En teoría, ser postdoctoral implica cierta capacidad e independencia como para tomar las riendas a la hora de publicar resultados; sí claro, eso según el jefe que te toque (ver Figura 3). En teoría también, ser predoctoral es una época de aprendizaje en la que te debes centrar más en hacer una tesis completa y rigurosa, las publicaciones ya vendrán después. Sí claro, luego a ver quién encuentra una convocatoria de ayudas/becas/contratos que no tenga como requisito indispensable al menos una publicación como primer autor.


Figura 3. La "independencia" del investigador postdoctoral, un arma de doble filo (de nuevo sacado de aquí).

De todo esto se deduce algo que debería ser evidente: como todo en ciencia, no se puede ser dogmático en la evaluación de las capacidades investigadoras de un científico. Ni reducir todo a una cuestión numérica. En los sitios donde vale la pena investigar, los procesos de selección incluyen días enteros de entrevistas, donde los candidatos imparten seminarios, defienden sus proyectos, y pueden justificar sobradamente si han publicado más o menos, si han decidido emigrar antes o no, y tienen la oportunidad de defender sus opiniones, sus decisiones, su forma de entender la investigación. Pero claro, esto requiere de tiempo, esfuerzo y dinero; y en nuestro país, como ya hemos dicho, todo lo que no sea invertir en panderetas es pedir demasiado.¿Significa esto que España es un sitio donde no vale la pena investigar?

Pues lamentablemente, la respuesta puede que sea SÍ. Y si no lo es todavía, a este paso pronto lo será.

Yo decidí en su momento quedarme. Por razones meramente personales; pero además, tuve la suerte (sí, para mí fue una suerte) de encontrar un laboratorio donde el trabajo que se hacía me parecía interesantísimo, que me planteaba nuevos retos y me permitía seguir aprendiendo cosas nuevas. Entré en un proyecto hecho a mi medida y además ya muy avanzado, gracias a lo cual he podido llevar un ritmo de publicaciones decente, he dispuesto de tiempo para terminar asuntos pendientes que redundaron en publicación de trabajos relacionados con mi tesis doctoral, dispongo de una línea de investigación propia que he podido además redirigir con total libertad, y tengo a mi cargo un estudiante de tesis que está a punto de enviar su primer artículo. En el camino he asistido a congresos nacionales e internacionales y he estrechado lazos con laboratorios extranjeros y patrios, con los que mantenemos una estrecha relación de publicaciones conjuntas, ampliando la temática del proyecto y abriendo nuevos caminos. Por lo tanto, puedo decir que mi experiencia postdoctoral ha sido muy productiva y estimulante, me ha proporcionado una formación y unos méritos relativamente competitivos, con el valor añadido de no haber salido de la ciudad donde tengo mis raíces y estoy a punto de formar mi propia familia.

Pensar que esta parrafada anterior pueda resumirse en un "Ah, pero entonces, ¿no has salido fuera?" me parece algo surrealista, absurdo y sobre todo, una expresión fósil, testigo de otra época. Así que mi actitud está más en consonancia con la que demostró en un reciente post el amigo @sonicando, donde con muchas menos palabras y más elegante prosa vino a expresar lo mismo: quedarme es una elección deliberada y personal, que me ha movido a luchar con uñas y dientes por lo que considero que me merezco: simplemente, un hueco en el que debería ser un entramado heterogéneo y denso de científicos y personal cualificado que saquen a nuestro país del estancamiento en que se encuentra, hundiéndose arrastrado por el peso de modelos de productividad alejados del conocimiento, de la innovación y en definitiva, del futuro.


ACTUALIZACIÓN: una visión muy acertada del sistema de I+D español, que coincide mucho con lo que contamos aquí, puede leerse en este post de @Jmadrigalolmo

13 comentarios:

  1. Pues no sé qué comentar, estoy de acuerdo con todo. Bueno, como reflexión es esto que cuentas de las ideas prestablecidas. La cuestión es que las generaciones anteriores evalúan a las que vienen por los mismos criterios que ellas tenían y eso es equivocado. Es como lo de comprar un piso, porque no meterse en una hipoteca es "tirar el dinero". Miren, pues depende. Depende del precio, de los intereses, del estado de la vivienda, de tus necesidades personales. Etc. Esto es igual "es que hay que irse de postdoc". Pues depende. Depende de lo que investigas en España, de lo que vas a investigar fuera, de tu situación personal, de tu situación laboral. Etc.

