jueves, 18 de agosto de 2011

Reporteros ¡Jindetrés, sal! (15): Cuatro fosfatasas y un casino


This summer I am bringing you two issues, two, of Reporteros ¡Jindetrés, sal!; this first edition is a mere excuse in order to increase our Reporteros score, since the ups ad downs that brought me through these austrian lands had already been narrated in a previous series of posts (one, two and three); but it was still missing the picture – performed by my part-time room mate and full-time boss – in which besides myself (in the middle, showing off body, not head) appear from left to right: El Fabuloso Trypman, Pablo El Diablo, Ana La Portuguesa (creator of the outstanding flag with the only help of stolen markers, a lipstick and a pair of gintonics as catalysts) and Miriambrú. In the background, the glamourous Casino Baden where the scientific meeting was held, embraced by the pretty hill that delimited the surroundings.

ReporterosViena

I have repeated ad nauseam that, in this congress, scientifics from all over the world had gathered sharing the only common denominator that our work is based in studying enzymes known as phosphatases. It may be shocking for the reader not familiar to molecular biology that so many people dedicate their time and efforts in studying something that does not even appear in the news: are there really so many phosphatases, and are they really so important? Well, for starters, there are hundreds of genes in humans thad code for proteins labeled as phosphatases, which explains the amount of people working on them. And as a proof of the importance of these genes for the physiology of living organisms, I’m going to describe as briefly and concisely as possible, the processes and pathologies in which the phosphatases studied by the 5 characters depicted in the odd photograph participate:

- One of them controls the developement of the protozoan parasite responsible of sleeping sickness inside the host

- Another one has a crucial role in carbohydrate metabolism, and its alteration leads to a neurodegenerative disorder of fatal consequences

- A third is altered in several cancer types, and although its concrete role in cellular physiology remains unknown, it has been related to the metastatic process

- And the last one is a phosphatase belonging to the bacterium responsible of tuberculosis, which unpairs the elimination of the parasites once they have invaded the host’s cells

As you can see, all these “phosphatases” being very similar at the molecular level (in fact, all four are found among the most related in terms strictly structural and chemical) the processes they regulate are quite diverse, and the pathologies produced after their alteration are of great relevance and impact in our society.

Let’s call it a day, then. Just wanted to add that even though the proximity of the Casino and its temptations, it looks like none of the attendants was dragged towards gambling and perdition. Although thinking twice, maybe some obscenely large earnings would have meant a good improvement for the research in those matters that, it must be noted, not only threaten “modern and developed” world inhabitants; some of them are diseases almost forgotten for these privileged countries but still decimate whole populations in less fortunate regions.

Every kind of research is important. And if you need any other reason to believe this assumption, then I will need some more extra posts, because there are plenty of reasons to support it.


Este verano os traigo dos ediciones, dos, de Reporteros ¡Jindetrés, sal!; esta primera entrega es una mera excusa para apuntarse un tanto en el historial de Reporteros, pues las vicisitudes y anécdotas que me llevaron por estas tierras austríacas fueron relatadas en una anterior serie de entradas (una, dos y tres); pero se quedó fuera la instantánea recogida - tomada por mi compañero de alcoba a tiempo parcial y jefe a tiempo total - en la que aparecen además del menda (en el centro, luciendo cuerpo que no cabeza) y de izquierda a derecha: El Fabuloso Trypman, Pablo El Diablo, Ana La Portuguesa (creadora de la flamante bandera, con ayuda de rotuladores afanados, una barra de labios y un par de gintonics como catalizadores) y Miriambrú (que no se fue a la guerra). Al fondo, el glamuroso Casino Baden donde tuvo lugar la reunión científica, al amparo de la bonita colina que rodeaba todo el entorno.

ReporterosViena

He repetido hasta la saciedad que en este congreso nos reunimos científicos de todo el mundo con el denominador común de que nuestro trabajo se basa en estudiar las enzimas conocidas como fosfatasas. Puede chocar al lector no familiarizado con la biología molecular que tanta gente dedique su tiempo y esfuerzos a estudiar algo que ni siquiera se menciona en las noticias: ¿de verdad hay tantas fosfatasas, y son tan importantes? Pues para empezar, existen cientos de genes en humanos que codifican proteínas catalogadas como fosfatasas, lo cual explica por lo pronto la cantidad de gente trabajando en ello. Y como muestra de la importancia de estos genes en la fisiología de los seres vivos, os voy a describir a modo de sencillo ejemplo y de la manera más absolutamente concisa posible, los procesos y patologías en los que participan las fosfatasas estudiadas por los 5 personajes capturados en esta sobrecogedora instantánea:

- Una de ellas controla el desarrollo del protozoo parásito responsable de la enfermedad del sueño dentro del huésped.

- Otra tiene un papel crucial en el metabolismo de carbohidratos, y su alteración produce una patología neurodegenerativa de consecuencias fatales

- Otra de ellas está alterada en numerosos tipos de cáncer, y aunque aún se desconoce su papel concreto en la fisiología celular se ha relacionado con el proceso de metástasis

- Y la última es una fosfatasa perteneciente a la bacteria responsable de la tuberculosis, que impide la eliminación de los parásitos una vez han invadido las células del huésped

Como podéis ver, por muy "fosfatasas" que sean todas esas proteínas, y  muy parecidas a nivel molecular que puedan resultar (estas cuatro en concreto son de las más relacionadas entre sí, según parámetros estrictamente estructurales y químicos) los procesos que regulan son bien diversos, y las patologías que se producen tras su alteración son de gran relevancia y repercusión en nuestra sociedad.

Bien, pues eso es todo por hoy. Sólo añadir que pese a la cercanía del casino y sus tentaciones, al parecer ninguno de los asistentes se vio arrastrado al juego y la perdición. Aunque bien mirado, unas cuantas ganancias desorbitadas hubieran sido un buen empujón para que avanzase la investigación en estas materias que, si os fijáis, no sólo asolan a los habitantes del mundo “moderno y desarrollado”, sino que algunas son enfermedades casi olvidadas para estos mismos habitantes pero que siguen diezmando poblaciones enteras en países menos afortunados.

Toda investigación es importante. Y si necesitáis alguna razón más para creerlo, harán falta unos cuantos posts extra, porque lo que es razones, hay muchas más.

1 comentario:

  1. Mira que es jodio, ni una foto luciendo el careto, seguro que lo hace para una vez que el blog alcance la fama vender la exclusiva a la prensa.
    Tengo que admitir que yo también pensaba en un principio que las fosfatasas eran las hermanas tontas de las quinasas, como la basurera del proceso de fosforilación: "pues si niños, de este modo tan apasionante, las quinasas son capaces de introducir grupos fosfato en multitud de moléculas distintas, lo cual da lugar a uno de los mecanismos de regulación más extendidos en los seres vivos. Luego la fosfatasa es la que lo quita".
    Eso si una vez en el mundillo ves que todas las proteínas son hermosas, aunque algunas más que otras (véase Malina, Protéine Fatale http://jindetres.blogspot.com/2010/03/batablanca-capitulo-5-proteine-fatale.html)

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