viernes, 1 de abril de 2011

Filosofía de capa y espada: ética en la ficción

¿Qué tienen en común el manga, el cómic, la ciencia ficción y la literatura fantástica? La lectura o visualización de la mayoría de obras perteneciente a estos géneros es considerada por la mayoría como un divertimento para mentes infantiles, o impropios de un individuo adulto pero, dejando a un lado disparos y explosiones, ¿pueden este tipo de obras aportarnos algún valor más edificante?



Comencemos por ejemplo con la por todos conocida Dragon Ball, que en nuestro país fue tan popularmente acogida por los sectores más jóvenes como sin tregua perseguida por las asociaciones de padres, y es que las altas dosis de violencia física presentes en ella (sobretodo a partir de la saga Z) eran considerados claramente nocivos para las sensibles mentes de nuestros infantes. No negaré que a la mayoría de nosotros fue precisamente esto lo que nos atrajo de la serie en nuestra infancia: los combates, la acción trepidante y las explosiones. Pero con el paso de los años la imagen que queda en la mente es sensiblemente distinta: recuerdas a Goku, el dechado de bondad y de inocencia, que nos mostró que con esfuerzo y dedicación siempre es posible superarse. Goku, siempre dispuesto a defender a los demás, a tender una mano tanto al amigo como al enemigo, siempre manteniendo la confianza en que hasta su peor rival pudiera cambiar y rehabilitarse. Goku, a quien no le importaba que su mejor amigo fuera verde, con antenas en la frente (amén de otras cualidades anatómicas bastante chocantes) pues lo importante estaba en el interior.

Una de las ventajas de la ficción es que permite transmitir las ideas en un concepto más puro, ya que la historia real tiene, en mi opinión, dos grandes inconvenientes: nunca es totalmente objetiva (pues normalmente está escrita unilateralmente, y una lectura a posteriori no permite captar la esencia y motivaciones de los que intervinieron en ella),y  el otro problema es que sólo nos muestra como somos, y no como podemos llegar a ser. La ficción en cambio permite realizar una simplificación de las situaciones que ayuda a una mejor transmisión de las ideas (similar a las simplificaciones que empleamos en ciencia a la hora de abordar un problema real en el que intervienen demasiadas variables para poder manejarlo) además de que se transmiten en un vehículo mucho más apto para llegar a la mayor parte del público. Como ejemplo de ésto me gustaría citar Star Wars: dejando a un lado los poderes y los sables láser, los Jedi eran un grupo social que dedicaba años de su vida al entrenamiento y potenciación de sus cualidades, se guiaba por un estricto código ético y de rectitud y se dedicaban voluntariamente y sin ánimo de lucro a defender a los demás y mantener la paz; no está nada mal, ¿no? Todo esto hablando simplemente de una serie de valores más o menos básicos, si miramos por ejemplo la obra de algunos grandes de la ciencia ficción como Isaac Asimov (en la foto, pegado a las patillas. Sacada de aquí) podemos encontrar análisis sociológicos de cómo respondería una sociedad no tan distinta a la nuestra ante determinados conflictos, como la aparición de una fuente de energía alternativa, limpia y popular pero con posibilidad de entrañar un inmenso riesgo para la humanidad (Los propios dioses) o un estudio de la respuesta de la población humana ante determinado tipo de situaciones (Fundación). Por supuesto que todo esto no quita que existan otras lecturas altamente moralizantes, ampliamente aceptadas
por la sociedad; pero, en mi opinión, Platón y Descartes son lecturas adecuadas a partir de los 28 años; si lo que queremos es formar a nuestros hijos y adolescentes, tal vez habría que buscar un abordaje alternativo que fuera capaz de transmitirles un mensaje similar de una forma que les resultará más grata a los sentidos.