    ResponderEliminar
  2. Ah, eso sí, tengo que comentar que yo he notado un notable aumento del respeto "científico" hacía mi persona desde que los colegas saben que me voy de estancias a la EPFL. Ya ves tú, si no he publicado todavía nada con estos. Pues nada, te miran con mejor cara y tienes, no sé, como más prestigio. Pues vale, pues me alegro.

    ResponderEliminar
  3. Un texto realmente útil para alguien que está a un año de acabar la carrera, gracias.

    ResponderEliminar
  4. Estoy de acuerdo con todo lo que comentas en tu post.

    Sin embargo, tras los post publicados últimamente por distintos blogueros, creo que voy a escribir un post con mis buenas experiencias como postdoc en el extranjero, para que la gente pueda ver que hay de todo: gente a la que le fue bien quedarse y gente a la que no le fue tan bien, y gente a la que le fue bien irse mientras que otros no lo tienen tan claro.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  5. Que más se puedo decir...
    En fin, yo hubiese vivido mas tranquilo y confortable en España, en una situación parecida, de eso estoy seguro. En cuanto a la vivencia personal en el extranjero, ha estado bien pero tampoco siento que haya sido, en mi caso, una experiencia enriquecedora como pocas en mi vida. De cualquier manera dependerá de lo que se considere enriquecedor o de mi capacidad para percibir las cosas.

    Sea como fuere, la cosa es que (parafraseando a un viejo mago): Estés donde estés, tu eliges que hacer con el tiempo que se te ha dado...

    banchsinger

    ResponderEliminar
  6. ¡ Felicidades ! Eso lo primero.

    Luego respecto al tema, tras leerlo siento una extraña mezcla de optimismo pesimista, últimamente todas mis sensaciones respecto al mundo docente-investigador-universitario, me producen sentimientos encontrados por la extraña situación que rodea todo. Quizás sea como dice Copépodo un problema de percepción (síndrome del impostor) Pero bueno, quiero decir algo que se intuye entre tus líneas... lo importante del Jefe que te toque (o que te busques), Y me alegra saber que cuando seas jefe supremo, serás uno increíble que ayudará a un montón de jóvenes investigadores confundidos y perdidos. De eso no tengo duda alguna. : )

    ResponderEliminar
  7. Gracias por las aportaciones. Me alegra ver que tampoco he dicho ninguna tontería, por tuiter también veo mucha gente que coincide con mis apreciaciones aunque estaría bien ampliar un poco el panorama o encontrar alguien que piense de forma diametralmente opuesta.

    Al final todo se reduce a lo que comenta eulez, cada situación es un mundo y se debería evaluar como toca, no dar tantas cosas por sentado. Y animo a gente como moigaren a mostrar su caso, no quería dar la impresión de que el postdoc fuera no sirve para nada, creo que lo he expresado bien pero no está de más tener algunos ejemplos: yo conozco muchísimos casos, ya digo que gracias a mi estancia fuera obtuve muchísimas ventajas en mi proyecto de tesis, sin ir más lejos. La clave es que si te vas fuera y no pegas ni chapa, o te toca un jefe capullo, pues vas apañado.

    Lo cual me lleva al comentario último de Raven: toda la razón en cuanto a los jefes, creo que es fundamental la relación en un grupo de investigación y muchos directores de grupos no se dan cuenta de que no harían NADA si no fuera por la gente que tienen a su cargo, de los que dependen; me parece increíble las cosas que se ven por ahí, algún día habrá que escribir de eso también. No sé si yo llegaré a ser "jefe supremo", pero bueno por lo pronto tengo un estudiante a mi cargo y la verdad que lo pasamos genial, supongo que estará contento; en un próximo post hablaré de esto.

    ResponderEliminar
  8. Hola, hace algunos días respondí a otro compañero que está en tu misma situación, marcharse o no (es la cuestión?). Y siempre hubo muchos compañeros en la misma situación.

    Tú lo expresas de otra forma, no te engañes, ni te engañen, no es necesario irse, hay ejemplos que son desde spain referencias. Los tiempos de antes no eran mejores.Y la cuestión era la misma, marcharse o no.

