Arte de poyata

ATENCIÓN: Este post termina con una llamada a la colaboración lectora; si no tienen ganas de tragárselo enterito, ¡al menos escroleen hasta el final!

El banco de laboratorio, la bancada,  o la poyata (elegí este último término para titular el post por sus obvias connotaciones humorísticas) son todos ellos términos que designan ese lugar tan importante para un científico en sus momentos “de bata”, cuando se tiene que trabajar con tubitos y pipetas. Normalmente, cuando uno tiene que “cacharrear” suele utilizar potingues más o menos pringantes, por lo que se utilizan porciones de papel para cubrir a modo de mantelitos; a menudo esta cantidad de espacio en blanco sirve perfectamente como libreta de anotaciones improvisadas. Porque yo no sé los demás científicos, pero servidor si no tiene la calculadora a mano, es muy probable que necesite garabatear los cálculos que surgen cada dos por tres (seis) en el devenir de la vida experimental. Así que, si el papel de un currante cualquiera acaba lleno de reglas de tres, esquemas de trabajo, o notitas recordatorias, imaginad lo que sucede cuando el que escribe se encuentra con el papelito recién colocado, blanquito, un gigantesco lienzo esperando ser ilustrado.

Pues al igual que sucede con las Fallas que justo hace escasos días poblaban nuestra ciudad, estos papeles alojan durante cierto tiempo (puede ir desde horas hasta semanas, en función del tipo de trabajo de bancada que tenga lugar en esa época concreta o la guarrez y el aguante de su propietario) auténticas obras de arte que sufrirán un triste destino, de no ser por la presencia de dispositivos móviles, internete y estas cosas modernas por culpa de las cuales os toca tragaros un desfile de mis últimas demencias. Porque de vez en cuando se me ocurre tomar fotos con el móvil de estos desvaríos, y como todos los posts que tengo a medias son largos y elaborados, pues venga una retaíla de sobrecogedoras instantáneas (para colmo, algunas ya las he mostrado por tuiter, pero en fin, es lo que tienen los cutre-posts). Además me he copiado de la amiga Consuela y les he puesto títulos estilo #festivaldelhumor. Para acabar de redondear la jugada, presento también algunas obras perpetradas por la ex-compañera Xofa (artistaza cuyo trabajo podéis apreciar en esta página) así como otras maravillas de arte de carácter escultórico cuya autoría sigue en entredicho.

Sin más preámbulos, pasemos a mostrar las piezas:

Lo ves, ¿no?

Lobezno, el viejo Logan, el hombre-X por excelencia no podía faltar en un lugar marcado por las mutaciones genéticas como es un laboratorio donde se mutan aminoácidos como quien come pipas.

Bat

Un Batman (un absurdo superhéroe vestido de murciélago, no confundir con el famoso e increíble Bataman) a medias, que todavía está encima del banco pero le quedan breves. Probablemente no pasará es de ese estado de semi-vida.

Un sombrero muy normal

El papel de filtro en la bancada es una útil herramienta didáctica para explicar conceptos a los estudiantes ávidos de saber como @pablunchu: explicando al susodicho el significado del p-valor y las distribuciones normales, esta campana de Gauss acabó alojando el cabezón de un improvisado personajillo.

Juego de cronos

Este caballeresco individuo surgió a raíz de estar leyendo adivinen qué libro de moda; lo mejor de todo es que repasé el boceto con un rotulador viejuno que andaba entre mis trastos, y al final en combinación con quién sabe qué sustancia, acabó produciendo unas fascinantes coloraciones purpúreas. Lástima que no tomase una última foto antes de destruirlo para siempre.

¡Kame hame DNA!

Una cantidad imprevista de ADN provocó este curioso mogollón que en la mente del artista se asemejaba a los proyectiles de energía lanzados por Gokū. Para los que no entiendan bien la fotografía de las rayitas, recomiendo encarecidamente leer este post.

¿Algún día se catalogará como enfermedad ver cosas en los geles de agarosa?

Dragón de elevada masa molecular

Primera de las contribuciones de Xofa: un simpático dragoncillo en una esquinita del papel, tímidamente perfilado, como temiendo estar haciendo algo prohibido al pintar en el papel de la bancada. Para animarla a desarrollar su arte, realicé un dragonzote de acompañamiento.

Filtro rural

Una nueva colaboración espontánea. En este caso, mi contribución se limitó al señor rural con cara de extrañeza. No todos los días se topa uno con una pastorcilla en un papel de filtro. Menos aún, una pastorcilla sin piernas. El lobo de abajo me parece insuperable, por cierto: de nuevo, obra de Xofa.

Desvaríos varios

Me gustaría añadir algo que explicase estos destarifos, pero simplemente no puedo. Nótese la presencia fantasmal de un abocetado Fosfatín.

Un mágico mundo de color

Una combinación de sustancias imposible de reproducir dio lugar a esta serie de coloraciones en diversos frascos de residuos líquidos. La autoría de esta obra de vanguardia es todavía un misterio, si bien todo apunta a Fairygu, MINSIX o Banchsinger. Se agradecería una posible aclaración del misterio en los comentarios.

Y para terminar, un par de esculturas abstractas que bien podrían encontrarse en el MOMA de Nueva York y cuyas explicaciones, como en casi toda forma de expresión artística, sobran:

El que tubo, retubo

Toma del frasco

Hasta aquí llega esta primera recopilación de obras de arte más o menos intencionadas. Se abre oficialmente la convocatoria a todo lector que desee mandarnos sus instantáneas, ya sean impactantes construcciones con material de laboratorio, garabatos en papeles de filtro, pizarras, libretas de campo… cualquier expresión artística improvisada en un ambiente científico valdrá para ilustrar esta feliz fusión entre arte y ciencia; a ver si acabamos de una vez por todas con esa idea de que la imaginación, la búsqueda de la belleza y la interpretación abstracta están reñidas con el frío cálculo, el rigor y la objetividad que supuestamente deben caracterizar al trabajo científico.

O resumido en una frase al estilo #festivaldelhumor... ¿queríais arte? Poyatá.

Pueden enlazar sus trabajos en los comentarios, mandarlos vía twitter (@DrLitos) o enviarlos por correo a litoskar(arroba)gmail(punto)com. Si hay bastante material, haremos un post-recopilatorio-exposición.