domingo, 29 de noviembre de 2015

Cientificonfesiones (I): la ciencia a veces me aburre

Quisiera hacer una breve reflexión. Como ando escaso de tiempo, he decidido a partir de ahora dar al menos unas pinceladas sobre temas que en otra época hubiesen constituido elaboradísimos posts, de esos que todo el mundo se deja a medio leer. Y la reflexión de hoy surge a partir de conversaciones con otros amiguetes dedicados al sano arte de divulgar la ciencia, como hago yo en mis ratos libres. En realidad de estas conversaciones he llegado a extraer dos reflexiones distintas pero relacionadas, que espero tratar en sendos posts. Vamos allá con lo primero, que os adelanto en el título. Aunque antes de comenzar, para evitar herir susceptibilidades o lecturas demasiado profundas de todo lo que aquí expongo, adelanto que mayormente en este texto se utiliza la palabra "ciencia" en su acepción más cercana a "método científico" o más bien como equivalente a "trabajo científico".

Esta genialidad de tira resume perfectamente lo que intento transmitir con mi post. Vamos, que si vais mal de tiempo podéis leerla y seguir a lo vuestro. 



En los últimos tiempos hay cada vez más divulgación, de más diversas formas, estilos y formatos; y cada vez con más frecuencia, se insiste en lo genial, lo divertida, lo apasionante y asombrosa que es la ciencia. Y tras mucho meditarlo y darle vueltas, he llegado a la conclusión de que esto... no es del todo cierto. Especialmente, lo de "divertida". La ciencia no es intrínsecamente divertida. La ciencia aburre a mucha gente. Y lo que es peor: incluso a los que hacemos ciencia... la ciencia nos aburre. Hacer experimentos, analizar datos, revisar bibliografía... son tareas difíciles, absorbentes, que requieren de un gran esfuerzo... y cuando ese esfuerzo llega a minimizarse por la fuerza de la costumbre, entonces a menudo se vuelve tediosa. Procesos repetitivos, datos difíciles de observar, cálculos a porrillo. ¿Recordáis que todo eso era un rollo en el colegio? Pues, oh sorpresa, ¡lo sigue siendo después! Claro está que hay personas a las que esto les resultará divertido; para gustos, colores. Y puede haber gente a la que le guste y divierta coleccionar tuberías oxidadas; no me voy a meter con las pasiones de cada cual. Pero hablo pensando en términos muy generales. La ciencia bien hecha y rigurosa, la ciencia como herramienta para resolver cuestiones, es descorazonadora: uno espera obtener un resultado, responder a una pregunta concreta, y se encuentra con todo menos concreción. Lenguaje matemático para averiguar si se va a producir un hecho... ¿no podría la ciencia respondernos con un simple "sí" o "no"? Pues lamentablemente, no lo hace. La ciencia no da respuestas; da probabilidades, revela tendencias. 

Si todo esto es cierto, pensaréis, con razón tanta gente se esfuerza en "disfrazar" la ciencia para presentarla como algo divertido, fascinante y muy loco. Es la única forma de venderla a todos aquellos que tenían pesadillas con las integrales y derivadas y jamás recordaron la masa atómica del salchichonio nitrógeno. Pero bueno, al menos los experimentos chulos esos que salen en el hormiguero o las virguerías que muestran Aberron o Scientia en Órbita Laika sí son divertidos... sí, pero tampoco son ciencia. Son demostraciones molonas, trucos rebuscados o formas originales de ejemplificar fenómenos naturales mediante objetos y anécdotas más o menos cotidianos que todos reconocemos. En estos casos tal vez deberíamos decir cosas como "oh, la naturaleza es fascinante", "jugar con la gravedad es divertido", o "el cuerpo humano es asombroso", por poner algunos ejemplos. 

En estos momentos los lectores que se esfuerzan tan duro en divulgar y comunicar la ciencia están a punto de largarse enfurecidos; los lectores del público general, abandonarán indignados, pensando que llevan años leyendo a un hipócrita que les ha dado gato por liebre con sus historias divertidas cargadas de ciencia: ¡esperad, no os vayáis todavía! Aún hay esperanza: porque la ciencia... MOLA.

