lunes, 8 de julio de 2013

Máster Yoda, PhD: una biografía no autorizada

En un post anterior pudimos disfrutar de la transcripción fidedigna de una conversación entre un entrañable joven dispuesto a comenzar su andadura en el mundo de la investigación y su contrariado padre. Allí se mencionaba a un investigador de renombre sobre el que se rumoreaba que llevaba años viviendo de las rentas de unos pocos y afortunados trabajos, mientras en la actualidad sus métodos formativos para con los nuevos becarios dejaban mucho que desear. Desde la redacción de ¡Jindetrés, sal! pensamos que es de recibo aportar unos cuantos datos que arrojen algo de luz sobre esta situación para ver si podemos limpiar el buen nombre de este anciano científico, o más bien demostrar fehacientemente que los rumores tienen una base real y el pobre no tiene mucho más que decir en el mundillo de la investigación.

Para los despistados, el investigador en cuestión es el Dr. Yoda, apodado frecuentemente "Máster Yoda" por la circunstancia excepcional de que en sus aproximadamente 900 años de vida llegó a cursar más de 2500 másteres en distintas disciplinas.



Debido a que ha sido imposible contactar con el implicado en cuestión para una entrevista (al parecer las formas astrales de los doctorados en la Fuerza están muy solicitadas), hemos tenido que recurrir a la información disponible en las redes, tanto sociales como antipáticas, perfiles de linkedín, reserchegeit y googelscolar, wikipedia, frikipedia y starwarspedia, sin olvidar imprescindibles herramientas de búsqueda bibliográfica de literatura científica como Scupes o Pafmed. Según las fuentes consultadas por nuestros redactores, y resumiendo mucho para poder separar el grano de la paja, hemos podido elaborar la siguiente biografía, que publicamos aquí para disfrute y deleite de futuros becarios, investigadores retirados y en general estudiosos de la Historia Galáctica: 

Infancia y adolescencia

Los detalles del nacimiento de Yoda se pierden en la noche de los tiempos; se ignora hasta qué punto él mismo ha querido borrar todo rastro de su infancia. Sólo se sabe que nació en el seno de una modesta familia de acróbatas de circo, y que pronto el pequeño del clan destacaría por tener inquietudes que iban algo más allá de saltar de trampolín a trampolín y meter la cabeza dentro de rancors. Como dichas inquietudes no acababan de perfilarse, sus padres determinaron que la mejor forma de que no perdiese el tiempo y, más importante aún, dejase de hacérselo perder a ellos, era que se matriculase en la Universidad Galáctica. Afortunadamente para los Yoda, en aquellos tiempos la universidad pública todavía tenía unos criterios de adjudicación de becas exclusivamente basados en el poco poder adquisitivo de los aspirantes, y el por aquel entonces nada brillante Yoda (aunque a decir verdad por las noches brillaba un poco con un inquietante color vede fosforescente), pudo asistir a clase a pesar de sus mediocres notas.

Doctorado en la Fuerza

Unos años más tarde, el joven Yoda termina sus estudios universitarios y se enfrenta al dilema de si seguir trabajando en el circo de sus padres, o lanzarse al agresivo mundo laboral de la Antigua República. Es un momento floreciente para los aspirantes a formarse en la Fuerza, una carrera con abundantes salidas profesionales pero afamada de ser muy dura. Muchos jóvenes no pasarán de conseguir su primer máster, y algunos se decantarán a partir de ahí por la rama fácil conocida como el Lado Oscuro de la Fuerza (llamado así porque sólo ofrecía clases en horario nocturno; era una época en la que muchos compaginaban varios empleos con sus estudios). Finalmente, se decide por dejarlo todo y lanzarse a la aventura del doctorado, en contra de los deseos de sus padres que le auguraban una vida tranquila y estable en el circo ambulante, lejos de la inestabilidad y la incertidumbre de una carrera científica. 

