viernes, 31 de julio de 2009

Estados de ánimo finales...

jueves, 30 de julio de 2009

"Nueve de cada diez", por Fer

Tras mi anterior comentario sobre lo triste que es la condición humana, y haber leído el comentario “Otra investigación es posible” publicado por el famoso y renombrado Dr. Litos el 1 de julio, me asaltan ciertos interrogantes. Uno de ellos es que si la investigación científica beneficia a todos, ¿la debe pagar la administración de nuestros impuestos, empresas privadas, por afán de lucro, o ambas? Siempre hemos sabido, que se encargan informes científicos para que salgan los resultados que conviene a quien los encarga.Últimamente se ha hablado mucho del agujero de la capa de ozono, de la no existencia del cambio climático, o que dicho cambio no sea imputable al ser humano, ni a las emisiones de CO2. Y los que apoyan ésto, a los que se les ha acuñado el término “negacionistas” (igual que en su día a los anti-darwinistas), dicen basarse en informes científicos. Lo que no dicen es quién paga dichos informes. Esto me recuerda al famoso anuncio: ”Nueve de cada diez dentistas recomiendan cepillarse los dientes...” Siempre quise conocer a ese “Uno” que no lo recomienda. Desde la negativa estadounidense a firmar el tratado de Kyoto, parece que hay mucho interés en seguir contaminando el planeta. Ahora otros informes dicen que el calentamiento global continuará subiendo los próximos años, debido a causas naturales, como preparándonos para lo que nos espera. Sea como sea, entre esto, y la superpoblación que padecemos en esta nave espacial que llamamos planeta tierra, no hace falta haber estudiado mucho para darse cuenta, que algo hacemos que no está bien. Y volviendo al interrogante inicial: ¿Está, o debe estar la ciencia y la investigación en manos públicas o privadas? ¿Podría o debería ser independiente? ¿No puede ser independiente, porque no es autosuficiente? ¿A que hora cierra Mercadona? Noticias como ésta que aparecía hoy en los periódicos me ha preocupado mucho, mucho. Todo esto me pasa por navegar por internet y leer cosas serias. Tal vez debería hacer como todo el mundo, usar internet para ver tetas y culos. Me voy a Mercadona antes que me cierren y a cepillar los dientes, por si acaso tienen razón esos “nueve”. Fer

"Qué triste es la condición humana", por Fer

Me complace presentaros la primera contribución “oficial” de nuestro asiduo lector Fer, el cual sin pertenecer a ninguno de los ámbitos de la profesión científica es un gran admirador de nuestro trabajo, además de un profundo pensador. Escribo la introducción a este primer comentario para presentarlo, pero los siguientes los publicaré sin mayor intromisión, dejando los comentarios para debatir las interesantes ideas planteadas en estas contribuciones. He aquí, pues, el texto íntegro:
QUÉ TRISTE ES LA CONDICIÓN HUMANA Estaba el otro día leyendo cómo se vivía en el siglo XIX y el cambio que ha sido el siglo XX a todos los niveles. Me parece increíble cómo ha avanzado la humanidad y cuántos cambios ha experimentado en todos los campos, a pesar de haber sufrido dos guerras mundiales y otras tantas, más o menos salvajes. Y recordé algo que escuché hace tiempo, no sé dónde, que decía que en tiempos de guerra es cuando más inventos y descubrimientos se realizan, porque los gobiernos ponen a gran número de científicos a trabajar en busca de nuevos y sofisticados proyectos para masacrar más gente y de la manera más cruenta posible. De hecho el argumento de muchas películas que han marcado época, trata sobre esto, incluso en la guerra fría, por no hablar de Einstein. Qué triste es la condición humana. Que los gobiernos de todos los países, incluso los democráticamente elegidos, hagan grandes esfuerzos económicos en investigación y tecnología con el dinero de los contribuyentes cuando hay un conflicto bélico, me resulta... (no encuentro ningún adjetivo adecuado y el que encuentro, me lo detecta el antivirus). La pregunta del millón, que yo la lanzo y que la conteste el que quiera, es: si este gobierno estuviera a las puertas de una posible guerra con otro país y te eligiera para investigar, con un sueldo de 15.000 € al mes, por ejemplo, ¿Cuál sería tu respuesta? No vale decir que sí, porque si no lo hago yo, lo haría otro igual. Pienso que todo aquel que empieza una carrera científica, (la que sea), debería firmar un juramento, (similar al hipocrático que hacen los médicos, pero más serio y actualizado) comprometiéndose a trabajar por el bien de la humanidad y no en masacrarla. Ya sabemos que no serviría de nada, pero al menos si haría un papel de concienciación al respecto. Mi respuesta a la pregunta del millón, (ya sé que no debería) me la reservo. Qué triste es la condición humana. Fer