Por último quería citar un ejemplo más: nuestro amigo el trepamuros nos dejó, ya desde sus orígenes, con una máxima que creo que haría falta recuperar: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Poder es una palabra con múltiples acepciones, es muy fácil de aplicar a individuos capaces de levantar camiones como si fueran MicroMachines, pero ¿qué hay de nosotros? Los nacidos en el primer mundo, en la época de mayor desarrollo de la humanidad hasta la fecha, con el conocimiento de nuestros antepasados a un solo click de distancia; el potencial y las posibilidades también son una forma de poder, y ya que se nos ha concedido la oportunidad de desarrollarnos como personas, creo que tenemos la obligación moral de emplear este poder con conocimiento, para beneficio de todos. Como podemos ver, la literatura recoge multitud de ejemplos, pero, ¿dónde podemos acudir los científicos en busca de un referente? ¿De quién podríamos aprender esa filosofía que podríamos denominar “de bata y pipeta” (en contraposición a la de capa y espada que figura en el título). 

Se hace necesaria una figura que guíe a nuestros científicos por el camino de la rectitud... y de esta necesidad nace un héroe emblemático, representante de la lucha diaria en los laboratorios de todo el mundo: con todos ustedes... ¡BATAMAN!


Azote de minipreps, justiciero de guante blanco, 
el más rápido pipeteador a este lado del western
(Ilustración de Dr. Litos)


6 comentarios:

  1. Me quedo con Nietzche: http://blogs.rtve.es/comic/2011/3/31/-asi-hablo-zaratustra-nietzsche-version-manga

    Quote: "...Platón y Descartes son lecturas adecuadas a partir de los 28 años" Exijo la fuente que corrobore tal dato :-P
    ___

    Me ha gustado mucho esta entrada :-))

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  2. Final épico, mi querido amigo del dropbox ;)

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  3. Ese Punto Azul Pálido muchas gracias por tu comentario, la verdad es que cuando escribes algo un poco más "personal" los cumplidos llenan mucho más. Lo de la fuente me temo que la única que tengo es mi experiencia empírica; en principio iba a poner unos veinte años, pero viendo que no conozco a nadie más de mi quinta que le gusten esas lecturas preferí poner 28. Que curioso lo de Nietzche, cuando tenga un hueco le pegaré un vistazo ;)

    Gracias a ti también, amigo del dropbox, pero la próxima vez pon alguna referencia más esclarecedora, que al que le van las novelas detectivescas es al Dr. Litos! (véanse las aventura de Batablanca http://jindetres.blogspot.com/2009/05/batablanca-capitulo-1-tocala-otra-vez.html)

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  4. Interesante Bataman! Post con un final que no podía defraudar y que aporta una visión del manga y los comics tan adorados y criticados a la vez.
    Lo poquito que puedo aportar es, la tambien dedicación, superación y esfuerzos realizados por los antepasados orientales, en su busqueda por la salud ayudandose de la naturaleza, o los maestros en artes marciales.
    Un claro ejemplo es Bruce Lee maestro más occidentalizado, pero siempre buscando la paz y la verdad interior.
    Pero me gusta BATAMAN!

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  5. Me encanta Bataman! Lo de las pipetas y las puntas no tiene precio. Digno protagonista de una historia de héroes y villanos. Dr. Litos, creo que Pablunchu se la sacado un duro competidor a Batablanca. ¿Habrá sitio para dos héroes en el blog?.......

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  6. Pues Patricia, la verdad es que ese dibujo (realizado en mitad de un seminario de los aburridos, lo reconozco) llevaba tiempo en el apartado de "borradores" del blog, sin saber sin convertirlo en una nueva saga de historietas, tebeo, o protagonista de un post, simplemente. Así que cuando Pablunchu me presentó el borrador de esta filosófica e interesante entrada, pensé, ¡ya tengo dónde colarlo! El tío lo ha enlazado genial.

    Por ahora, lo dejaremos reservado mientras acabo las historias de Batablanca y su continuación, ya veremos qué le depara el destino.

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