Continuamos con la crónica del curso de formación para el personal responsable del diseño y dirección de procedimientos experimentales con animales (aquí la primera parte). Como prueba de la veracidad de los hechos relatados, las figuras se presentan en su formato original, directamente escaneadas de la libreta de anotaciones del curso. El autor no se responsabiliza de la cutrez inherente a este sistema de publicación de imágenes.
DÍA 2
15:00 - Las clases transcurren sin mayores incidentes; se nos habla de modelos animales de distinta procedencia filogenética, aunque siguen ganando por goleada los ratones como modelo experimental preferente. En esta línea, registro algún dato interesante, como que los ratones al nacer son ciegos, sordos y carecen de pelos (ver Figura 1).
También nos ponen un curioso video donde se muestran comportamientos “estereotipados”, que al parecer es cuando los animales se vuelven tarumbas por estar encerrados y comienzan a moverse como locos y sin sentido alguno. Como muestra, nos ponen un video de un ratón que da volteretas sobre sí mismo y no contento con ello se pone a trepar sólo con sus extremidades delanteras, cual arácnido superhéroe, analogía que plasmo en la Figura 2.
Figura 2
15:30 - Además de estos entrañables mamíferos, nos muestran las bondades de trabajar con el fascinante modelo de pez cebra. Dejo volar mi imaginación (Figura 3), sin embargo la realidad resulta ser mucho menos interesante: se trata simplemente de esos diminutos y simpáticos pececillos que muchos de nosotros hemos tenido en nuestros acuarios. De hecho, una fascinante serendipia hará que tras esta clase y durante una visita al hogar Litos, Papá Litos me muestre orgulloso que acaba de comprar una remesa de "cebritas". Entusiasmado, le cuento todo lo referente a la experimentación en pez cebra, los grandes avances que se han conseguido especialmente en materia de biología del desarrollo, le cuento además los estudios con morfolinos, peces fluorescentes y desarrollo de tumores. Cuando termino, descubro con pesar que Mamá Litos se halla estupefacta, y mientras el simpático Tapas se entretiene mordisqueando mi zapatilla decido que mejor no les comento nada acerca de la experimentación con los cánidos.
Figura 3
16:30 – A continuación nos hablan de de la "estandarización genética", que consiste en cruzar a los ratones transgénicos varias veces con su misma estirpe de origen, sin perder la modificación genética correspondiente pero homogeneizando el resto de características genéticas, para asegurar que las diferencias observadas entre organismos control y modificados genéticamente se debe únicamente al efecto debido a la eliminación, adición, o mutación en determinado gen (el llamado “transgen” por el cual el organismo se conoce como “transgénico”).
Debido a la cantidad ingente de cepas de ratones existentes, y al tipo de modificaciones genéticas distintas que se pueden llevar a cabo, se precisa de un método sencillo, intuitivo y cómodo para nombrar a los animales y que de un golpe de vista el investigador sepa con qué está trabajando, cómo se fabricó dicho ratón y qué fondo genético tiene. Al final, queda algo tan intuitivo, sencillo y cómodo como esto:
D2-(B19-RNAi:"Acly")315Ckn@Pas
Uno de los alumnos se levanta a revisar el ordenador de la profesora, asumiendo que ha sufrido algún tipo de error y está mostrando caracteres en ASCII. La profesora con paciencia le explica que no, que el ordenador va bien y le pide que por favor vuelva a su sitio, acompañando las palabras con un cariñoso capón en el cogote (bien merecido, por otro lado). Para tranquilizar a los asistentes, alterados ante la impresión de semejante galimatías, la profesora procede a detallar el significado de cada una de las siglas, que al parecer es evidente y esclarecedor:
Animal transgénico realizado en la cepa DBA/2 en el laboratorio de la Dra. Cynthia Dunbar (Ckn) para introducir un rNA de interferencia para el gen murino de la ATP citrato liasa (siglas "acly"), bajo el control del promotor del parvovirus B19. La línea 315 exhibió la mayor penetrancia del fenotipo. Se mantiene en el Instituto Pasteur.
17:00 - La clase prosigue por fin, después de que un equipo de reanimación haya conseguido traer de vuelta a la profesora que se había desmayado tras leer de carrerilla el párrafo anterior. Para relajar un poco la manifiesta tensión en el ambiente, nos muestra el siguiente ejemplo, mucho más fácil:
Híbrido F1 entre las líneas C3H y BALB/c
Pues resulta que esta sencilla frase se puede resumir no de una, sino de tres maneras distintas:
C3xCF1
C3CF1
C3HBALB/cF1
Mientras servidor se cuestiona si realmente este tipo de abreviaturas hacen más fácil la vida de los investigadores, la profe vuelve a la carga con un nuevo párrafo sobrecogedor:
Línea de mutación por inserción en el fondo C57BL/6 realizada ediante el uso de retrovirus, en la que el transgen (el gen que controla la proteína verde fluorescente o GFP) se controla por el promotor CAG. Se escogió el fundador 3. El trabajo fuer realizado en el laboratorio de la Jackson y mantenido en el Instituto Pasteur
Uno de los alumnos se pone en pie, aparentemente dispuesto a resolver el planteamiento del problema. Parece que va bien encaminado, hasta que nos damos cuenta de que en realidad es un alumno árabe de Erasmus que pregunta si puede ir al servicio. Finalmente, la profesora resignada y tras mandar al Erasmus a paseo, resuelve ella misma el misterio:
B6-TgR(CAG-"GFP")3J/Pas
La verdad, se entendía mejor al alumno árabe.