Pero el joven Yoda no se amedrenta ante la adversidad, pues su infancia y adolescencia en el seno del circo familiar le han enseñado a sacar partido de su reducido tamaño. Para este audaz ser de apenas medio metro de altura, doctorarse en la Fuerza (que no a la fuerza, aunque un poco también) se convierte desde aquel momento en una auténtica obsesión. Los primeros años de máster, además, no serán fáciles, pues arrastra un severo problema de dislexia que le dificulta mucho los estudios. Afortunadamente el módulo de Máster en Utilización de la Fuerza y Levantamiento de Rocas incluye muchos créditos de clases prácticas en las que las habilidades circenses de Yoda pronto le harán despuntar, quedando sólo en evidencia durante las exposiciones orales que surten el extraño efecto de parecer estar contadas desde el final al principio. Una vez aprobado su primer máster, se percata de que en el despiadado mundo de la academia galáctica la única manera de progresar en el doctorado es conseguir abultar el CV lo más rápido posible, de modo que a pesar de centrar su carrera en el tema de su tesis doctoral (el título definitivo sería En ambientes pantanosos levitación cárstica, visión de conjunto una) se las ingenia para cursar máster tras máster, en disciplinas tanto cercanas (como el Máster en técnicas de levantamiento de artilugios voladores) como mucho más alejadas (Máster en reparación y montaje de transportes JAWA, Máster en administración  y dirección de tabernas en puertos espaciales, y un larguísimo etcétera). El dilatado CV de Yoda en esta época le facilita obtener beca tras beca, pues en la Antigua República, aquejada de una burocratización excesiva, se valoraban los currículos por cantidad de méritos, indistintamente de su carácter. En este contexto, no es de extrañar que el nivel de publicaciones de Yoda fuese aumentando de la misma manera exponencial. A pesar de ello, fue instado por todos sus compañeros de promoción a acelerar la parte experimental de su trabajo de tesis y poner manos a la obra en la confección de la memoria. Todos ellos se encontraban en un punto mucho más avanzado de sus respectivas carreras: pese a haber terminado la licenciatura a la vez, estos ya habían abandonado la carrera investigadora y llevaban una feliz existencia nadando en la abundancia gracias a negocios tales como restaurantes de comida rápida en campos de asteroides (así nacieron los más tarde famosos Miguelitos de La Roca), o regentando agencias de viajes especializadas en cruceros galácticos. Al parecer este acicate fue decisivo, pues en apenas 200 años más Yoda conseguiría realizar la defensa, que fue aprobada cum laudae in extremis sensu chachi por unanimidad. Diversas fuentes apuntan a una cierta irregularidad en la defensa de dicha tesis, y hay quien sugiere que en realidad el tribunal se vio tan atribulado por el hecho de que el doctorando empezara la presentación por la última diapositiva y fuese progresando hasta la primera, que no tuvieron más remedio que otorgar la máxima nota, temerosos si quiera de lanzar una sola pregunta.



Un extracto de las publicaciones de Yoda. Como puede apreciarse, la disparatada selección de másters y asignaturas cursadas le llevaron a publicar bajo diferentes pseudónimos para evitar suspicacias respecto a tan heterogénea y poco ortodoxa trayectoria. Algunas de las publicaciones atestiguan la parte más oscura y controvertida de la biografía del científico (véase la primera publicación en   Journal of Adolescent Health, o los artículos sobre drogas o endoscopias).

A partir de aquí, los éxitos del ya Dr. Yoda se suceden en un frenesí de publicaciones, conferencias en simposios por todo el núcleo de la galaxia, y finalmente el éxito al presentarse a las oposiciones para Maestro Jedi. No hay muchos datos realmente fiables de esta franja temporal, pues se trató de un tiempo convulso en la galaxia en el que muchos doctorandos en la Fuerza dimitieron en sus carreras como Jedi, debido en la mayoría de los casos a un fenómeno de persecución y asesinato. Se sucede entonces uno de los periodos más polémicos y oscuros en la biografía del Dr. Yoda: por un lado, muchos historiadores se han cuestionado cómo es que un recién doctorado consiguiese tan pronto obtener una plaza de funcionario en la Universidad Jedi de Coruscant; y por otro, cómo fue posible que siendo un (en palabras del erudito biógrafo Darth Jander) "enano verde que no sabía empezar una frase sin terminarla antes" se las arreglase para ser uno de los únicos dos supervivientes de su promoción Jedi. Hay que sumar a este sospechoso escenario un embarazoso episodio en el que debió comparecer ante un tribunal ético de la universidad por las acusaciones reiteradas de varias alumnas, que le acusaban, palabras textuales, de actuar como "un viejo verde". Poco queda registrado de las actas de este proceso, tan sólo que el acusado se defendió alegando: "Sí, viejo soy. Y verde". Ante esta defensa, no pudo progresar la acusación, pero al parecer el acontecimiento fue determinante para el traslado al que sería el último lugar de trabajo y residencia conocido del Maestro Yoda, que ya en aquel momento era llamado por los pasillos y entre sus colegas académicos más ingeniosos "Máster" Yoda.

Yoda en su flamante despacho nuevo en el planeta Dagobah.