martes, 28 de julio de 2009

Charla con Charles

- Por favor, sírvase un poco más de té, joven.

- Oh sí, gracias; realmente nunca había probado un té como éste…

- Puedo imaginármelo. Por todo lo que está contándome, parece que de donde usted viene las cosas naturales, como las deliciosas hierbas cultivadas en mi jardín, escasean.

- Así es, ciertamente. Aunque últimamente se intenta volver a lo natural, la verdad es que sigue siendo un “natural” bastante adulterado…

- ¡Bueno, puede que sea el precio por el avance de la ciencia! Seguramente valdrá la pena: por favor, cuénteme más fascinantes maravillas.

- Pero, señor Darwin, en realidad he viajado hasta aquí para entrevistarle a usted y aprender más acerca de su persona...

- Por favor, llámeme Charles. ¡Y por el amor de Dios, no puedo creer que alguien que viene del futuro tenga algo que aprender de mi! Reconozco que gozo de una cierta reputación en el ámbito científico, aunque en realidad no sea más que un naturalista empedernido con el privilegio de haber viajado y visitado lugares increíbles; pero estoy seguro de que todo aquello que he sido capaz de imaginar, basado en mis años y años de observación de la naturaleza, ha sido sobradamente descubierto, analizado, comprobado y contrastado en el futuro del que usted procede.

- Bueno, algo de razón no le falta, pero aunque parezca mentira existen todavía muchísimas cosas que desconocemos. De hecho, una alarmantemente grande proporción de la población de mi época no acepta el concepto de evolución.

- ¿Se refiere usted al proceso de evolución por selección natural? Vaya, no pensé que una investigación futura refutaría mi teoría, tan convencido estoy de la evidencia que suponen los datos que he estado recogiendo durante casi toda mi vida…

- No, no, no me refiero a eso; el concepto de la selección natural sigue vigente, aunque se ha matizado mucho, se ha complementado... pero los pilares básicos de sus ideas evolutivas siguen vigentes. Me refería a que hay quien ni siquiera cree que las especies hayan evolucionado jamás.

- ¡No es posible! - Como lo oye. Incluso se pone en entredicho la edad de la Tierra, a pesar de que los métodos científicos de mi época son capaces de comprobar este dato con unos márgenes de error más que aceptables.

- Increíble… el género humano nunca dejará de sorprenderme, si le digo la verdad. ¿Acaso la teología ha avanzado con la misma rapidez que la ciencia? ¿Puede ser que en su tiempo el origen del mundo y los mecanismos de Dios hayan sido desvelados? ¿Hay acaso dos posturas enfrentadas e irreconciliables? ¡Cuénteme, hombre, cuénteme! ¡Y sírvase más té!

