jueves, 31 de agosto de 2017

Del laboratorio a los periódicos, pasando por el MIT: una sorprendente historia de ciencia básica, aplicada

Título alternativo: Más histonas, ¡es la guerra!

Hace unos días, nuestro grupo de investigación fue protagonista de una serie de folclóricos titulares:


Enlace a las noticias originales aquí, aquí, aquí, y aquí

Leyéndolos, uno se queda con la impresión de que estamos, como poco, salvando el universo y de paso nos vamos a forrar por alguna especie de milagro médico que hemos inventado. Obviamente, la cosa no es para tanto; pero sí es cierto que el proyecto es muy interesante y su desarrollo está yendo bastante bien, apuntando a poder convertirse en eso que está en boca de todos hoy en día: aplicar la investigación, aportar soluciones a problemas actuales. Siempre he intentado huir de esta obsesión con la aplicabilidad de la investigación científica y he defendido la búsqueda del conocimiento como meta en sí misma, pero también es verdad que emociona bastante trabajar en algo que esté tan cerca de ayudar en la práctica a mejorar la salud de la gente, hoy mismo, como quien dice. Y además, enfatizo, ADEMÁS, el hecho de haber llegado a este punto parte única y exclusivamente de haber comenzado la investigación en otra dirección totalmente distinta, que NADA tenía que ver con la aplicación médica, ni siquiera con la enfermedad a la que finalmente se puede aplicar lo que tenemos entre manos. Así que, de algún modo, me reafirmo en mi defensa de la investigación que busca responder preguntas, aunque dichas preguntas tengan el foco, más o menos lejano, en solucionar problemas.

Para poder responder a todas las dudas y comentarios que se me han hecho por twitter o en persona por todos cuantos se han topado con la noticia en alguna de sus variantes, y compartir la ilusión de participar en un proyecto tan estimulante, voy a responder las dudas que a un lector casual (ya sea científico o acienciado) le surgirían al intentar desentrañar la cantidad de información que viene condensada en la concisa nota de prensa. Lo voy a hacer así, literalmente: autopreguntándome y autocontestándome en un sano ejercicio de surrealismo paranoide blogueril, algo que nunca viene mal.