La ciencia está detrás de todo lo que que acabo de mencionar como divertido. Todos esos experimentos, demostraciones, ejemplos... sólo han podido hacerse porque muchos cerebros humanos han estudiado, trabajado e investigado durante años, hasta desentrañar sus mecanismos. La ciencia es una herramienta capaz de permitirnos explicar lo que vemos, lo que no vemos, lo que podemos esperar o lo que ha pasado antes de que existiéramos. Esto mola, mola mucho. Y por extensión, por todo lo que nos puede proporcionar, por la sensación de entender el mundo que nos rodea, espantar el miedo primigenio a lo desconocido, se contagia una especie de alegría infinita cuando todo lo mencionado en los primeros párrafos se vive de otra manera: ese experimento horrible de repente se vuelve emocionante; el resultado "raro" se torna esperanzador; el mecanismo repetitivo se convierte en un acto casi de artesanía, en una pura manualidad que pone a prueba nuestra destreza y temple. Y entonces nos divertimos. Nos divertimos con algo que es un peñazo, porque en realidad mola mucho. Sé que todo esto puede no tener mucho sentido... pero es como lo vivo yo. Y creo que debe decirse sincera y abiertamente. No hagamos creer a los que deciden dedicarse a una carrera científica que es una pasada, que van a flipar en colores con cada cálculo y cada experimento, con cada redacción de un artículo, con cada charla a la que asistan. El trabajo científico está lleno de aburrimientos y desilusiones... pero también es cierto que cuando da alegrías, cuando se te mete por los poros y te hace descubrir cosas... el subidón es proporcional. El esfuerzo intelectual merece la pena, y la sensación de superación cuando se resuelve un problema científico, por insignificante o intrascendente que parezca, es inigualable .

Y por eso la ciencia se puede contar con alegría, con pasión, con espectáculo; por eso puede hacer vibrar, puede emocionar, puede cambiar el mundo y a la gente que lo habita. Por eso debemos seguir haciendo lo que hacemos, tanto la ciencia, como el contarla. Tanto decir la verdad de lo que es la ciencia, como mostrar sus alucinantes y divertidos productos.

Vivid la ciencia. Contad la ciencia. Disfrutad la ciencia.

Próxima entrega: El científico que no era especialmente inteligente

NOTA: mientras esta entrada estaba en estado de borrador, el compañero Banchsinger escribió y publicó una muy parecida, aunque más bien complementaria, titulada "La paciencia es la madre de la ciencia"; no dejéis de echarle un ojo.

9 comentarios:

  1. No puedo decir otra cosa aparte de que tienes razón compañero (y de "tediosidad" puedo hablar ahora mismo en primera persona porque estoy con la redacción de tres artículos además de la tesis en si... apuffff).

    Sin embargo creo muy firmemente que para que alguien se acerque a la ciencia debe primero enamorarse. Y para enamorarse no podemos aburrirlo de primeras. Si la primera vez que me hablaron de bioquímica me llegan a poner a calcular la precisión y exactitud de los métodos de determinación de proteínas... me corto las venas y me voy de clase.
    La divulgación va dirigida, la mayoría de las veces, a personas no interesadas previamente en la ciencia. A esas personas hay que enamorarlas y una vez que se enganchen, no les será horrible la parte mas monótona y soporífera.
    Otra gran parte de los consumidores de divulgación ya estaban interesados e incluso trabajan en investigación. A esos no les viene mal un poco de entretenimiento, de recordar que la ciencia no es solo analizar datos y escribir artículos sino que puede ser mucho mas divertida.

    En definitiva creo que debemos contar y transmitir la seriedad que tienen los datos científicos detrás, pero dejando de lado la solemnidad y seriedad que llevamos a cabo cuando contamos nuestros datos y descubrimientos a otros compañeros del mismo ámbito. Para esto, creo que la historia de la ciencia viene muy bien, porque da idea de lo complicado que ha sido llegar a estar donde estamos.

    Gracias por este texto Litos, no dejes de escribir tus reflexiones.

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    1. Gracias a ti por comentar, my friend, un arte perdido y muy valorado por los que seguimos tenaces escribiendo chorrimandangas de estas.

      Me parece muy acertado tu apunte, pero no creo que se contraponga con lo que yo quería exponer: claro que hay que enamorar y "seducir", pero yo creo que la parte bonita de la ciencia no es el método o el trabajo en sí mismo, sino lo que implica y las satisfacciones que da cuando empiezas a entenderlo, así que no está de más incidir porque mucha gente no se dejará seducir asumiendo que sí, que muy bonito, pero que la ciencia no está hecha para ellos. A esta gente hay que decirle que efectivamente, puede ser un coñazo, pero eso no significa que no pueda molar mucho. En la línea de esto va la siguiente entrega de estas confesiones, que tengo ya muy avanzada, espero que el conjunto de esta serie sea un buen manual de acercamiento/baño de realidad para cualquiera interesado en el trabajo como científico.