Exilio en Dagobah y últimos años

Para la comunidad científica, este exilio aparentemente apresurado se vendería como una estancia postdoctoral tardía: "con el gusanillo siempre me quedé" - alegaría Yoda ante los medios - "y además de que absorber a todos los científicos y expertos en la Fuerza Coruscant no puede, como es debido en Dagobah se trata a los científicos; cotizan y todo, me han dicho". Fue su última aparición en público, y no se sabría nada más de este peculiar investigador hasta que, años más tarde, su último becario conocido - un tal Skywalker que jamás terminaría sus estudios - publicase su polémico libro Doctorarse en el laboratorio del Maestro Yoda: cómo un jefe abusón puede subírsete a la chepa. Allí se narraban prácticas del todo reprobables, entre ellas los famosos experimentos con piedras y un escabroso episodio acontecido en una oscura caverna en el que nunca se terminó de saber qué pasó realmente. Al parecer, Yoda ya mostraba síntomas de una clara demencia senil que se manifestaba en desórdenes de la personalidad y delirios de grandeza, además de la ya mencionada obsesión con encaramarse a hombros de sus jovencitos estudiantes.

"...especialmente incómodo fue uno de esos días en que el jefe se empeñaba en permanecer sujeto a mi espalda mientras yo hacía todo tipo de saltos y cabriolas; recuerdo que de repente sentí algo extraño, y le dije "Maestro, siento algo, como una perturbación en la Fuerza". Él titubeó un poco antes de responder, lo recuerdo perfectamente; entonces dijo "oh, ah... mi bastón... mi bastón es lo que notas, eso es y nada más". Pero no era el bastón, por supuesto. Nadie lleva el bastón cuando va sentado en una mochila, digo yo, vamos" - extracto de las memorias de Luke Skywalker.

El libro de Skywalker acabaría definitivamente con la poca reputación que le quedaba al viejo Yoda. Ya nunca podría publicar en revistas con un índice de impacto decente, y su último trabajo conocido consistió en una loca aventura editorial en el ámbito de la prensa rosa. Dado que el propio Skywalker fue protagonista de varios de los escándalos aparecidos en dicha revista, se pone en duda hasta qué punto la discordia entre ambos fue real o más bien una estratagema desesperada para conseguir la fama y la riqueza que la ciencia de la Fuerza jamás les proporcionaría a ninguno de los dos.

Una de los úlltimos números de la revista del corazón de corta vida ¡YODA!

No existen más pistas sobre el destino de este pequeño gran Maestro de la Fuerza. La mayoría de rumores apuntan a que se dejó morir en su pantanoso reducto de Dagobah, perdida toda ilusión por seguir aprendiendo o enseñando, como tantos otros maestros antes que él. Pero sin duda su vida fue una compleja aventura plagada de éxitos y fracasos, luces y sombras, como la de cualquier gran personaje. Admirado por su forma de enfrentarse a la adversidad y construirse a sí mismo, acusado de convertir el estudio de la Fuerza en un pozo de pseudociencia y magufismo, lo que sí queda claro es que podemos aprender mucho de la vida y obra de este extraño ser que encandiló a unos, perturbó a otros, y constituye el más claro ejemplo de cómo por muy virtuosa que sea la senda del conocimiento, aquellos que la transitan no dejan de ser personas, con sus defectos y flaquezas, con sus genialidades y sus temores. Aprendamos de estos eruditos y no nos dejemos deslumbrar por sus orejas puntiagudas y sus raídos harapos; sólo así podremos llegar a encontrar al Maestro que todos llevamos dentro.

O a nuestra espalda.


Este post participa en la VI Edición del Carnaval de Humanidades, alojado por Ana en Cajón Desastre



14 comentarios:

  1. Este documento es una JOYA. No me quiero ni imaginar la de desvelos que os ha costado a todo el equipo de redacción, husmeando en antiguas bibliotecas y revisando durante días listas interminables de pdfs. ¡Pero era por un buen motivo! Era inaceptable que la obra de Yoda hubiese quedado en el olvido, cuando su ejemplo debe iluminar a tantos otros doctorandos que trabajan en repúblicas (o monarquías) "donde se valoran los currículos por cantidad de méritos, indistintamente de su carácter". No debemos dejarnos llevar por la dinámica perversa, abusona y deleznable de sus últimos años; quedémonos con su brillantes original, sus ganas de seguir adelante y de retrasar hasta el último momento la defensa de su memoria.

    "En ambientes pantanosos levitación cárstica, visión de conjunto una"
    Me quito el cráneo, sí señor

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  2. JUAS JUAS JUAS es buenísimo! Justo ayer escribí el post de inicio para el Carnaval de Biología incluyendo menciones a Star Wars, pero esto ¡es inmejorable! Voy a linkearte desde allí xDD

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  3. Maestro tu macho. Solo me salen decirte insultos... que es la forma amable que tenemos los andaluces de vanagloriar a los genios. Con cosas del tipo "Hijo puta, que gueno eres cabrón, tus muertos, que panzá reir".