18:00 - Al cabo de cuatro ejercicios similares, sufro una revelación metafísica y cierro mis apuntes, decidido a si alguna vez tengo un hijo lo llamaré BALB, o en su defecto, C57; pero eso sí, sin indicar nada de transgenes, que tampoco es plan de traumatizar a la pobre criatura.
Termina la clase y nos emplazan para la próxima sesión, en la cual por fin trabajaremos con animales de verdad. Al parecer, vamos a aprender a manejar roedores y conejos, a anestesiarlos, a introducirles sondas gástricas, extraerles sangre, abrirlos y volverlos a cerrar. Ante estas noticias, a mi alrededor puedo ver distintas reacciones, desde rostros lívidos hasta caras exultantes. Quitando un par de personas que se han puesto a vomitar en una papelera, el resto parecen bastante animados y en general las sesiones prácticas prometen ser, cuanto menos, entretenidas.
Al menos, entretenidas para nosotros; no sé qué pensarán los ratones.
¡Eh, los C57/BL6 son los míos! Luego están los KOs, que tienen un nombrecito más complejo, eso también es verdad, pero se abrevia, oiga :-)
ResponderEliminarAins, suerte que cuando salió la normativa nos convalidaron la experiencia a los que habíamos mostrado que llevábamos x años trabajando con bichos, uno se ahorra estas cosas :-D
Salud y saludos. Y tal.
Pues yo al menos como no llevaba tantos años con los ratones... incluso aprendí algo. Pero menudo tostón la mayoría de las clases...
EliminarSaludos!
En años no me reía tanto como con el alumno árabe... Gracias, GRACIAS!!! de todo corazón, esperaré ansioso...
ResponderEliminarPues nada, a ver si para la semana que viene tenemos el desenlace... ¡gracias por comentar!
EliminarDebería haber una ley que permitiera experimentar con políticos ineptos y/o corruptos, aunque no se si su adn será tan parecido al nuestro, como el de estos pobre bichos.
ResponderEliminarVoto por Fer... aunque yo tengo dos hipótesis cerca del resultado experimental:
ResponderEliminarHipótesis 1: Dichos ejemplares son NO competentes para enfrentar las situaciones de su nicho ecológico, y han llegado ahí por eso mismo.
Hipótesis 2: Dichos ejemplares SON competentes, pero se pasan por el forro de los C*jon*s la teoría de juegos de Nash pensando y propiciando que el resto de congéneres sean tontos y fáciles de engañar, para, en un alarde de egoísmo avaricia y corrupción adueñarse de todos los recursos de su nicho, y si se puede, del nicho del vecino.
Cual será la buena?, habrá una tercera?... no lo sabremos nunca, es lo que tienen muchos desarrollos teóricos...
Sería muy gracioso ver a un urdangarín o cualquier otro politico de estos, en un laboratorio con una enorme oreja fosfi pegada en la espalda, y la gente gritando ¡¡chorizoooo, robaperaaaas!! y el Dr. Batablanca replicando a la muchedumbre: "No le griten que es sordo"
ResponderEliminarAmigos, con vuestros comentarios siempre acaba saliendo material para posts enteros... ¡políticos como sujetos de experimentación! Lo que faltaba ya. La imagen que describe Fer, impagable.
EliminarMe parto con el pez cebra ¡y muy bueno el vídeo, por cierto!
ResponderEliminarSobre la nomenclatura de los transgénicos: pues mira, me reafirma en lo que pienso de que por mucho que se quiera mejorar la nomenclatura binomial, es una solución óptima que, en mi humilde opinión, no han alcanzado la nomenclatura de moléculas y genes, porque al final resulta que somos personas y no ordenadores, y se recuerdan mucho mejor las palabras, aunque sean latinajos.
¿Cuántas sesiones más tuviste que... disfrutar?
Pues mira, lo de la nomenclatura binomial no me lo había planteado para transgénicos, pero bien cierto es que en el ámbito de la taxonomía funciona muy bien desde hace taaantos años.
EliminarHay que hacer algo con las nomenclaturas moleculares, esto es un cachondeo y no hay quien se aclare, tenemos un par de posts por ahí al respecto.
Y tranquilo, que sólo publicaré una sesión más de las crónicas, porque el curso "real" duró... casi un mes! Para volverse loco, vamos.
Qué bueno leerte de nuevo por aquí amigo, se nota que vas más ligero ;)
No quería decir que la nomenclatura binomial sea buena porque sea binomial, sino porque es sencilla y se compone de palabras, y nuestro cerebro funciona con palabras. Gracias al inmodesto sueco psicótico, loco por el orden, se consiguió un sistema funcional. Hay un grupo de locos por ahí, más cladistas que Hennig y más papistas que el papa, que quieren reinventar la nomenclatura taxonómica y llegado el caso aplicar como nombres de clados códigos de números y letras, un poco como lo que has puesto de transgénicos. En esos momentos me acuerdo del cacao que supone nombrar a genes, enzimas y demás. En mi opinión resultan mucho más difíciles de recordar.
ResponderEliminarAh, y tú tranquilo, que no lo decía por lo que nos cuentas, sino porque da la impresión de que fue un poco pesadote.
Sí, me siento ligero, no sé qué me pasa, como si me hubiese comido una tonelada de los yogures de Carmen Machi.