- Tranquilo señor… Charles, quiero decir, le contaré todo cuanto pueda. Bueno, respecto al tema de ciencia y religión… me temo que no es para nada como usted imagina. Bien es cierto que la ciencia ha avanzado lo esperable, tal vez incluso más. Pero la religión… bueno, ha avanzado en algunos aspectos, pero básicamente ninguna de las religiones del mundo que yo habito se diferencia demasiado de las que existen aquí hoy mismo. Algunas ideas científicas son bien recibidas, pero otras siguen generando gran polémica. Por supuesto que la gran mayoría de la población cree rotundamente en la evolución de las especies, ya sea regida por las leyes naturales, o por la mano de Dios. Aquéllos que niegan la evolución son una minoría, pocas veces son personas de fe, y en ningún caso suelen ser miembros de la comunidad científica, aunque sí hay algunos que se dedican a la enseñanza en las primeras etapas del sistema educativo de algunos países.

- Me entristece lo que parece deducirse de sus palabras… pensaba que con tantos avances, finalmente el hombre habría conseguido encontrarse con su Creador, o al menos, demostrar su existencia y sus intenciones… me consolaba pensar que el día de mañana la humanidad reconocería en mi trabajo no un desprecio hacia Dios, sino un intento sincero y humilde de comprender mejor la vida que se nos ha otorgado... a pesar de todas las dudas que este conocimiento suscita… Así pues, en el futuro se conoce cada vez mejor los mecanismos de la vida y sus maravillas, pero se sigue desconociendo el origen de todo. ¡Científicos que estudian la vida y niegan una mano que todo lo dirige, aun a falta de pruebas! ¡Religiosos que se apartan del progreso y se aferran al mundo de lo ignoto y misterioso! ¡Y en medio, mi triste figura, la de un hereje adelantado a su tiempo!

- ¡Oh, por favor, no pretendía causarle semejante impresión! ¡Nada más lejos de la realidad! Su figura es eminentísima, y se sigue celebrando con gran interés cada centenario de su nacimiento y de la publicación de El origen de las especies… precisamente en mi época todo el mundo conoce a Charles Darwin como el hombre que, sin renunciar a sus creencias, quiso saber más, no se quedó con las explicaciones sencillas y conformistas, y con su tesón y duro trabajo acertó a dar con uno de los mecanismos por los que evolucionan las especies. ¡Usted supo ver la importancia de la transmisión de caracteres entre progenitores y descendencia, doscientos años antes de la era de la Genómica!

- ¿Perdón, cómo ha dicho? Vaya, puede que mi español esté un poco anquilosado…

- No, no, no se preocupe, su español es excelente; aun así, si quiere podemos pasar al inglés. Como le dije, en el futuro el inglés es el idioma de la ciencia y todos lo hablamos con más o menos fluidez…

- No se angustie joven amigo, prefiero seguir en español; me recuerda mis tiempos en Tierra del Fuego, a bordo del Beagle, ¡una época mágica, sin duda alguna! Pero por favor, estoy desvariando como un viejo senil; me iba usted a explicar algo acerca de la … nosequeómica

- Genómica. Tiene que ver con el estudio del genoma, que a su vez es el nombre que se le da al material genético de un organismo…oh claro, debería explicarle que la información a partir de la cual se construye un organismo está almacenada en pequeñas unidades llamadas genes, que se transmiten de padres a hijos. La genética estudia estas unidades básicas de información, y la forma en que se combinan y modifican en la descendencia, dando lugar a lo que podemos apreciar como evolución de las especies. ¿Se da cuenta? ¡La base de todo su trabajo, es todavía la base del trabajo de los científicos de mi época! - ¡No puedo creerlo! ¡Es… asombroso! ¿Así que ustedes pueden entender qué hace diferente a una especie de ave, de otra muy similar? ¿Pueden confirmar que estamos más emparentados con los primates que con cualquier otro mamífero, pero que originalmente todos hemos nacido como modificaciones de un organismo anterior?