    Me ha encantado, mucho muchísimo. Genial en cada referencia, cada palabra, todo. Ya se porqué me decías lo de que lo tenías muy verde esta semana pasada jajaja. Me ha encantado la parte de "y le dije "Maestro, siento algo, como una perturbación en la Fuerza" jajaja.

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  4. Gracias a todos, la verdad me lo he pasado tan genial escribiéndolo que no creo que podáis imaginarlo.

    Sabía que sobre todo al invertebrado le parecería grandioso XD Cómo nos conocemos macho...

    Gracias Unun por lo del linkeo, si se trata de Star Wars, aquí tengo ya varios posts al respecto... ahora que lo pienso, tal vez haya llegado el momento de crear una etiqueta específica, voy a ello.

    Y Oskar, muchas gracias por tan bonitos insultos; soy gran fan de las palabras malsonantes y no reo que se pueda halagar más a alguien que diciéndole esa retahíla de salvajadas. Gracias de verdad!

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  5. Yoda! Una revista de impacto JAJAJAJJAJAJAJJA Llamar debéis a José Javier para que os haga una tesis sobre el periodismo y la red ahora que da charlas en las universidades de verano. Divertísimo es, maestro Litos. Enhorabuena por semejante post. Se me han saltado las lagrimas de la risa en algunos momentos. He de reconocer que ha habido algún chiste que por no pertencer a la congregación jedi no lo he pillado. Pero un gran trabajo. Los desordenes mentales de Yoda...brutal...

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    1. Me alegro que te haya gustado hombre, y que se pueda disfrutar sin ser un gran fan, tenía dudas XD

      Lo de la revista ya pulula hace años por internet, hay que reconocer que es una pasada, yo sólo la he puesto "en contexto".

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  6. El descojono. Una buena muestra de como, según se cuente la historia, un héroe se convierte en un bufón con cierto enchufe o viceversa. Jamás os creais la información de una sola fuente, mirad como nos creimos todos la gloria épica de los corrompidos Jedi...

    Banchinger

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    1. Gracias amigo, la lección valiosa es, ciertamente. Hay que mirar todos los lados, oscuros o no ;D

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  7. Un post fantástico es! Incluirlo en el Carnaval de Humanidades te propongo: aacgi.blogspot.com
    Justo ayer me compré un libro sobre Star Wars, y con esta biografía de Yoda y el post inaugural del Carnaval de Biología, pues felicidad completa :)
    Genial la búsqueda de las publicaciones de Yoda, ¿qué base de datos usaste?
    Enhorabuena por el post! Avisa si lo quieres añadir al Carnaval de Humanidades!

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    1. Pues me parece muy bien, si tú crees que encaja. He visto el post inaugural y creo que sí pega, auqnue sea un poco loco. VOy raudo a colocar el logo y a dejarte un comentario.

      Las publicaciones están sacadas de Pubmed, la base de datos más utilizada en biomedicina. A decir verdad, me encontré la referencia a un trabajo de "Yoda et al." en un artículo que estaba leyendo, y a partir de ahí se generó la tontería y me puse a buscar cuántos más habría.

      Gracias por la propuesta, y un saludo.

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  8. Gracias a ti por participar!!!

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  9. Y nació un nuevo género literario FCDR: Frikada Cómico-Desternillante Realista.....enhorabuena Dr Litos. Me lo he pasado bomba leyendo su relato, aún me estoy riendo de algunas de sus frases....aunque por otra parte, y por su culpa ....nunca más voy a ver al diminuto personaje verde con los mismos ojos.

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  10. Sencillamente genial. Lo que más me ha gustado es que, tras el humor y la genialidad con la que has hilvanado la historia, queda un trasfondo real y muy serio "constituye el más claro ejemplo de cómo por muy virtuosa que sea la senda del conocimiento, aquellos que la transitan no dejan de ser personas, con sus defectos y flaquezas, con sus genialidades y sus temores".

    Reitero, estupenda entrada y tienes mi voto para el Carnaval de Humanidades.

    Un cordial saludo!

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    1. Vaya, no me acordaba que se podía votar en este carnaval. Muchas gracias por el voto! Siempre pienso que el humor es idóneo para transmitir ideas más serias, así que en cuanto puedo aprovecho para meter algo de caña aunque esté esribiendo cosas de risa. Un saludo.

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