      Un abrazo y ánimo con esa recta final colega!! Usa la Fuerza y no te dejes arrastrar por el Lado Oscuro.

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  2. Dr. Litos y Óscar: estamos de acuerdo en todo. Una cosa es la ciencia y otra divulgar la ciencia. Una cosa es hacer ciencia (estudiar) y otra toparte con ella en la tele, la radio o la calle. Para todos hay fórmulas de acercamiento. Con ellas experimentamos cómo acercarnos a distintos públicos. Pero la verdad verdadera es que, aunque haga "de sufrí", da mucho "gustico". La ciencia mola. ;)

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    1. Jajaja qué buena y concisa respuesta compañera, me encanta cuando los comentaristas resumen mis tochoposts en un par de frases cargadas de sensatez XD Gracias por pasarte! Saludetes

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  3. Por fin te he podido leer.

    A ver, ya estamos como siempre. La ciencia es aburrida pero hay que venderla divertida. LOGICO. Como todo.

    Cualquier trabajo tiene sus cosas coñazo y sus cosas divertidas o menos coñazo. Eso no lo pone en duda nadie y la gente es lo suficientemente inteligente como para saberlo.

    La ciencia, como el arte, la historia o la literatura no hay que divulgarla porque sea divertida y mole. Hay que divulgarla porque es necesario que se conozca, es importante. La forma de hacerlo es la que tiene que ser no divertida, sino interesante y si para eso es necesario "venderla" pues se hace.

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    1. A ver Moli, si todo eso está claro; la idea del post iba más por mentalizar a la gente que, seducida por esta "venta" que hacemos de la ciencia, no se desengañe luego cuando se encuentre que no es un trabajo en el que cada dos por tres te encuentras boquiabierto desvelando los misterios de la naturaleza. Creo que es algo que puede suceder si nos pasamos con la seducción :D

      Además el post, como el título indica, es primero de una serie, en el próximo se matizan algunas cosas que aquí quedan muy de pasada. La idea es hablar de cosas que nunca se mencionan cuando se habla de o se divulga la ciencia, en mi opinión...

      Gracias of course por dejar tu opinión, jefa

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  4. Mi problema es que con el tiempo me va gustando menos el trabajo de "técnico de laboratorio", repitiendo una y otra vez las mismas técnicas, esperando horas a que finalice el experimento, etc... esta parte me parece muy aburrida. Lo que de verdad me gusta es diseñar los experimentos, analizar los resultados, pensar en por dónde seguir, bucear en el pubmed en busca de ideas para nuevos proyectos, etc... y ahí sí que podría pasar horas sin darme cuenta.

    Saludos, Dr.

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    1. ¡¡A mis brazos!! Has definido A LA PERFECCIÓN la sensación que tengo yo últimamente: es JUSTO lo único con lo que disfruto de verdad. Siempre me estoy quejando de que ya no me pongo la bata, pero cuando lo hago, disfruto la primera media hora y luego ya estoy blasfemando por el experimento en cuestión XD El problema es que el 90% del tiempo que paso fuera del laboratorio, lo hago escribiendo justificaciones, copiando CVs, haciendo pedidos de material, pidiendo permisos... NADA de lo que tú has comentado. Pero si todo ese tiempo de ordenador fuese buscando bibliografía y leyéndola, y diseñando experimentos o analizando los resultados que me traen mis jóvenes colaboradores... sería mucho más feliz, porque además me he dado cuenta de que es lo que realmente me va bien.

      Gracias por pasarte my friend

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    2. Po ya somos tres... debe de ser cosa de la edad y ya tal. La verdad es que no estoy enfrascado en burocracias proyectiles... pero lo de analizar datos ya me llama más que producirlos.

      En fin, que veo tío Litos, que pensamos parecido pero no igual igual... por matices que no sea en esta santa casa, aunque por mi parte no tengo mucho más que decir a cerca del tema. Espero ver tu resto pronto. y a ver si se difunde... que falta nos hace.

      un saludón

      saludote

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Como dijo Ortega y Gasset, "Ciencia es aquello sobre lo cual cabe siempre discusión"...

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