miércoles, 2 de marzo de 2011

Reflexiones literarias: "The boy who harnessed the wind"

Qué decir de una historia que se explica por sí misma. Cuenta este libro la historia de un sueño hecho realidad entre el hambre, la hechicería, la malaria, el analfabetismo, el trabajo de sol a sol y las críticas de los que lo rodeaban (sea todo esto "X"). Es la fascinante biografía de William Kamkwamba , un niño nacido el 5 de Agosto del 87 en Dowa, Malawi, y que se crió en la granja sus padres en Masitala, a casi 3 horas al norte de Malawi. 



El propio título se podría traducir al castellano por "El niño que aprovechó el viento", pero para un aficionado a la escalada (y profano-ísimo en la lengua inglesa) como el que suscribe, la palabra "Harness" (arnés, en castellano) implicaba algo de vida o muerte, de imperiosa importancia, una suerte de ciencia que te ata a la vida... es para mi el título pues, el mejor de los resúmenes. No quiero contar su historia (la podéis encontrar en el enlace, o en el libro), pero sí decir, que es un libro contado desde la visión de un niño, que con un detonante - su sueño - y una determinación a prueba de Holocaustos, se enfrentó a (X) y levantó un molino de viento con un generador de energía eléctrica. Todo lo hizo de la nada, de la nada intelectual y material. 

Es cierto que esta historia no se sabría o sería menos sorprendente, si la suerte (en forma de alguien con cierto conocimiento, que se echó las manos a la cabeza después de ver semejante hazaña) no se hubiese cruzado en el camino de William. Pero yo me pregunto, qué hace falta para que personas como yo, como nosotros, aquí sentados delante de la expresión social de la tecnología punta de nuestro tiempo, con el conocimiento de una educación de decenios, o a un click, y con una vida cómoda y segura, empecemos a ponerle un par de huevos al asunto y miremos más por el bien de los que nos rodean, hagamos las cosas lo mejor posible y nos nos vengamos abajo o nos quejemos tanto por gilipolleces de todo tipo, irrisorias a todas luces al compararlas con X.

2 comentarios:

  1. Ostras, he pinchado en el enlace y he flipado con la historia del chaval; no tenía ni idea al respecto.

    La verdad es que se queda uno un poco ninguneado, aquí con inventarnos un blog ya nos creemos algo... ¡JA!

    Por cierto que el título tal vez se pudiera traducir por algo así como "El niño que domó el viento", por la connotación de la palabra "arnés" y el contexto de la historia. Queda más poético, además.

    Nada que ver con la historia de Perico Sarmiento, supongo.

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  2. Yo también he curioseado en el enlace y tus reflexiones dan mucho que pensar. Voy a ver si consigo el libro, me lo leo y aprendo algo. Ya te digo.

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