    Si te quedas como dice tu jefe, hay que arremangarse, pero.... ¿es que fuera no se trabaja de postdoc?, creo se trabaja tanto o más. Y cuando te evalúen aquí o allí, (tanto si has estado allí o aquí) será en función de produción científica y proyecto propuesto. así es en todas partes del mundo, estar fuera no garantiza publicar bien, hay que tra-ba-jar arremangao. Y también conozco casos, muchos, de estar en grandes centros años que no han dado la producción esperada y seguro qeu se trabajó muuuy duro pero nuestro oficio es así. La reflexión que le hago a este otro compañero no te quieres ir del país o de tu ciudad? . Hay muchas formas de estar lejos. Incluso dentro de Spain.
    Ánimo, y sobre todo haz lo que creas que tengas que hacer, pero no eches la culpa a malos espíritus ni la conspiración del mundillo de la ciencia para que todos hagan el mismo círculo. No estoy de acuerdo.

    Pásate por el blog de Sonicando y ahí tienes mi reflexión completa, en la contestación al post "quedarme". http://sonicando.com/
    XOTK

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muy buenas, ya conozco el post de Sonicando de hecho lo he mencionado en el texto. Entiendo lo que dices y lo comparto, en parte; pero lo que yo quería no era patalear ni lamentar mi situación, que como digo, me ha ido bastante bien hasta ahora. Más bien quería denunciar una situación que sí existe, y es que se sigue entendiendo el "irse fuera" como un requisito evaluable en sí mismo. Por tanto no estoy de acuerdo cuando afirmas que en cualquier lado me van a evaluar siguiendo los mismos criterios de productividad: no es así,desde el momento en que te entrevistan para un puesto y te dicen ay, veo que no has estado fuera... y te piden mil explicaciones. Esa es la panderetada que da origen al post, por supuesto hay que currar y mucho, pero se puede hacer tanto dentro como fuera, no tiene sentido puntuar el "irse" como mérito. Lo de currar mucho y no obtener resultados/publicaciones pasa en cualquier lado, por supuesto... y por eso es injusto valorar más un "no obtener nada" fuera que un "no obtener nada" dentro.

      Eliminar
  9. Bien, de verdad que yo también entiendo lo que expones. Mi "rebote" particular siempre ha sido, como explico en el post a Sonicando, no sobre los que trabajan/trabajamos ... dentro o fuera o donde sea, más bien sobre porqué los que han corrido pasillos desde 4 o 5 de carrera, y durante el doctorado etc... se quedan sin méritos y a os que tienen méritos, la explicación que se les da es "tú como eres bueno vete...."

    El pataleo debería ir contra el la plusvalía de estar fuera y contra las plazas que nos hemos fumado de personal que solo ha corrido pasillos, que han ganado oposiciones sin mérito.
    Reitero, los tiempos de antes no eran mejores, quizás peores, e incluso así, muchos se quedaron,.... y los buenos, los que siempre han trabajado ahí siguen! con su lab y sus cosas. Por eso te animo, no creo que sea necesario irse. Pero tampoco creo que sea realista poder quedarse siempre en el mismo sitio en nuestra profesión. Quizás te toque ir desde Murcia a Albacete, o desde Soria a Bilbao... y quizás sufras en esas circunstancias la misma lejanía que si estuvieras en Berlín.

    Finalmente, una nota con algo más de ironía, o humor.,... estás seguro qeu tu estudiante no te ve como el panel que has puesto arriba? como un chulo 007 que lo explota un poco y que es condescendiente ... pero claro, te sonríe porque depende de ti. No pierdas de vista que los clichés se cumplen, e igual que tú ahora no entiendes muchas posturas de "jefes" un estudiante no entiende muchas posturas de Postdoc.
    Eso si, un consejo, aplica toda tu experiencia en enseñarle lo bueno de la ciencia y también lo duro. Actualmente, lo mejor que podemos hacer es transmitir claramente las cosas, para que el personal no se vea engañado al final de tesis.
    Y por supuesto, otra cosa a la que animo, es a empezar a participar de vuestras respectivas sociedades científicas, comités que podáis etc, Porqué? porque es fácil quejarse, y escribir blogs etc... pero difícil pringarse e intentar apostar por cambiar el sistema desde dentro.

    ÁNIMO!!! y sin dudas, quédate.

    XOTK

    PD. literalmente, vuelvo a la poyata.

