Mientras aún colea
la entrada anterior (que pese a su aparente absurdez ha generado respuestas, e incluso motivado una segunda parte de próxima aparición), es hora de ponerse un poquito (poco) serios y hablar de la situación delicada que la ciencia vive en nuestro país.
Los habituales de éste y otros blogs relacionados con el tema de la ciencia recordarán la movida que se montó la semana del 7 de octubre con lo que se ha venido a llamar iniciativa "Tijeras NO". Todos los blogs del país fueron llamados a hacerse eco del descontento general provocado por los recortes anunciados por el gobierno en materia de I+D+i, un mismo día y escribiendo bajo un miso epígrafe, y vaya si lo hicieron. Las expectativas iniciales fueron rápidamente superadas, y la idea originaria de Javier Peláez desde
La aldea irreductible pronto se había extendido como la pólvora. En ¡Jindetrés, sal! cogimos el testigo y le dedicamos al tema
la entrada correspondiente, además de preparar el terreno
antes y seguir comentándolo un poco
después. Ha pasado algo más de un mes, y muchos se preguntarán de qué sirvió todo aquéllo, si realmente se consiguió algo, o simplemente todos tuvimos un pequeño reto al que enfrentarnos, conocimos mucha gente interesante y muchos blogs y nos sentimos felices y contentillos con nosotros mismos. Bien, pues sí a todo esto, pero también algo más. Recapitulemos.
Las estadísticas y reacciones principales de la iniciativa bloguera podéis leerlas
aquí mismo, de la mano del propio promotor de la idea (ver el apartado "Actualizaciones", al final de la entrada). Lo más interesante a destacar es que los medios de comunicación "mayoritarios" llegaron a dar testimonio de la repercusión en la blogosfera de esta propuesta, dedicando unos segundos del telediario a comentar el seguimiento masivo y las entradas en algunos de los blogs más "famosos". Leí en su momento críticas basadas en que el tener que decir que la iniciativa fue un éxito por aparecer en otros medios como la televisión o la prensa escrita, demuestra que internet es todavía un medio joven y que aún queda mucho camino para ser tenido en cuenta por sí mismo; para bien o para mal, seguimos estando en una situación en que hay que salir en la tele para que existas. Pues bien, existimos. A raíz de la iniciativa, la propia ministra Garmendia
apareció en televisión respondiendo a las duras críticas recibidas en días anteriores. De nuevo, creo que esta reacción casi inmediata demuestra que el poder de la blogosfera está ahí, se quiera ver o no.
Independientemente del "movimiento bloguero", la propia comunidad científica ya se había empezado a mover en protesta contra este recorte. Así, pocos días después llegó a mis manos por medio de
Jóvenes Investigadores un manifiesto al cual todos los trabajadores del ámbito científico podíamos adscribirnos. También
lo reseñé en el blog en su día. Este manifiesto se mandó a diversos medios de comunicación, y hoy en día todavía da guerra (esperemos que mucha más).
El que los científicos nos movamos es importante, pero se da por hecho. Más importante me parece a mi el potenciar la interacción con la opinión pública, lo cual fue precisamente el objetivo del movimiento bloguero. Es imposible que un gobierno de prioridad a un ámbito que para la mayoría de la gente, es decir los votantes (que al fin y al cabo parece ser lo único que importa la mayoría de las veces), ni le va ni le viene. Es crucial convencer de que no hay futuro posible sin investigación, sin innovación, sin desarrollo de las tecnologías. La educación y la investigación forman un binomio que debería ser el pilar de toda sociedad civilizada. Más o menos, vamos. Por eso cuanto más ruido se haga en medios "populares" como internet, o iniciativas como el
Rally de la ciencia que se está empezando a organizar, son cruciales para que esta realidad se haga palpable en la sociedad. Por esta razón, los organizadores de la creación y difusión del manifiesto por la ciencia han creado un nuevo blog donde se seguirán toddos los avances en esta materia:
Por la Investigación. Allí seréis informados de todo este tipo de iniciativas, que por supuesto reflejaremos debidamente también por aquí.
Para terminar, quisiera comentar un par de artículos aparecidos recientemente en sendas publicaciones del grupo editorial
Nature, una de las revistas científicas de mayor importancia histórica (sin ir más lejos, allí se publicó el modelo de doble hélice del ADN propuesto por Watson & Crick en 1953;
pinchad aquí para leer el artículo). Ambos editoriales (
éste, de
Nature Cell Biology y
éste, de
Nature) se refieren al mismo triste acontecimiento: el recorte presupuestario en I+D+i en España. Sin embargo, me gustaría hacer una lectura menos catastrofista: aunque se arremete contra semejante "estrategia" (el más reciente, aparecido en la propia
Nature es especialmente duro), se puede hacer una lectura más amable (¡ahí está Litos, el eterno optimista!). En ambos casos se introduce el tema destacando precisamente el importante avance presentado por la ciencia española en las últimas décadas. No se duda en hablar de nuestro país como una potencia emergente y seria a tener en cuenta en el panorama internacional, especialmente durante los últimos años de gobierno socialista, con lo que se entiende menos aún la descabellada idea de rectificar en este momento de crisis. El artículo de
Nature pone como ejemplo a otras potencias europeas que se enfrentan a una crisis aprecida y no han dudado en recortar presupuestos EXCEPTO en los ámbitos de la educación y la investigación. Creo que esto es bastante significativo y apoya la idea de que estos dos campos son pilares básicos de un equilibiro futuro. Beneficios a largo plazo. En fin, ese tipo de cosas que en este país de sangre caliente muchas veces no podemos siquiera plantearnos. Lo importante es que el potencial está ahí, lo tenemos, y estábamos en la buena senda. De ahí mi optimismo: si les ponemos las pilas a los que mandan, aún puede haber esperanza, aunque sea en el futuro lejano. A mi me vale.
Sólo nos resta tomar la iniciativa, y además de quejarnos, manifestarnos de todas las maneras posibles para conseguir que la sociedad aprenda hasta qué punto, como
nos hizo ver en su día el genial Banchsinger, que "ciencia" no es sólo cachibaches extraños, caprichosos experimentos sin sentido, bichos raros, gente con bata (y a veces sin cara), y despilfarro de dinero. Pongamos todos nuestro granito de arena, ya sea en forma de pancarta, charla, o divulgativas reflexiones absurdas.
Para el que quiera estar más informado, un artículo bastante exhaustivo, con números y todo (aunque bastante partidista, cosa inevitable cuando un partido en el gobierno la caga)
pinchando aquí.
ACTUALIZADO: Aquí tenéis otro artículo donde también se hace hincapié en la "buena" situación de la ciencia española pre-crisis y la importancia de potenciarla justo en estos momentos difíciles.
El próximo post promete ser menos ladrillo, ahora ya os he echado el sermón y pronto volveremos con las paridas que tanto gustan a nuestros lectores: títulos de películas
cientificados. Ya tenemos unos cuantos
gracias a Consuela, Fairygu y Fer...