- Eh, pues, básicamente sí, podemos… aunque el tema del cambio sigue siendo un poco controvertido… como imaginará, todavía no podemos confirmar nuestras hipótesis respecto a la evolución, pues se precisa de millones de años para que una especie de lugar a otra distinta. Podemos estimar lo que ha pasado durante todos estos millones de años, y llegar a conclusiones que parecen ser muy certeras, pero está lejos el poder confirmar nuestras hipótesis experimentalmente.

- ¡Pero no me negará que la tecnología que le haya capacitado para llegar hasta aquí, le servirá igualmente para viajar más atrás en el tiempo incluso, y recoger muestras de animales de distintos periodos, para luego regresar a su tiempo y con los análisis pertinentes corroborar, de una vez y para siempre, que la evolución existe y los caminos por los que lo hace son los predichos!

- Bueno, sí, eso sería magnífico, pero me temo que la única razón por la que yo he sido capaz de viajar hasta aquí es para hacerle una entrevista a usted con motivo del año Darwin 2009 y publicarla en ¡Jindetrés, sal!, un blog de Internet de carácter científico-lúdico.

- ¿Blog? ¿Querrá decir "log", algún tipo de diario? ¿Y qué es eso de “Internet”? ¿¿Y quién es esa Jean "The Stress"??

- Uf… creo que será mejor que sirva un poco más de té…

lunes, 27 de julio de 2009

Terminología científica peculiar

Este chiste está dedicado a la recién nombrada Doctora Pilar Bayo, y porqué no, a esos simpáticos ratoncillos gracias a cuyos defectos en las rutas controladas por el receptor de glucocorticoides (y la consecuente mortalidad derivada de estos defectos, todo sea dicho) pudo defender una tesis brillante, en la que los asistentes aprendimos una nueva acepción del término “insultos”: agresiones físicas producidas sobre un determinado órgano, en este caso, la piel.
Enhorabuena Pilar; desde ¡Jindetrés, sal! te deseamos una brillante carrera como profesional del investigacionismo y la biomolecularidad. ¡Buena suerte!

martes, 21 de julio de 2009

Tras una dura jornada de trabajo...

... nada mejor que un refrescante bañito. Un pequeño corcho, restos de hielo, y unas gotitas de Coomassie.

lunes, 6 de julio de 2009

Batablanca – Capítulo 3: Una reacción inesperada

Había sido pipeteado con anterioridad, y pocas veces había resultado agradable. Aunque muchos pipeteos tienen lugar de manera periódica (incluso pueden ser predichos y utilizados como medio de transporte entre eppendorfs), la mayoría son algo imprevisto, y por tanto siempre te suelen pillar en el momento más inoportuno y llevarte a lugares aún menos oportunos. Nadie sabe con seguridad porqué se dan estos pipeteos imprevistos; algunos lo llaman destino, otros lo achacan a cuestiones azarosas, y una gran proporción de proteínas están seguras de que existen seres superiores, que rigen nuestros destinos y nos dirigen de un eppendorf a otro para que trabajemos para ellos. He de decir que esta última opción siempre me pareció tan estúpida como imposible de demostrar, y aunque ninguna de las otras es para nada satisfactoria, finalmente nunca me ha importado demasiado: los pipeteos ocurren, te pillan en medio y condicionan tu siguiente cadena de acontecimientos. Fin de la historia. El que quiera ver más allá, que lo haga, yo me limitaré a seguir haciendo mi trabajo.