    ResponderEliminar
  10. Yo me he quedado en un detalle probablemente sin importancia... pero es que soy predoc xD (por cierto, esa imagen de como nos vemos vale millones!!! jajaja), y es ese detalle de que si tienes un doctorado has de formar un grupo. Vale, quizá está anticuado con la situación actual, pero me ha llamado la atención porque el otro día hablaba con dos chicas de mi grupo que están como técnicas contratadas y NO quieren hacer tesis, porque el trabajo de licenciado les gusta. Lo cierto es que hacemos las mismas funciones ellas y yo, y hay un técnico más mayor, que da mil vueltas en manejar aparatos al resto del zoológico de jefes, postdoc, doctorandos y demás becarios, y no me refiero al hecho de manejarlos sino de conocer su fundamento científico mucho mejor que el resto. Eso me ha llevado a plantearme que se puede vivir en la investigación sin que ello lleve aparejado hacer una tesis, y que no sé si me veo dirigiendo proyectos como mi postdoc... Aunque aún es pronto: apenas llevo mes y pico en este grupo. Bueno, un comentario de novata ;P

    ResponderEliminar
  11. Yo estoy ahora mismo en el ecuador de mi beca de doctorado. Me costó "un huevo y medio" encontrar una beca para seguir en ciencia y acabé a 3'5-4 horas en bus, tren o coche de mi casa, sin vuelos directos ni AVE (ya ves tú). Pensaba que, bueno, hoy en día 350 km no son nada, y al menos me quedo en mi país (aunque no tengo problema alguno con aprender otros idiomas, tengo suerte en ese sentido). Me denegaron becas por formalidades ("hace mucho que terminaste la licenciatura", "sí, pero porque perdí un año en acabar una segunda titulación y otro año en hacer el máster, no cuenta?" Pues se ve que no). Me vine contenta para acá, confiando en que "estaba cerca" y en que 4 años no es tanto... Pero ahora que llevo ya dos, que me viene el dinero justo para comer, que bajar sólo una vez al mes a casa y ver a mis amigos y a mi pareja me dejan hecha polvo, que tengo ganas de "vivir mi vida" y no puedo por una separación física pura... Me hace planteármelo. No lo quiero dejar, quiero hacer el doctorado por el que tanto he luchado y hasta rechazado un empleo. Pero no tengo ningunas ganas de irme al extranjero, aunque parezca una cita obligada. Me gustaría vivir de la ciencia, pero en mi casa, en una ciudad cercana que me permita vivir con la gente que quiero (y eso que estoy en un sitio genial, con unos jefes maravillosos y compañeros con los que me llevo de categoría), pero me parece que me voy a encontrar con las mismas "sí, fuiste fuera en el máster, ¿pero no vas a hacer un postdoc? No has publicado más que un artículo. No has hecho 300horas de clase, sólo 60 por año. Etc..." Y siempre me quejo de lo mismo, de que no sirven estos baremos. Si mi investigación es básica o tengo muchos problemas para obtener resultados "publicables" (que esa es otra, casi nada de resultados negativos se publica y, mientras, todos a cometer los mismos errores. O bien, como me pasó, pierdes un año y medio intentando obtener un control adecuado para los experimentos posteriores... Como no publicas ¿no trabajas?), o si tengo problemas, o si mis jefes no me ayudan (que hay más de un caso de éstos), o si la investigación "no es interesante", o si...¿por qué automáticamente tengo menos derecho a un trabajo en investigación? Todos conocemos gente con notas medias bajas y muy válidos en investigación "real" (o el caso opuesto), así pues ¿por qué cerrarles las puertas? La solución, la que propones, entrevistas más exhaustivas y un poco más de inversión y de interés en I+D por parte de "los de arriba".

    Así que, a mis 30 casi... qué hago? Y cómo me quito esa sensación de tirar a la basura años aquí tanto si me quedo hasta el final como si no? En fin... un poco más de apoyo a los que "sufrimos" por este sector sería de agradecer, la verdad.

    Perdón por el rollo, pero necesitaba soltarlo xD

    ResponderEliminar
  12. Vaya, está bien comprobar que los posts viejunos siguen teniendo cierto efecto terapéutico XD

    Comparto tu angustia compañero, esta profesión nuestra es un puteo en muchos aspectos, lo cual se podría sobrellevar más o menos bien pero da mucha rabia que se de por hecho que "como nos gusta mucho" no tenemos derecho a quejarnos y buscar hacer lo que nos gusta en condiciones que también nos parezcan dignas. En fin, sólo puedo desearte paciencia y mucha, mucha suerte; y que tampoco te obsesiones, si de verdad uno valora mucho su vida personal, que le den a las tesis y a los artículos, se trabaja de otra cosa y a ser feliz.

    ¡Pásate cuando quieras a desahogarte!

    ResponderEliminar

Como dijo Ortega y Gasset, "Ciencia es aquello sobre lo cual cabe siempre discusión"...

¡Comentad, por el bien de la ciencia!