Los consejos del Profesor Infumable (I)

Una de las ventajas de llevar tantos años recibiendo clase es que he visto desfilar ante la palestra a lo más variado del sector docente: jóvenes, viejos, simpáticos, serios, cabr... digo estrictos, apasionados y aburridos. De cada uno de ellos había algún rasgo a destacar, algo que les hacía brillantes y les permitía lucir con orgullo el nombre de “profesor”. Si destiláramos cada una de esas gotas de sapiencia para crear a un superhombre tendríamos a la máquina docente perfecta. Y si le diéramos la vuelta, tendríamos lo que he querido denominar el Profesor Infumable, cuyos consejos recopilo a continuación. Como ya hice en su momento, he planteado este post como un artículo abierto, así que recordad a todos esos profesores que os han dado tanto en que pensar (y con los que habéis descubierto toda una rama del vocabulario dedicada a insultos, amenazas y coacciones) y hacedles un pequeño guiño en los comentarios, que iremos recopilando en el post.


(I) Jamás hables de algo si puedes empezar hablando de "la historia de ese algo" (Ej: historia de la filosofía). Las cosas no se pueden empezar a mitad, así que no dudes en remontarte al origen de la disciplina antes de llegar a lo que realmente les interesa. Los nombres, fechas y lugares son fundamentales, házselo saber a tus alumnos.


(II) Lo realmente útil para el alumno son los conceptos abstractos detrás de las ideas, así que nada de ejemplos concretos.

(III) No respondas con una sola palabra lo que puedes responder con una disertación, a ser posible citando autores de nombres extravagantes. Que se note que sabes mucho más de lo que dices.

(IV) Si al alumno sigue insistiendo en su ignorancia tras tu respuesta, cítalo para seguir hablando en tutorías. No volverá a preguntar, asunto arreglado.

(V) Nunca le des una bibliografía concisa para consultar, recomiéndale varios papers en inglés, cien páginas como mínimo. Así aprenderá a buscar información fuera de lo que tú le digas.

(VI) Si el alumno hace una pregunta estúpida, no dudes en dejarlo en evidencia delante de sus compañeros, la curiosidad se mata con pequeños gestos.

(VII) Los powerpoints con texto son de nenaza, tú a pizarra y transparencias, que se note que te sabes la lección de memoria.

(VIII) El examen, cuanto más difícil mejor, tu nivel como profesor es inversamente proporcional al número de aprobados. Desata tu creatividad: inventa preguntas, pide materia no explicada, citas textuales y sanciona los errores. No pases ni media.


(IX) Cuando te presentes a tus alumnos, adjunta todos tus títulos, aunque sean los de la piscina. Haz que te llamen Doctor, Señor, Don, o cualquier otro título pomposo, cuanto más largo mejor (si puedes, incluye dos apellidos en lugar de uno).

(X) Elige un alumno y búrlate periódicamente de él, que vean que tú también tienes sentido del humor. Los chistes fáciles están permitidos, así que a por el bajito de gafas.

(XI) Los exámenes sorpresa son una muestra de excelencia docente, recurre a ellos frecuentemente para que sientan el miedo en el cuerpo, que no sepan de donde les van a venir.

(XII) Si tienen que usar un libro de texto, que sea tuyo. No hace falta que lo escribas entero, basta con que copies a otros autores.

(XIII) Sócrates dijo: “yo solo sé que no sé nada”. Sócrates era tonto. Recuérdales constantemente lo mucho que sabes. No hace falta que especifiques sobre qué.

(XIV) Un gran pedagogo sabe cómo crear un buen clima de trabajo. Periódicamente hazles copiar literalmente tus palabras. Si no te apetece hablar, que copien una página de tu libro, eso les ayudará a memorizar la lección.

(XV) Existen muchas formas de hacer entrar en redil al alumnado, pero por desgracia la regla ya no está permitida. No obstante, un grito y un golpe en la mesa son igualmente válidos. Las collejas también están permitidas, siempre que no te vean.

 Y hasta aquí puedo leer. Así que ya sabéis, si a lo largo de vuestros años estudiantiles habéis conocido a uno de estos profesores ejemplares (como el gran Catedrático Bellotas) no dudéis en hacerles un pequeño homenaje en los comentarios, que nosotros nos encargaremos de recopilarlos y adjuntarlos en la que se convertirá en la guía docente por antonomasia del nuevo siglo.