viernes, 3 de julio de 2009

NO NOS SALGAMOS DEL CAMINO

He oído... me han contado y he sido consciente de que hay ciertas frases, que sacadas de contexto o acción dejan de tener el significado que pretenden. Para que a errores de concepto no nos lleven, ni el camino, ni el tonto, ni el refranero popular, aclarare el momento/os en los que se hace válida esta frase (Cuando un tonto toma un camino, el camino se acaba pero el tonto sigue), cuando se esgrime rodeado de probetas, pipetas, y elementos nocivos, tóxicos y cancerígenos. Bien es cierto que, como tú dices (GRACIAS TIO TOCAG...DE CARLOS): Cuando se acaba el camino, el tonto se para, el cobarde se vuelve y el científico sigue a ver si encuentra una autopista. Yo delante del término "científico" pondría la palabra "buen" o "aguerrido". Bueno a lo que íbamos… que la frase no atañe, a la necesaria, moral aventurera del científico, ni a aspectos más metafísicos de éste nuestro quehacer diario. La frase en tela de juicio atañe al momento en que te empeñas, en por ejemplo, cerrar una nevera cuando hay algún impedimento estérico que acabas de meter dentro; o cuando la cagas irremediablemente cuando te empeñas en poner la fuente de alimentación con la polaridad cambiada, aun cuando no eres daltónico ni nada a excepción de miope; o cuando te empeñas en usar ácido clorhídrico para subir el pH porque no has leído dos veces la etiqueta, o … ejemplos miles. Dudo yo que por muy aguerrido y buen científico, y de elevada moral que seas, y por ganas de llegar a la autovía que tengas, no subirás el pH con acido clorhídrico, ni harás que un electro(-) vaya por si mismo hacia otra carga negativa, a no ser que uses un campo inducido de plasma… pero bueno eso no lo harás por accidente. En fin que todo en esta vida es correcto-isimo en un contexto y fuera de este a veces incluso pierde su sentido de la existencia. Espero que la aclaración, al menos, como yo la veo sirva de apoyo. Y os llamo a que nos hagáis tantas llamadas de atención como fueren necesarias… LA CIENCIA ADMITE CRITICAS… ES MÁS, LA CIENCIA EN SI MISMA ES CRÍTICA, TODOS LO SABEMOS, QUE NO SE NOS OLVIDE.

miércoles, 1 de julio de 2009

"Otra Investigación es posible"

Desde Joves Investigadors me llegó en su momento esta petición para reunir firmas acerca de la Proposición de Ley de Andalucía (PL-A), un proyecto que lleva gestándose desde hace años sin que definitivamente se consiga su aprobación. Esta proposición aboga por una serie de mejoras en las condiciones de los investigadores en formación, como el darles de alta en la seguridad social desde el principio de sus labores, aunque sea durante el disfrute de una beca. Me ha vuelto a llegar meses después información acerca de dicha reunión de firmas, que al parecer va viento en popa. Creo que es recomendable que todos los que paséis por este blog le echéis un vistazo, además de para apoyarla si os parece bien, para que os hagáis una idea de qué tipo de condiciones se tienen hoy en día en el trabajo de investigador, y sobretodo qué tipo de labor desarrolla la gente de FJI-Precarios, gracias a la cual por increíble que parezca en unos pocos años el panorama en nuestro país ha cambiado radicalmente. En mi opinión, hay que dejar de lado tanto el victimismo como el triunfalismo; las cosas han mejorado mucho, sí, lo cual no significa que debamos contentarnos y dejar de trabajar porque todavía mejoren. Es una suerte para todos que la gente de Precarios haga lo que hace, y si yo acabé mis últimos años de tesis pudiendo subsistir gracias al subsidio de desempleo soy consciente de que es porque la gente que forma parte de estas asociaciones ha invertido parte de su tiempo libre en manifestarse, reunirse con los mandamases del país y defender los derechos de muchos. Si estás pensando dedicarte a la Investigación, debes informarte acerca de qué tipo de mundo laboral te espera, pero no te dejes amedrentar por todo lo que oigas acerca de qué difícil es subsistir o cuántos escollos deberás superar. Es mejor pensar en lo que se ha conseguido, aunque no exista una carrera investigadora como tal, y siga habiendo entidades que aprovechan cada resquicio de los estatutos para seguir ofertando becas con condiciones prehistóricas. Por todo esto, hay que seguir luchando, pero siempre con optimismo y fe en el futuro. Ale, a leer y a firmar, si procede.